domingo, octubre 6, 2024
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Juana, la heroína del altiplano que libera mujeres esclavizadas

Por Marcelo Massarino/El Furgón –

La sombra del altiplano es una historieta de Sukermercado, el seudónimo que utiliza la dibujante e historietista Paula Suko (1994). La producción de la artista está marcada por la lucha feminista y la defensa de la diversidad, dos cuestiones que se reflejan en sus materiales publicados y también mediante las redes sociales, en especial Twitter, Instagram y Facebook, donde tiene una presencia activa.

Este volumen tiene el sello de Barro Editora, para su colección Génesis, desde donde busca impulsar a autores emergentes de la historieta. En ese marco, La sombra del altiplano es un gran acierto ya que la crítica especializada la señaló como una de las grandes novedades editadas en 2018.

Portada de “La sombra del Altiplano”

La historia, con guión y dibujos de Sukermercado, tiene como protagonista a Juana, una niña coya que resigna su futuro y abraza el destino de liberar mujeres en situación de trata. El entorno es el norte argentino; allí con dos machetes despedaza a proxenetas y clientes, quienes se resisten en vano: el pacto que hizo esta mujer para contar con superpoderes la convirtió en indestructible.

El trazo que utiliza la autora para el personaje de esta coya es directo, frontal, sin medias tintas. Así, la violencia es más violenta y descarnada, en paralelo a un guión minimalista que condensa lo necesario para cerrar una historieta notable. Como señaló el periodista Andrés Valenzuela, la heroína inventada por Suko “es muchísimo más que una mujer despechada: la autora propone a una empoderada que no sale a reponer su honor mancillado sino a restituir las libertades, los derechos y la justicia para sus hermanas. Y allí reside gran parte de la magia de La sombra del altiplano: la heroína es una, pero sobre todo busca libertad para otres”.

Viñeta de “La sombra del altiplano”

Durante una entrevista con El Furgón Paula Suko explica que el cierre de la historia está abierto y es político, como el feminismo: “El hecho de que esas mujeres puedan elegir al final qué hacer con sus vidas es importante. Para Juana, que entrega su vida a esta lucha, es clave que todas las mujeres que ella rescate puedan elegir con total libertad qué hacer. Que ellas puedan ser libres, para mí, tiene una carga de lucha”.

El Furgón: – ¿Cómo surgió la historia de “La sombra del Altiplano?

Sukermercado: – Hace un tiempo dibujé una niña colla con machetes luego de ver la interacción de una señora de Jujuy con Santiago del Moro, en la que lo da vuelta con mucho estilo. Hacía un tiempo que quería hacer una historia sobre una heroína en ese contexto, teniendo en la cabeza también obra “La Fiera”, de Mariano Tecnoni Blanco. Finalmente terminé mixeando todas esas influencias con las ganas de hacer una historieta furiosa y trabajando un género como la acción a mi manera.

Paula Suko. Fotografía de Sol Stein

E.F: – ¿Por qué decidió situar “La sombra…” en el norte argentino? ¿Pudo observar, investigar alrededor de la mujer coya para elegirla como protagonista?

S: – Me parecía un sector del país muy interesante para trabajar tanto visualmente como por una cuestión sociopolítica. Está bueno descentralizar de  Buenos Aires las narrativas y sus protagonistas. Algo que me volvió loca para trabajar e investigar fueron de los grupos de cholas alpinistas y la lucha libre de cholitas en Bolivia, hay mucha fuerza en ellas.

E.F: – La heroína resigna su individualidad para liberar mujeres esclavizadas. El “vivan” del final de la historia ¿significa también lucha?

Yo lo pensé sobre todo como una cuestión liberadora y de proyección. El hecho de que esas mujeres puedan elegir al final del libro qué hacer con sus vidas es importante. Para Juana es importante que ya que ella entrega su vida a esta lucha (que es hasta una maldición porque nunca va a poder volver a tener una vida normal), todas las mujeres que ella rescate puedan elegir con total libertad qué hacer. Que ellas puedan ser libres, para mí, tiene una carga de lucha.

“La sombra del altiplano”

E.F: – ¿Cree nacerán nuevos personajes encarnados por mujeres que rompan el estereotipo conocido hasta ahora, moldeado por un concepto patriarcal?

S: – ¡Ya los hay! Todavía a veces resulta difícil encontrarlos porque seguimos muy en las sombras como autoras y quizás no hay mucho nexo (en cuanto a la historieta) para que lleguen a lectorxs casuales. Recomiendo el trabajo de Femimutancia, Macarena García Cuerva, Agustina Casot, Daniela Arias; y asistir al festival Vamos Las Pibas, donde está lleno de autoras de historieta que producen su propia obra.

E.F: – En el dibujo de “La sombra…” no se guarda detalle, es directo como la historia. ¿El guión la llevó a definir ese estilo?

S: – De base mi estilo de dibujo no es muy barroco si no que me concentro mucho más en la expresividad, composición y diseño, se me da solo. Para “La Sombra… “ me parecía que estaba bueno explotarlo de lleno. Si me detenía a pensar o trabajar detalles, iba a descuidar la composición y expresividad. Es una historieta que me pedía ser un poco bruta a veces.

E.F: – ¿En qué lugar ubica a este trabajo en su producción artística?

S: – Es mi primer historieta larga. En ese sentido es bastante bisagra porque abrió la puerta a trabajar proyectos más ambiciosos y confiar más en mi capacidad de concretarlos.

Cuadro de “La sombra del altiplano”

E.F: – ¿Es una historia que concluyó? ¿Tiene pensado continuar con esta heroína del altiplano?

Estoy trabajando en más material de el universo de “La Sombra…” y de “Juana”, pero en un formato diferente al anterior y que probablemente me lleve más tiempo.

E.F: – ¿Sus próximos proyectos giran alrededor de la temática feminista? ¿Puede señalar alguno de ellos?

S: – Toda mi obra está atravesada por una visión feminista, porque es mi visión del mundo. Me considero feminista y me gusta que se cuestionen cosas en mis proyectos. La otra historia que hice el año pasado fue “Si mojás Me enciendo”, una historieta porno-queer. Mis próximos proyectos tienen estas cuestiones presentes, así como temas que me toca vivir y presenciar por formar parte del colectivo LGBTIQ+

Foto de Sukermercado: Sol Stein