martes, septiembre 10, 2024
Por el mundo

El Mercosur no es para liberales

Las declaraciones del presidente uruguayo Luis Lacalle en pleno festejo por los 30 años de la firma del Tratado de Asunción que engendró al bloque regional, volvieron a tensar las relaciones regionales. Mientras Argentina capitanea transitoriamente el barco, Uruguay insiste en bajar un bote y cortarse solo, Brasil ya piensa en su próximo turno en el timón y Paraguay trata de entender a sus socios de quienes depende cada día más.

Considerar lastre a sus socios y reclamar la urgente rubrica del acuerdo UE – Mercosur emparentan al presidente Luis Lacalle Pou con el argentino Mauricio Macri y muestran su espíritu común: gozan de un liberalismo empresarial saludable que choca con la política de bloques, política creciente en el mundo del siglo XXI.

Como en el siglo XIX la clase dirigente uruguaya con Lacalle a la cabeza vuelve a recrear para su país la idea del Estado Tapón, abonada entonces por la corona británica para evitar el monopolio soberano de las costas sudamericanas en manos de Brasil y Argentina. La mentalidad colonial sigue.

Si se deja de lado el año 2020 y lo que va de 2021 a causa de la pandemia de coronavirus y se toma 2019 como último año corriente de la vieja normalidad, se observan datos que abonan esa mentalidad colonial. El principal socio comercial uruguayo al cierre de 2019 fue China que se llevó el 31 por ciento de las exportaciones del país y dejó en caja u$s2.845 millones. La Unión Europea fue el segundo comprador charrúa con el 17 por ciento, Brasil el tercero con el 13 por ciento de las exportaciones, Estados Unidos con el 7 por ciento fue el cuarto y Argentina el quinto con el 4 por ciento. Paraguay alcanzó apenas el 0,5 y quedó octavo, según fuentes oficiales de Uruguay XXI, una agencia estatal de promoción que engloba a cinco ministerios del Poder Ejecutivo y un representante directo de Presidencia. En este momento es presidido por el canciller Francisco Pancho Bustillo, amigo del presidente Alberto Fernández, y el mismo que admitiera en febrero pasado en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes (Diputados) que el anuncio de un acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea fue de apuro y por pedido del entonces presidente argentino Mauricio Macri con su urgencia electoral.

A. Fernández y Lacalle Pou

Uruguay XXI fue creado en 1996 pero surgió con fuerza bajo la administración de Jorge Batlle y creció exponencialmente bajo los tres gobiernos del Frente Amplio entre 2005 y 2019, período en el que crecieron especialmente las inversiones norteamericanas en las áreas de finanzas y servicios. Una de las premisas de la agencia oficial es promocionar la “Marca Uruguay” para la generación de oportunidades de negocios para el país. Y vaya si lo logró, por ejemplo, con la instalación de la pastera Botnia en Fray Bentos y a orillas del río Uruguay durante el gobierno de Jorge Batlle y el primer mandato de Tabaré Vázquez. La promoción de la Marca Uruguay, rindió mas frutos inmediatos que la lenta constitución del bloque regional donde las negociaciones mas arduas radican en la discusión de tarifas y aranceles aduaneros. Mientras Vázquez hacía negocios para el Uruguay pensado en el bloque, Lacalle hace negocios a pesar del bloque.

Para el liberal Luis Lacalle el Mercosur no sólo es un lastre porque como empresario admira los resultados inmediatos, si no porque como lo reconoció ante sus pares el viernes 26 de marzo, necesita tanto como Macri de los negocios inmediatos, visibles y palpables para entender como funciona el mundo. El largo plazo no es para él.