domingo, octubre 6, 2024
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Volver a la escuela de la mano de la ESI es una gran oportunidad

En estos días donde el tiempo parece no tener tiempo, cuando la presencialidad en las escuelas ha comenzado de manera parcial y paulatina, donde la virtualidad es la protagonista en nuestros hogares y no hay certidumbre sobre qué pasará con la concurrencia a colegios debido a la alta tasa de contagios y a las nuevas cepas de Coronavirus, es un momento para usar nuestra creatividad como educadores para abordar la ESI de manera artística, de forma que los estudiantes comiencen a hacerla propia, a comprender que atraviesa cada materia, cada asignatura y está presente en cada aprendizaje nuevo.

La Educación Sexual Integral (ESI), Ley nº 26.150, sancionada en 2006, cumple 15 años y aún hay escuelas en las que no se plica, tiene como fundamento los derechos humanos universales y, como parte de éstos, los derechos sexuales y reproductivos. La ley convalida una visión enriquecedora y positiva de la sexualidad, incluyendo el placer. Promueve los principios de igualdad, dignidad humana, respeto, justicia y participación para todas las personas como base indiscutible para alcanzar el bienestar general.

Material producido en la 1ra. Jornada de ESI en el Liceo Nº 4 Remedios de Escalada de San Martín, CABA, el 22 de junio de 2018.

Pensar, proponer y reflexionar sobre la Educación Sexual Integral, nos conduce a un abanico de espacios diversos y por ende nos permite abordar la temática desde distintos lugares, estares y transitares. Entiendo que el artístico es una oportunidad que no debemos dejar pasar para trabajar con niños/as y adolescentes ya que puede aportar una inmensa cantidad de herramientas, no solo para instalar la ESI, absolutamente necesaria y urgente, sino para habilitar cualquier inquietud, duda, o situación que los infantes estén atravesando en sus diversos ámbitos.

La motivación es un elemento imprescindible para la educación, es un componente esencial para el desarrollo del ser humano pues se entiende que posibilita, de alguna forma, alcanzar objetivos, metas, inquietudes y así también generar y habilitar el advenimiento de nuevos saberes. Cobija, anida y aloja.

Los pensadores y psicólogos  Dosil y Caracuel definen la motivación como “un factor disposicional que depende de ciertas características del sujeto como su condición física y psíquica actual o su biografía (gustos, preferencias, etc.), así como de objetos o eventos a los que tiende a acercarse o alejarse y de variables tales como nivel de privación, necesidades, temperatura ambiente, etc., que aumentan o disminuyen en cada momento el valor motivacional, así como de las relaciones actuales-históricas de ese individuo con sus motivos particulares.”

Esta definición deja en claro que no es una sola sino un conjunto de variables las que influyen en la motivación de un sujeto, por lo que no se puede afirmar que la motivación sea un proceso simple. Se trata de un componente fundamental para el desarrollo del individuo; de ahí su abordaje desde múltiples puntos de vista: laboral, educativo, social y deportivo, con la finalidad de que las personas implicadas logren un mejor desempeño en la escuela, en el trabajo, en el deporte o en su vida social. Para reforzar en la idea anterior es importante señalar la centralidad que tiene la motivación para lograr el bienestar, el desarrollo y el óptimo funcionamiento de una familia, escuela, organización o de una Nación.

Por otra parte, la motivación se puede entender como un proceso direccional, de carácter intrínseco como extrínseco, que se desarrolla a lo largo del tiempo y se va consolidando conforme a su desarrollo y también variando.

Reflexionar sobre la ESI nos conduce a una cantidad de espacios por recorrer, descubrir y desentramar y, por ende, debemos ser lo suficientemente frágiles para dejarnos penetrar por el devenir que implica todo acto de educar, concientizar y deconstruir en su hacer. Como bien menciona el filósofo francés Jaques Derrida sobre la hospitalidad, el educativo tiene y debe ser un acto de hospitalidad, es decir para todos y cualquiera puede transitarlo.

Creo que abordar el acto de educar sobre la sexualidad integral desde lo artístico es una propuesta que no podemos dejar pasar para trabajar con niños/as y adolescentes ya que es un instrumento de inmensa riqueza para que mediante el juego (arte) emerjan sentires, pensares, acciones y más motivaciones para seguir forjando y de esa manera enseñando ya que no hay hacer más creativo que el de educar.

Entendiendo que la ESI tiene como objeto cuidar el cuerpo y la salud garantizar la equidad de género, respetar la diversidad, ejercer nuestros derechos, reconocer y valorar de manera positiva de la diferencia, rechazar todas las formas de discriminación, motivar la solidaridad, la responsabilidad afectiva y el cuidado integral de las personas en los vínculos, el respeto por la intimidad y de los derechos humanos universales, y como parte de éstos, los sexuales y reproductivos. También proporcionar una visión enriquecedora y positiva de la sexualidad, incluyendo el placer y promocionar los principios de igualdad, dignidad humana, respeto, justicia y participación para todas las personas como base indiscutible para alcanzar la salud sexual, reproductiva y el bienestar general.

El arte bien podría ser un instrumento muy valioso, enriquecedor para pensar en educar e incentivar. Aquellas artes que por sus características presentan más posibilidades de ser utilizadas son la literatura, la música, baile o danza y el cine. Sin dejar afuera, claro, otras posibilidades, como el deporte que tan importante es y sobre todo en la niñez y adolescencia como elemento de incentivo, brindando y alojando un espacio lúdico e integrador y generador de grupalidad.

La literatura, la lectura personal o en grupo de un fragmento de una obra literaria, suponen una puerta de entrada a lo sensorial que invita a la formulación de interrogantes y reflexiones sobre los comportamientos y actitudes de los personajes a lo largo del tiempo, de los años y también de las diferentes culturas y a través de ellos poder trabajar, ensamblar y así también evacuar las dudas que surjan a partir de los disparadores ya sea una novela, un cuento, un comic.

Como bien mencionan los profesores Javier Gallego Diéguez y Carlos Moreno Gómez, las lecturas deben adaptarse a la edad y evolución madurativa de los lectores-receptores, no sólo por los contenidos relacionados con la sexualidad, sino por la dificultad en la comprensión de textos literarios que utilizan vocabulario y recursos estilísticos más elaborados y complejos. Para las lecturas destinadas a los adolescentes existen publicaciones en las que no resulta necesario lo explícito, sino que a partir de situaciones que les resulten familiares y conocidas permitan ahondar en aspectos relacionados con los afectos y las relaciones interpersonales.

La música y la danza o baile son disciplinas artísticas que han ido evolucionando a lo largo de los tiempos sin perder sus cualidades. En ambas, la percepción sensorial inunda al individuo que difícilmente puede permanecer ajeno ante su manifestación y, por tanto, esa invasión de los sentidos favorece la aparición de un estado placentero, vital y sensual que permite no solo educar sino aprender y aprehender en un ambiente lúdico y creativo. La música es un gran instrumento y herramienta para desarmar relatos y analizar lo que comunican y representan.

El cine es un arte visual que se basa en la comunicación, condensa en una película situaciones y vivencias de una serie de personajes que permiten al espectador identificarse y emocionarse. El cine contribuyó a la integración con la vida cotidiana y es un factor de motivación que permite abordar las dimensiones de la salud (la sexual, entre ellas) relacionadas con uno mismo, con los demás y el entorno. Por otra parte es un elemento de disfrute y goce que es muy saludable transitar.

El deporte, indudables son los beneficios para nuestra salud que ocasiona la práctica deportiva y la actividad física. Estas prácticas son un factor anti-estrés, liberan endorfinas provocando placer; mejoran la presión arterial, etc.

Es fundamental pensar a la actividad física y el deporte relacionados a lo lúdico e inclusivo, a los beneficios más adecuados y saludables. De lo contrario, se corre el riesgo de concederle más importancia al “éxito deportivo” perdiendo de vista la construcción subjetiva de redes y tramas vinculares.

Imagen del portal DeporTV.

En nuestras sociedades, de manera invisible, a través de diversas formas de comunicación se brindan mensajes de las diversas características que deberían de tener varones y mujeres. Esto determina y condiciona el vínculo, la comunicación y la construcción del propio cuerpo y, por ende, su relación con la actividad física. Este sistema produce desigualdad en la valoración familiar y social ante las actividades físicas y deportivas de mujeres y varones, siendo ejemplo de esto la menor inversión económica destinada a las actividades físicas asociadas a la feminidad.

La práctica deportiva es una oportunidad para el abordaje de la educación sexual integral, interpelando cuestiones de género, deconstruyendo el modelo heteronormativo, desvelando los elementos y factores culturales que generan inequidad y que impactan en la restricción de la libertad a la hora de desarrollar una actividad física o el desarrollo de un deporte. Esto permite, entonces, la reflexión y el cuestionamiento que posibilita desnaturalizar las estructuras culturales de nuestra cotidianeidad, encontrar nuevas formas de construcción que no necesiten encajar en un patrón predeterminado.

Como bien menciona Carlos Skliar: “la principal virtud de la educación es la de la detención, la pausa; hacerse un tiempo para pensar lo que por su propia mutación ya no es tan evidente ni obvio: la jactancia del currículum y las didácticas como las formas nodulares y naturales de recrear y reinventar lo educativo… Aquello que tengo para enseñar -es decir: lo que ya sé y lo que todavía no conozco, lo mucho y poco, lo relevante o superfluo, lo que está cerca y lo que está lejos de mi vida o de otras vidas- debería ofrecerse a cualquiera, más allá de cómo lo reciba, qué haga con ello, cuándo. Si no me dirijo a cualquiera, sería imposible siquiera comenzar a conversar”.

Carla Elena. Psicóloga Social. Diplomada en “Violencia Familiar y Género”. “Derecho de Niñez y Adolescencia”. “Discapacidad”. Posgraduada en “Educación Sexual Integral: Desafíos de la implementación en el ámbito educativo y comunitario”. “Despatologización de las Diferencias”. Miembro de Forum Infancias. Docente. @Carla_DFederica. Instagram: carlaelena5.

Imagen de portada: Obra de Xul Solar.