Nina Ferrari: “Hay que alimentar el deseo de ponerle palabras a la propia voz”
Por Nina Ferrari/El Furgón
La poesía llegó a mí como casi todo: por necesidad.
La necesidad de poder decir lo que me quemaba, lo que no podía, lo que no me animaba, lo que que ya no soportaba.
Ha sido la sustancia que me ha mantenido a salvo, junto con el teatro, desde que mis días entraron en terapia intensiva.
Al compartirla dejó de pertenecerme, me trascendió, logrando lo que creo que es el mejor destino para cualquier experiencia artística: la inmersión en los otros.
La poesía nos acompaña en lo cotidiano, hasta muchas veces hablamos en clave de poesía, pero lo ignoramos, entre otras cosas porque, como género, quizá se la ha puesto en un pedestal solemne y poco accesible.
Pero, para nuestra fortuna, la poesía no desaperece: la poesía persiste, la poesía, cada día, sucede.
Acompaña al laburante cuando escucha una canción del indio Solari a la madrugada, cuando dos amigas no pueden encontrar las palabras para expresar lo que sienten, y entonces, aparece la metáfora por la ventana. Cuando intentamos explicar el amor, cuando nos conectamos con lo que no tiene nombre.
Este es mi primer libro de poesía, el cual sale a la calle gracias a la generosidad de Juan Solá y editorial Sudestada, quienes militan día a día porque el acceso al arte y a la información sea más democrático.
“En Sustancia, Nina construye bellamente el puente que conecta el universo etéreo con el mundo de la carne y provoca poesía. Demuestra poesía. El poema es la prueba de que podemos vencer a la muerte. Y la muerte, en todo caso, será la prueba de la resiliencia de lo poético.
En la obra de Nina hay mucho barro y mucho barrio. Y, entre ellos, la niña que fue, que sana y sobrevive, porque sanar también consiste en encontrar poesía en la fuerza sublevada de cualquier forma de vida en estado de supervivencia”. Por Juan Solá editor de la colección Poesía Sudversiva.
Consta de tres arcos narrativos:
Pulso, que invita al lector a ver de cerca mi mundo y comprender así mi mirada de la poesía y del mundo.
Tejido, que interpela a la causa común y temáticas colectivas
Anticuerpo, que profundiza en el amor y sus múltiples formas.
Por último, consta de un apartado de poemas colectivos que escribí con compañeres poetas, denominado Mitosis.
Mi deseo es que los poemas que lo componen puedan ser para quienes lo necesiten, la sustancia que les dé una tregua de amparo, pero también que alimente el deseo de animarse a escribir y ponerle palabras a la propia voz.
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“Podrá prosperar
en mi contra
la causa de piromanía
pero jamás
nunca
la de tibieza.”
(Incluído en el capítulo Pulso)
“Soñé que era viento
y nos encontrábamos
por fin
en un suspiro
de tu boca.”
(Incluído en el capítuo Anticuerpo)
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Conseguilo en Librería Sudestada (Tucumán 1533, CABA) WhatsApp 11-2514-4426.
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Foto de Portada: Lara Carro