Paro de Mujeres: Otro 8M que arrasa
Lo transitado y palpitado ayer fue una experiencia que puede describirse como un gran colectivo unido proclamando y luchando por sus derechos. Lo vivido fue una comunión entre seres reclamando por lo mismo y en un solo grito: “Vivas nos queremos”.
Este nuevo paro Feminista y Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis. Trans, Bisexuales, No Binaries e Intersex, ha colmado las expectativas y desbordado las plazas teñidas de verde y violeta. Todas nos movimos al compás de músicas, batucadas, cánticos y diferentes bailes.
Luego del medio día aparecieron por las calles los pañuelos verdes, violetas, naranjas y gran cantidad de jóvenes pintadas con purpurinas. Adolescentes, mujeres grandes y mayores caminaban juntas tomadas del abrazo, en algunos casos se trataba de tres generaciones de la misma familia acompañando este movimiento. Y acompañándose.
También hubo espacios para las organizaciones sociales, como el taller de grabado de las chicas del Frente Darío Santillán. Por otra parte se desplegaron pañuelos con prendedores de papel maché con varias consignas: “Ni una menos”, “Vivas nos queremos”, “Aborto legal”, “Nosotras parimos, nosotras decidimos”, “Niñas no madres”, “No es no” y otras.
Distintas agrupaciones, diferentes vestimentas, variadas disciplinas, pero todas danzando al compás de una misma consigna hacia gobernantes y legisladores: políticas públicas para terminar con la violencia de género y la precarización laboral de las mujeres, la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y la implementación de la Educación Sexual Integral. Otro lema que se convirtió en un grito desesperado y enfurecido fue: “Niñas no madres”.
El documento leído y acordado entre las diferentes organizaciones convocantes fue claro: “Estamos de pie por cuarta vez, haciendo un Paro General de la clase trabajadora; ocupades, desocupades, precarizades, piqueteres y de la economía popular, visibilizando especialmente a las mujeres indígenas, originarias, afroargentinas y residentes en nuestro país, y contra la apropiación cultural de matriz ancestral que venimos sufriendo”
Lo claro también fue que somos un conjunto, una grupalidad, un colectivo que se nutre y se hace más fuerte en cada encuentro, que la unión de subjetividades es el camino para empoderarnos y luchar contra esta cultura patriarcal que nos mata. La única forma de combatirla es con un cambio cultural que tiene que plasmarse tanto en la educación como en la cotidianidad que nos atraviesa cada día.
Muchas de la mujeres que compartimos la tarde de ayer manifestaron no sentirse en un festejo sino en un encuentro colectivo que les generaba mucha alegría por hallarlas juntas, en sororidad y comunión entre todas.
Ayer, sin ninguna duda fue una jornada de lucha, de compromiso, de solidaridad que mostró, una vez más, que este es un movimiento que viene gestándose hace años, que crece en cada encuentro y que va tiñendo a su paso la realidad proclamando lo que ya no tiene vuelta atrás: ponerle fin a esta cultura patriarcal que se hace de su brazo armado, la violencia machista, para seguir matándonos. La igualdad de salarios, de cargos, de cupos laborales, la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y la implementación de la Educación Sexual Integral.
Durante 8 M, por otra parte, se reglamentó la Ley de Paridad de Género aprobada en 2017. Establece que en las listas para cargos de representación política haya un 50 por ciento de mujeres candidatas, y que esta modalidad tenga efecto en las próximas elecciones a cargos legislativos de este año.
Lo que con seguridad nos dejó el 8M es un conciso y contundente mensaje de más de 200.000 seres manifestando y proclamando por un derecho que tenemos todas; a vivir, libres, seguras y dignamente. No queremos Ni Una Menos en nuestro colectivo.
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Carla Elena. Psicóloga Social, miembro de Forum Infancias. Docente.
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Fotos de portada e interior: Paz Aner