domingo, mayo 12, 2024
GénerosNacionales

Hablemos de ESI, un poco de historia y actualidad

La Educación Sexual Integral (ESI) utiliza como base la ciencia y el pensamiento crítico. Requiere de mentalidades abiertas al cambio y a las transformaciones que proponen nuevas ideas referentes a la sexualidad y temas afines. Tiene como fundamento los derechos humanos universales y como parte de éstos los derechos sexuales y reproductivos. Convalida una visión enriquecedora y positiva de la sexualidad, incluyendo el placer. Promueve los principios de igualdad, dignidad humana, respeto, justicia y participación para todas las personas como base indiscutible para alcanzar la salud sexual, reproductiva y el bienestar general.

Las primeras movilizaciones para pensar hoy en la Educación Sexual Integral fueron en los años ’60-’70 mediante revoluciones juveniles por la anticoncepción segura y eficaz, movimientos feministas y juveniles de educación popular:  la”revolución sexual”. Luego le siguieron las primeras conceptualizaciones integrales y programas en América Latina. Otro punto importante fue la pandemia de VIH Sida, tras lo cual se habilitó los estudios de Género con una visión más académica y teórica. En los ’90, las conferencias internacionales con cambios sustanciales; la Conferencia Mundial por los Derechos Humanos, Viena 1993; la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, El Cairo 1994 y la Conferencia Mundial sobre la Mujer, Beijing 1995. Allí se modificó el paradigma de lo que significaba la planificación familiar y se reconoció, por primera vez, formalmente la importancia de la sexualidad.

Es fundamental mencionar la política del ABC (Abstinence, Be faithful, use a Condom/ Abstinenciaser fiel, usar preservativo) que se desarrolló y gestó en Estados Unidos a fines de los ’90, la cual se refería a cómo debía ser la educación sexual mediante la abstinencia de la sexualidad por fuera del matrimonio. Esta visión absolutamente irreal fue extendida por toda la región y aún hoy existen varios grupos que creen que esa es la manera de abordar la educación sexual. Esta política generó un gran movimiento e inquietud en grupos que concebían la educación sexual desde otro lugar, desde otra mirada.

En 2008 tuvo lugar la Conferencia en América Latina sobre VIH con el objeto de prevenir con educación y de allí surge la siguiente Declaración Ministerial:

  • “La educación integral en sexualidad tendrá una amplia perspectiva basada en los derechos humanos y en el respeto a los valores de una sociedad plural y democrática en la que las familias y las comunidades se desarrollan plenamente. Esta educación incluirá aspectos éticos, biológicos, emocionales, sociales, culturales y de género, así como temas referentes a la diversidad de orientaciones e identidades sexuales conforme al marco legal de cada país, para así generar el respeto a las diferencias, el rechazo a toda forma de discriminación y para promover entre los jóvenes la toma de decisiones responsables e informadas con relación al inicio de sus relaciones sexuales”.

Otro grupo de sujetos con la iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en 2010, se reunió para conversar sobre las orientaciones técnicas internacionales que pudieran ser válidas para todo el mundo. Este conjunto señaló que:

“La educación en sexualidad como un enfoque culturalmente relevante y apropiado a la edad del participante, que enseña sobre el sexo y las relaciones interpersonales a través del uso de información científicamente rigurosa, realista y sin prejuicios de valor”.

En la misma época, las Directrices Operacionales del Fondo Población de las Naciones Unidas (UNFPA) para la Educación Sexual Integral planteó un enfoque de la educación sexual basado en los derechos humanos y género, tanto adentro como afuera de la escuela. La educación integral de la sexualidad es la educación basada en los planes de estudios que tiene como objetivo dotar a los niños, niñas y jóvenes de los conocimientos, habilidades, actitudes y valores que les permitan desarrollar una visión positiva de la sexualidad, en el marco de su desarrollo emocional y social.

Por último, mencionamos a las Técnicas Internacionales sobre Educación en Sexualidad (2018):

  • “La ESI es un proceso de enseñanza y aprendizaje basado en un currículo, sobre los aspectos cognitivos, emocionales, físicos y sociales de la sexualidad. Aspira a proveer a la niñez y a las personas jóvenes con los conocimientos, habilidades, actitudes y valores que los empoderen para: hacer de su salud, bienestar y dignidad una realidad; desarrollar relaciones sociales y sexuales respetuosas; considerar cómo sus elecciones pueden afectar su propio bienestar y el de otras personas; y, comprender y asegurar la protección de sus derechos a lo largo de sus vidas”.

En este recorrido histórico recordamos el Consenso de Montevideo (2012) donde se generó un acuerdo común, gran elemento político, suscripto por todos los países de la región que proclamó una educación pública, laica, universal, intercultural y libre de discriminación. Este Consenso reconoce la afectividad, respeta la autonomía progresiva y apunta a un enfoque participativo. Esto simboliza un apoyo político que le da marco a la Educación Sexual Integral.

Sin embargo, existe aún una escasez importante de planes para la implementación de la ESI, pero sí se cuenta con elementos claros de marcos conceptuales en relación a la misma y están incorporados a la trama curricular educativa. En relación a los materiales pedagógicos, se avanza de manera significativa con la creación de un repositorio para compartir los documentos. Un punto crucial son los presupuestos nacionales para la implementación de la ESI y que dependen de las decisiones políticas. En algunas naciones disminuye tanto el presupuesto que se hace muy difícil la implementación de la Educación Integral.

De esta manera, la ESI ajusta sus contenidos y métodos a las características y formas de expresión más comunes del momento evolutivo del desarrollo biológico, psicológico, sexual y social por el que transitan los grupos, a fin de lograr experiencias significativas de aprendizaje que favorezcan el proceso de maduración que están viviendo. Se reafirma el compromiso con una perspectiva de equidad de género; explora los roles y atributos de género como una construcción social; promueve el análisis de las percepciones de masculinidad y feminidad dentro de la familia y a través del ciclo de vida; las normas y valores cambiantes en la sociedad; se impulsa la identificación de diversas manifestaciones de los prejuicios, los estereotipos y la desigualdad de género y favorece el análisis de sus consecuencias.

La ESI propone una cultura de la prevención y del cuidado de la salud sexual y reproductiva; facilita procesos de adquisición de información, de revisión de pautas de conducta y de desarrollo de habilidades que empoderan a los grupos y les ayuda a mitigar algunos riesgos que pueden afectar su salud. Articula sus acciones con otros sectores sociales y de servicios de orientación y atención de la salud sexual y reproductiva.

Impulsa y difunde el conocimiento de los derechos humanos internacionales y de las políticas, leyes y estructuras nacionales; defiende los derechos a elegir, la participación ciudadana. Plantea entre sus objetivos el disfrute de la sexualidad y cuestiona las barreras sobre el erotismo que limitan la sexualidad a la mera función reproductiva. Cuestiona creencias que asocian, de manera errónea, la sexualidad con enfermedad y/o pecado. Propone una visión integral de la sexualidad.

Por otra parte, rechaza cualquier forma de violencia. Explora los diferentes tipos de violencia hacia hombres y mujeres, y cómo se manifiestan. Revisa atavismos y pautas culturales (poder, género) a fin de deslegitimar algunas formas de violencia. Favorece la comprensión de la dinámica que se establece entre víctimas y atacantes a fin de desculpabilizar a las víctimas y llevar hacia un empoderamiento que les permita hacer valer sus derechos.

Rescata el valor de la diversidad; aboga por el derecho de las personas a la no discriminación; cuestiona los efectos perniciosos del estigma y la exclusión. Promueve actitudes y conductas incluyentes y de respeto a la diversidad que son mucho más que el simple acto de “tolerar.”

En nuestro país existe la Ley nº 26.150, sancionada en 2006, en la cual se estable el derecho a recibir Educación Sexual Integral (ESI) en todas las escuelas. Esto no sucede y no solo eso sino que operan varios grupos que se oponen a la aplicación de la norma. Estos movimientos se replican a lo largo de toda la región.

“ConMisHijosNoTeMetas” (Argentina y Perú), “Nación por la familia” (México), “La vida y la familia” (Costa Rica), campañas organizadas por las iglesias católicas y evangélicas (Panamá) que buscan, según sus palabras, defender la dignidad y respeto de la especie humana, entendiéndola como un valor intrínseco absoluto y no como algunos sujetos pretenden concebir a los humanos.

“Nuestros objetivos son claros y simples, buscamos erradicar la Ideología de Género de toda política estatal a nivel nacional, regional y mundial. Somos conscientes que esta ardua tarea no será sencilla ni tampoco fácil, pero estamos confiados que inevitablemente la verdad vencerá sobre la mentira y por lo tanto consideramos que todo costo vale la pena”, manifiesta la grupalidad ConMisHijosNoTeMetas.

A estos grupos los mueve y enlaza un enorme temor. Un miedo inmenso a lo que la ESI plantea tanto de forma nacional como internacional. La Educación Integral propone una nueva concepción antropológica y filosófica del ser humano, basado en los pensamientos subjetivos permitiendo al sujeto una libertad de elección, construcción y de auto percepción respetando la singularidad de cada ser. Promueve y propone un movimiento interno y externo como sociedad.

“La lucha se expande a una epopeya por el respeto a la libertad humana y la delimitación de los alcances que el estado tiene sobre sus mandantes: los ciudadanos. En este sentido, hemos desplegado nuestra lucha a nivel internacional, coordinando de manera unida en los diferentes continentes las acciones sociales, políticas, culturales y comunicacionales para fortalecer lo evidente y obvio, lo real y veraz, frente a lo supuesto y ambiguo, lo ilusorio y falaz. Estamos determinados a desterrar esta ideología en el mundo porque reconocemos que es totalitaria y dogmática intrínsecamente y sus adherentes no se detendrán ni respetarán límites al ser una creencia inhumana y caduca”, expresan en algunas de sus páginas los sujetos anti ESI.

Deteniéndome en algunos posteos y escritos entiendo que estos seres tienen pánico a que se homosexualice a los pibes/as, suponen que mediante la ESI se los/as incentivará a abortar, a la promiscuidad y suponen que atenta contra la familia (tradicional por supuesto). Los horroriza pensar que sus hijos/as puedan interpelarse sobre su identidad. El lema es “los hijos son de los padres y no del Estado”. Tan grande es la reacción que han inventado el constructo “ideología de género”, término  creado por sectores conservadores que comenzó a usarse como un paraguas para todo lo que no les gusta a estos sectores: la teoría de género, el matrimonio igualitario, el derecho a la decisión sobre el embarazo, la identidad de género, etc.

Es esencial que estos padres/madres sepan y entiendan que sus hijos no son suyos ni de los estados, son sujetos trazando sus trayectorias, construyendo sus relatos, propios, singulares y únicos y en este camino tienen y tendrán la posibilidad de elegir como lo deseen y puedan.

Como sujetos sociales debemos tener cautela y ocuparnos de lo que les sucede a estos padres/madres que ven amenazados su narcisismo y sentimiento de omnipotencia al igual que sienten cuestionados sus saberes y estructuras y ante esto se manifiestan con un discurso muy preocupante; “La ideología de género propone una nueva concepción antropológica y filosófica del ser humano, basado en los pensamientos subjetivos y fantasioso mas no la realidad objetiva y verificable de nuestra naturaleza y esencia humana”.

El gran temor de los padres/madres que participan en estos grupos es percibir, ver, observar a sus hijos como sujetos individuales, particulares y con deseos propios y singulares. Urge para ellos y para sus hijos/as la implementación de la ESI para capacitar, prevenir, preservar, cuidar, alojar y habilitar preguntas, dudas e inquietudes que a estos seres los perturban y aterran. ESI para aceptar este movimiento revolucionario que ha comenzado y en un solo sentido, que crece y se multiplica día a día.

“El principal desafío continúa siendo hoy el político, es decir cómo responder a los cambios de regímenes y administraciones gubernamentales sin perder todo lo que se ha ganado. Analizando nuestra historia, nos encontramos que la educación de la sexualidad se integra con mayor o menor facilidad dependiendo de la aceptación de los estamentos gubernamentales y de cómo ellos mismos visualizan y entienden la sexualidad. A pesar de estos altibajos, lo que permanece es la capacidad técnica y las actitudes favorables en los docentes. Por eso es tan importante la formación docente en educación sexual tanto en servicio como en las escuelas y universidades formadoras de recursos.

“Otro desafío es la necesidad de incorporar la experiencia y visión de la sociedad civil organizada, que con frecuencia tiene una larga trayectoria en educación en sexualidad y que ha permanecido a través de cambios administrativos”, como menciona Esther Corona Vargas, mexicana, psicóloga, presidenta de los comités de Educación y Relaciones Internacionales de la Asociación Mundial para la Salud Sexual y consultora de organismos de las Naciones Unidas como la UNESCO, la OPS y el UNFPA.

Carla Elena. Psicóloga Social y docente, miembro del Forum Infancias.

Imagen de portada: http://plataformaeducativa.santafe.gov.ar/