M. Pence: “Es hora de presionar y actuar contra Venezuela”
- El vice de Donald Trump bajó linea en América Latina
Por Jorge Montero/El Furgón
Mike Pence, vicepresidente estadounidense, dio inmediatamente indicios del porqué de este su tercer viaje a Latinoamérica. En Brasilia, el martes 26, en la primera escala de su periplo por la región que incluyó Ecuador y Guatemala, ante la mirada aquiescente del presidente de facto Michel Temer, descerrajó: “Estados Unidos le pide a Brasil adoptar actitudes firmes contra el régimen de Maduro”. El mensaje del emisario de la Casa Blanca es concreto pero revelador: hay países en la región que no hacen lo suficiente para acabar de una vez por todas con el gobierno venezolano.
La situación política regional está lejos de haberse estabilizado de acuerdo a los intereses de Washington. Aun cuando Iván Duque asuma en Colombia el próximo 7 de agosto, y lo mismo ocurra con el mandatario electo de Paraguay, Mario Abdo Benítez; uno de sus alfiles Mauricio Macri en Argentina está envuelto en una crisis económica y social de la que nadie aventura cómo y cuándo saldrá. Y en el más venturoso de los casos, las voluntades sumadas de Duque, Benítez, Macri y el mandatario chileno Sebastián Piñera, son insuficientes para la magnitud de la ofensiva que necesita la Casa Blanca.
Mientras tanto no pocos de sus más fieles van quedando por el camino. A los renunciados Pedro Pablo Kuczynski de Perú y Mariano Rajoy del otro lado del Atlántico, se sumarán en pocos meses más Enrique Peña Nieto y Michel Temer tras los comicios en México y Brasil.
Algo marcha mal para el imperio cuando su segunda figura gubernamental llega al Sur a pedir mayor compromiso a un presidente absolutamente desacreditado, como Temer. Sin popularidad ninguna entre sus conciudadanos, ni prédica alguna dentro de los mandatarios de la región.
Ya en el Palacio de Carondelet en Quito, segunda parada de su gira, Pence exhortó al mandatario Lenín Moreno Garcés: “Señor presidente, buscamos trabajar de manera más estrecha mientras nos enfrentamos al colapso de la dictadura venezolano y la depravación”. En poco más de un año que lleva en el gobierno, el ex vicepresidente de Rafael Correa, pasó de adscribir a la “no injerencia” en asuntos venezolanos a considerar ilegítimo el mandato popular que reeligió a Nicolás Maduro. A comienzos de junio propuso en la Organización de Estados Americanos (OEA) una consulta popular en Venezuela para ratificar lo que ocho millones de venezolanos validaron en las urnas el pasado 20 de mayo.
“Instamos a Ecuador y a nuestros aliados a que tomen pasos para aislar al régimen de Nicolás Maduro”, presionó públicamente Mike Pence, insistiendo en que “no es momento de palabras, tenemos que actuar y tomar acciones decisivas para restaurar la democracia en Venezuela”.
Reunión entre Lenín Moreno y Mike Pence
Sinuoso, Moreno, mientras hace suyo el discurso de ilegitimidad que promueve Donald Trump, no rompe del todo con las posturas de no intromisión: “la solución para Venezuela solo pueden llevarla a cabo los venezolanos”, afirmó. ¿Hacia dónde conducirá esta ambigüedad política al mandatario ecuatoriano?
Desde Caracas, el ministro de Exteriores, Jorge Arreaza, repudió sin ambages las declaraciones del vicepresidente estadounidense: “Vaya ironía e hipocresía de Pence, cuyo gobierno racista separa familias y enjaula niños inocentes, pretende inmiscuirse en los asuntos de nuestra región”.
La gira de Mike Pence se cerró en Guatemala, donde lo esperaba un cuestionado presidente Jimmy Morales, alineado de manera automática con Washington. La ideología del ex actor cómico guatemalteco encaja como anillo al dedo en la derecha de Trump. Por ejemplo, acaba de autorizar ejercicios militares del Comando Sur del ejército yanqui, que incluyeron la utilización de helicópteros sobrevolando la capital del país y la frontera con México.
En la Ciudad de Guatemala se dieron cita, además del anfitrión Morales, los mandatarios de Honduras, Juan Orlando Hernández y El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, quienes conforman el llamado Triángulo Norte de Centroamérica, acusados por el gobierno de Donald Trump de ser los causantes de la crisis migratoria en su país. Otro de los graves problemas que desvelan a la Casa Blanca en “su patio trasero”.
Tras la reunión a puertas cerradas -donde seguramente el tema de la crisis nicaragüense no estuvo ausente-, Pence ofreció una declaración a la prensa sin aceptar preguntas en la que se mostró amenazante con los mandatarios de la región. “Les dije que esto tiene que terminarse. Esto amenaza la seguridad de Estados Unidos y también como nosotros respetamos sus soberanías, sus fronteras, nosotros insistimos en que ustedes respeten la nuestra”, dijo. Con el desasosiego dibujado en los rostros lo escuchaban Morales, Sánchez Céren y Hernández. “Como dijo el presidente Trump, si no tienes fronteras, entonces no tienes país”.
Muchos de los niños separados de sus padres encarcelados al ingresar a territorio estadounidense proceden de Guatemala, Honduras y El Salvador. Si bien en la última semana cerca de medio millar de los más de dos mil menores volvieron a unirse con sus padres, Pence aclaró, acompañado por Kirstjen Nielsen secretaria de Seguridad Interior estadounidense, que esa política se seguirá aplicando.
Madre guatemalteca separa de su hijo en EE.UU.
Sin vaguedad alguna, el presidente de Bolivia, Evo Morales puntualizó en su cuenta de Twitter: “Pese a los fracasos anteriores, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, viene a Latinoamérica a instigar un golpe contra la hermana Venezuela, con la bandera falsa de la libertad”. Advirtiendo que “el imperio debe entender que América Latina es zona de paz y de lucha por liberarse del intervencionismo”.
Pese a los fracasos anteriores, el Vpdte. de #EEUU, Mike Pence, viene a Latinoamérica a instigar un golpe contra la hermana #Venezuela, con la bandera falsa de la libertad. El imperio debe entender que América Latina es zona de paz y de lucha por liberarse del intervencionismo.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) June 26, 2018
Foto de portada: De izq. a der. Mike Pence y Lenín Moreno