martes, marzo 25, 2025
Cultura

Luca Andrea: “El compromiso es contar una historia que refleje mi sensibilidad y la de mi entorno”

Por Luca Andrea/El Furgón

Pogo para mí fue un giro de trescientos sesenta grados. Desde los dieciséis años que escribo poesía, antes tal vez un poco más introspectiva y personal, ahora un poco más cotidiana y representativa de algunos sectores de la sociedad. Si bien Pogo está muy cargado de vivencias que experimenté en primera persona, intenta hablar de dolencias, amores, conflictos que tenemos todes.

Me acuerdo perfecto cuando se acercaron de la editorial a proponerme publicar, justo después de haber leído en el Hotel Bauen presentando una lectura de Juan Solá y Maru Leone. Ese día me sentí muy cómodo con el público y me fui con una gran noticia.

Tapa de “Pogo”.

En cambio a los días entre en una especie de crisis. Uno escribe mucha poesía y la va recolectando en el celular, en la computadora, en un cuaderno… pero cuando va a publicar un libro siente la necesidad de ordenar un poco todo esa pelota poética y darle algún criterio o sentido que llegue de manera más ordenada a quien lee.

“Hay entre la ira y el descanso, un hueco tibio para esta nombrada ternura. Es desde aquí que Luca dice los ardores que lo acompañan. El poema es la caricia que une el apósito a la piel. El instante exacto en que se destroza la curvatura del ciclo de lo violento y lo que antes fue una bala, ahora es un verso. Y lo que antes fue agonía, ahora es un beso. Un beso bien dado, un chape furioso en Plaza Miserere, porque son los besos más atrevidos los que curan los palazos. 

Sé que el decir poético es una constante que atraviesa los labios de lo cotidiano, pero al mismo tiempo me gusta pensar que la poesía deliberada, la que se piensa y luego se grita, es algo a lo que hay que verdaderamente atreverse. De otro modo, jamás encontraremos sosiego entre los decires rabiosos del mundo. No habrá esperanza para quien no se detenga a contemplar una flor, pero tampoco perdón para quien no pueda leer el poema en la boca rota del guacho del tren que suplica pastillas para lamerse las heridas.

Si hay hay una herida, hay un poema”. Por Juan Solá editor de la colección Poesía Sudversiva.

Fue en ese momento que me contacté con Samantha San Romé, una amiga poeta y comunicóloga -super talentosa-. Entré a su departamento con mil dilemas y salí con una respuesta. Pogo trataría sobre temas socio-políticos pero, fundamentalmente, se apoyaría en el amor. Entre esos mates que tomamos me di cuenta lo mucho que había escrito sobre el amor. Me pareció irónico porque siempre decía que no podía escribir acerca de esos temas. Que ingenuo, todes podemos escribir sobre amor porque lo hemos vivido de alguna u otra manera. Con la familia, con amigues, con compañeres. Así surgió Pogo, mi compromiso de contar una historia que refleje mi sensibilidad y la de mi entorno. El libro abarca adicciones, miedos, conquistas, peleas, sueños, decepciones. Añadí nueve haikus  que acompañan al lector porque siento que tienen esa magia de contarlo todo en tan pocas sílabas.

Luca Andrea. Foto: Facebook

Hay dos cosas que me ponen muy contento del producto final. Una, es que hay mucha gente que quiero en la elaboración. Juan en el prólogo, que me guió en todo este mundo literario; mi hermana –Brenda Azul– que supo abrir mi ojo poético cuando parecía estar durmiendo una larga siesta; Flor Bertolini en la foto de la solapa, una gran amiga que conozco gracias al feminismo; y Jule Buján, una gran ilustradora que conocí en el colegio secundario y que apenas me propusieron publicar supe que sería ella quien se encargaría de esa parte. Y menos mal, porque no se cómo hizo para meterse en mi poesía tan de lleno e ilustrar exactamente lo que me pasó en el pecho en cada etapa relatada. Y la otra cosa, pero nunca menos importante, es que le dedico el libro a Mell Tuffner, una amiga víctima de femicidio en el año 2015. Me hubiese encantado que esté el catorce en la presentación.

Presentación en “Tano Cabrón”

Con Pogo busco contar situaciones pero invito también a la reflexión. Esa que yo pasé y aun continúa: Acerca de qué es realmente el amor, de cómo nos lastiman los estereotipos, de todo el camino que falta para que reine la igualdad entre nosotres. Y en el medio, contarles un poco quién soy. Hay un poema, “basta para mí, basta para todes” que en las lecturas siempre invito a la gente a terminarlo con ese mismo texto. Es increíble ver a más de cuarenta personas gritando eso después de haberse movilizado en el transcurso del poema. Eso para mí es lo más valioso.

Poema en Plaza Alsina

esa sensación

que me atraviesa la carne

que me corta el aliento

cuando siento

que perdí a alguien

 

veo todas las imágenes

del pasado

son diapositivas

que me ponen y me sacan

de la cámara fotográfica

recuerdos

de tardes bonitas

y noches calientes

 

se desprende

una partecita

de nosotros

divaga

por las calles

aparece

en las ventanas

iluminadas por el sol

y alguien más

se detiene pensando

que solo es

la resaca del polvo

pero en realidad

es eso que fuimos

o que seremos siempre

o que

no fuimos nunca

 

¿qué tanto

nos han dañado

que nunca nos alcanza

con nosotros mismos?

 

no perdí a nadie

porque algo que se pierde

es algo

que en algún momento

se tuvo

¿cómo sería tenerte?

si estaba claro

cuando fumábamos

que eras tan volátil

como el humo

tan verde

como las plantas del balcón

tan seguro

que un poco te envidiaba

ayudame a entender

que fuimos un poema de un libro

que leyó un viejito

en Plaza Alsina

y que aunque nunca volvería a leerlo

siempre

tendría la certeza

de que en algún momento

existió.

Conseguilo en Librería Sudestada (Tucumán 1533, CABA) WhatsApp 11-2514-4426.

Foto de Portada: Facebook de Luca Andrea.