“Yo veo el futuro repetir el pasado”
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La masiva marcha contra el FMI y la homilía del arzobispo Mario Poli atragantaron al presidente Macri durante el locro del 25 de mayo. Como aperitivo tuvo la lucha de los trabajadores del subte y los preparativos de la Marcha Federal educativa.
Por Jorge Montero/El Furgón – El presidente Macri no es adepto a las fechas patrias. Este 25 de Mayo también le fue adverso. Por un lado, la convocatoria opositora: “La Patria está en peligro, NO al FMI”, pobló las calles de la ciudad con centro en el obelisco. Por otro, su gobierno fue duramente criticado durante el Tedeum al que asistió en la Catedral metropolitana junto al gabinete de ministros.
Marcha contra el FMI
Dos años atrás, nada menos que durante el bicentenario de la Independencia nacional, delante del rey de España Juan Carlos de Borbón, único invitado de fuste de la conmemoración, el presidente se despachó en la Casa de Tucumán con que los hombres de 1816 “deberían tener angustia de tomar la decisión, mi querido rey, de separarse de España”, en una interpretación por lo menos antojadiza de los sucesos históricos.
Discurso de Macri en Tucumán, 9 de julio de 2016
Ahora, ante la imposibilidad de realizar alguna actividad en la Casa Rosada debido a la movilización popular, Mauricio Macri dirigió sus pasos –a través de una Plaza de Mayo enrejada- a la Catedral, donde la homilía del cardenal Mario Poli le espetó que la relación de su gobierno con la iglesia católica no es la mejor. Indudablemente, la oportunista actitud del mandatario de dar luz verde en el Congreso para el tratamiento de la despenalización del aborto, aun cuando públicamente se pronunció en contra, agravó el endeble vínculo.
El cardenal recordó la historia del personaje bíblico Zaqueo, recaudador de impuestos, para hacer un paralelismo con el actual presidente argentino. Cuestionó “la indiferencia y el egoísmo de los ricos frente a los pobres”. El suyo “era un oficio despreciable porque la mayor parte del dinero que recaudaban iba a parar a las arcas romanas no sin retener una buena parte de los impuestos, de modo que se enriquecían notablemente”, explicó Poli a la tropa de funcionarios sentada en los primeros bancos del templo. “Eran indiferentes al patriotismo de sus conciudadanos que luchaban por obtener la libertad de su pueblo humillado. Estas y otras actitudes les valieron el desprecio popular y eran considerados grandes pecadores”, enfatizó.
Mensaje del arzobispo Mario Poli, Tedeum del 25 de mayo de 2018
https://www.youtube.com/watch?v=1mx6EWVOhUk
Ante la mirada de Macri y su esposa, Poli haciendo gala de la clásica ambigüedad de la jerarquía católica, se despachó:“Los cambios sociales y culturales se dan en procesos que demandan tiempo que nos trascienden; se extienden más allá de los períodos de un gobierno y hasta superan a generaciones. Debemos desconfiar de los logros instantáneos y recetas prometeicas; si algo hemos aprendido de nuestro derrotero, debemos acostumbrarnos a decir: si comenzamos hoy, dentro de 10, 15 ó 20 años se verán los frutos.” Para agregar: “Mientras dura ese proceso, el primer deber del Estado es cuidar la vida de sus habitantes, especialmente de los débiles, los pequeños, los pobres y marginados, los enfermos y los ancianos abandonados, porque son los más pobres de los pobres”. Es decir, ajuste, resignación,pero asistencialismo.
Aún atragantado por las palabras del cardenal primado, el presidente no debe haber podido degustar el tradicional locro que sirvió acompañado por su esposa Juliana Awada en la Quinta de Olivos, para algunos funcionarios y vecinos selectos, después del sacudón metropolitano. Tras posar para los fotógrafos, los deleitó con uno de sus habituales slogans: “Hoy es un día para que nos reunamos y agradezcamos a Dios, la Patria que tenemos”. Mientras miles de personas se manifestaban en la avenida 9 de Julio contra la vuelta al Fondo Monetario Internacional.
Horas después ante cientos de funcionarios gubernamentales reunidos en el Centro Cultural Kirchner, Mauricio Macri apostilló: “Me dicen que estamos en el peor momento del gobierno. Pero el peor fue cuando arrancamos, cuando había que evitar que el avión se estrellara”, mientras los hombres de Cambiemos hacían ademán de abrocharse los cinturones de seguridad.
En el Obelisco organizaciones de derechos humanos, sindicatos de la Corriente Federal de la CGT, y de la fragmentada CTA, organizaciones sociales, junto a sectores del peronismo kirchnerista y otros afines, convocaban la movilización. Por fuera de las columnas organizadas, miles de personas asistieron espontáneamente a los alrededores del monumento histórico, donde fue montado un escenario que alternó declaraciones políticas y grupos musicales, que dio un tono de festividad a la protesta.
Vidal: “Cambiamos futuro por pasado”
“Rechazamos los acuerdos de Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional, su modelo de dependencia política y económica con las grandes potencias extranjeras que se están reeditando en nuestro continente, un plan sistemático que sólo ofrece a las mayorías populares un destino de miseria planificada. Rechazamos el endeudamiento externo que significa una cadena de dependencia sobre nuestro pueblo”, leyeron actores y actrices el documento consensuado por los organizadores del acto. En medio de cantos y aplausos continuó la mención de los reclamos: “el salvaje tarifazo impuesto sobre los servicios públicos esenciales”, “la reforma previsional que ha licuado los ingresos de jubilados y pensionados”, “el desfinanciamiento educativo, el disciplinamiento del salario docente, el ataque a sus organizaciones gremiales y la persecución a la organización estudiantil”, “el proceso de flexibilización laboral iniciado al hacer crecer los niveles de desocupación”, “la radicalización de la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad” y “el ataque a las comunidades de nuestros pueblos originarios y el avasallamiento de sus derechos sobre tierras y cultura ancestrales“, “la defensa de las políticas públicas de memoria y lo conquistado en más de 40 años de lucha”.
La reedición de la semana de mayo, con la desatinada represión a los trabajadores del subterráneo porteño y la Marcha Federal educativa, tuvo su punto culmine en el acto multitudinario del 25. Con la movilización espontánea de miles de personas no agrupadas y donde una gran cantidad de mujeres portaban pañuelos verdes, emblema de la campaña nacional por el derecho al aborto. Sin embargo, la declaración conjunta leída en el acto no mencionó el tema.
La exhortación del cierre a “enfrentar al gobierno de Macri por el camino de la democracia, en las calles y las urnas…una vez más, la Patria está en peligro”, no pudo ocultar la carencia de líneas de acción o programa unitario que diera respuesta a esa amenaza.