La historia de la murga y el carnaval uruguayo en 100 relatos
Por Marcelo Massarino/El Furgón –
100 veces murga es un libro de Fabián Cardozo y Guzmán Ramos que reúne relatos de los protagonistas de la murga uruguaya. Se refieren a la historia y el presente de éste género que es patrimonio de la cultura oriental y que, poco a poco, desparrama su influencia por la región rioplatense. Se trata de un carnaval particular que tiene un plano formal, con competiciones y jurados rigurosos y reglas estrictas, y otro lúdico que gana la calle como manifestación popular. A ambos los atraviesa el negocio, el marketing, los medios de comunicación, las modas y una mixtura cultural que está en pleno proceso de maceración. La recopilación de historias contadas a Cardozo y Guzmán resulta un material indispensable para comprender de qué se trata la murga, quiénes la fundaron, los herederos que continúan la tradición y las nuevas camadas que le otorgan aires renovados a la fiesta del Rey Momo.
Fabián Cardozo es periodista y tiene una extensa trayectoria. Entre otros proyectos, conduce junto a Ramos Calle febrero, un programa semanal dedicado al carnaval que durante el verano se transforma en diario, desde la Frecuencia Modulada de Emisora del Sur, la radio pública que emite su señal para todo el país.
¿Cómo seleccionar cien historias representativas desde 1900 hasta 2017? Para eso los autores entrevistaron a decenas de protagonistas, cruzaron datos, fechas, momentos y situaciones.
Noches de carnaval
En el capítulo Noches de carnaval relatan las jornadas en las cantinas y los viajes en camión por las calles montevideanas, una parte fundamental del pasado de la murga relacionado con la bohemia. Hoy muchas formaciones son verdaderas compañías artísticas que recorren el mundo y viven haciendo murga como, por ejemplo, Agarrate Catalina. “Antes, el murguista trabajaba durante enero y febrero, meses durante los cuales la noche se encontraba con el día y los personajes eran muy distintos a los actuales. Hay un recambio generacional. Pero no podíamos dejar de lado las noches de cantinas largas, del que se pasó de copas y no llegaba a cantar, de los viajes en camión durante la década del ochenta donde nace, justamente, la “marcha camión”, con los murguistas en la caja del vehículo golpeando la chapa con un ritmo muy particular. De ahí pasamos a los viajes en una ‘van’ recorriendo la Argentina”, señala Fabián Cardozo en diálogo con El Furgón en un café de la avenida de Mayo, en el centro de la ciudad de Buenos Aires.
Memoria
Cardozo advierte sobre la importancia que tienen los parlamentos y canciones de las formaciones, porque con ese material se puede reconstruir una parte de la historia de los orientales. “Alguien dijo que la historia del Uruguay se puede contar con los libretos de murga que son casi un diario del año. En un tiempo fueron un instrumento de denuncia y resistencia. En las décadas del ’80 y ’90 los temas fueron las heridas de la dictadura militar y la expectativa por la reapertura democrática; en el nuevo siglo prevaleció la denuncia al neoliberalismo. Por eso es interesante leer los libretos de aquellos días cuando la crisis pegó fuerte y uno de los temas era el exilio económico. Pero en 2005 hay un quiebre con el triunfo nacional del Frente Amplio y las murgas tienen un lío, un debate sobre si había que festejar o no el triunfo de la izquierda. Así fue que desde el escenario algunas lo saludaron, otras hablaron de la esperanza que generó la llegada al gobierno de Tabaré Vázquez y también estuvieron las de la vereda de enfrente, con desconfianza por lo que iba a pasar.”
Estilos
En el carnaval hubo dos estilos en pugna que nacieron en los barrios de La Unión y La Teja. La murga de la primera era poética y usaba como recurso al humor y el doble sentido; casi no se metía en temas políticos. Por otro lado, las de La Teja era una murga comprometida, de izquierda y con un discurso que reivindicaba a los movimientos revolucionarios del continente. “Hoy estos estilos están desdibujados -advierte Cardozo- e incluso hay nuevos como el que señalamos como “la murga humanista” que tiene una mirada crítica hacia la globalización que puede hablar de dios, la fe, la familia o el alma. Es decir, murgas jóvenes con planteos generacionales por afuera de la agenda diaria”.
Mixtura
Al sonido clásico con platillos y redoblantes se le incorporaron otros por la influencia de músicos de otras corrientes y el crecimiento de muchos referentes de la murga que experimentaron hacia otras formas. Dos ejemplos son Edu “Pitufo” Lombardo y Alejandro Balbis, músicos que están por afuera del género. También están quienes fusionan la murga con otros sonidos, como Tabaré Cardozo. Algunos trajeron elementos del rock, otros la bossa nova. “Hay una maravillosa despedida con música de Los Beatles que hizo Contrafarsa que la podemos comparar con la marcha camión para advertir que son estilos totalmente diferentes”, reflexiona Cardozo quien agrega que “también están las murgas que tienen música y arreglos corales propios”.
Por el año dos mil sucedió que muchos conjuntos uruguayos de música tropical como Los Fatales, Chocolate y Nietos del futuro que incorporaron coros y melodías murgueras que sonaban en fiestas de la clase alta. Otros ejemplos de cómo se mezcló en otras esferas musicales son los casos de Jaime Roos, Tabaré Cardozo, la Bersuit Vergarabat, La Vela Puerca y No te va gustar.
Nuevas generaciones
El género está instalado mucho más allá de enero y febrero. Una influencia capital tiene el encuentro Murgas jóvenes que organiza la intendencia de Montevideo desde finales de la década del ’90, cuando ganó las elecciones el Frente Amplio. “Es una modalidad que permite a quienes están entre los 14 y los 29 años formar una murga con amigos y participar de dos instancias de selección. Una es abierta en los barrios y otra una final en el Teatro de Verano. Esto generó un movimiento enorme con una participación de setenta formaciones por año. Desde ahí salieron Agarrate Catalina, La Mojigata, Queso Magro, Cayó la Cabra y Metele que son pasteles que aportaron carnaval una mirada inteligente, ácida y fresca”, cuenta Cardozo.
También hay un cambio en cuanto a la organización interna. El formato clásico es la murga con un dueño que administra. Desde hace poco tiempo surgió el formato cooperativo en el que sus diecisiete integrantes son responsables del espectáculo y gestores de la formación. Discuten todo en asambleas. Otro fenómeno fue el de La Mojigata que como no tenía sponsors, hizo una campaña de financiación colectiva por internet y con lo recaudado salió al carnaval.
Por otra parte, las formaciones del interior hacen un aporte importante. Está el caso de La Clave que llegó a instancias finales del Teatro de Verano y es de San Carlos, departamento de Maldonado. Desde la Argentina participó La Cotorra, originaria de la ciudad de Rosario, que hizo un espectáculo muy bien considerado por el público.
Todo el año es carnaval
El carnaval es un fenómeno que tiene una cobertura mediática que sorprende. Durante el año hay tres programas radiales, uno de ellos Calle febrero que conducen Cardozo y Ramos y se transforma en diario de 20:00 a tres de la madrugada. “Es como una transmisión de fútbol que tiene una previa, el desarrollo del espectáculo y los comentarios”, cuenta Cardozo. En total son cinco las radios que transmiten el certamen del Teatro de Verano y la señal de televisión Teinfeld, del empresario Paco Casal, que tiene los derechos exclusivos del evento como lo hace con el fútbol y el básquet uruguayo.
“Una corriente cultural muy interesante son los ‘abonados’”, fanáticos del carnaval que ocupan la platea baja del anfiteatro ‘Ramón Collazo’ durante las cuarenta y ocho noches. “Hace años que son los mismos y después de la finalización de cada jornada van al bar Ponte Vecchio a criticar cada espectáculo. En esas tertulias nocturnas el abonado es casi un jurado paraleo”, explica Cardozo.
Un lugar que está abierto durante todo el año es el Museo del Carnaval. Ubicado frente a la rambla de la empresa Buquebus recibe a miles de turistas que desembarcan de cruceros y a los curiosos que recorren las calles del puerto.
Para los que planean visitar Montevideo y disfrutar de las murgas deben tener en cuenta que hay un desfile inaugural por la avenida 18 de Julio, alrededor del 25 de enero, del que participan todos los conjuntos. Al día siguiente, comienzan los tablados ubicados en quince puntos de los barrios de la capital. Unos días después, empieza el concurso de agrupaciones en el Teatro de Verano para el que hay que sacar entradas con antelación porque se agotan casi de inmediato. Finalmente, cerca del siete u ocho de febrero, son las Llamadas, la fiesta del candombe, un evento que atrae mucho a los turistas que se dan cita, por ejemplo, en la calle Isla de flores, en el corazón del Barrio Sur, donde históricamente estuvo la raza negra con sus tambores y banderas.
100 veces murga. Relatos esenciales de la murga uruguaya, de Fabián Cardozo y Guzmán Ramos, es la bitácora necesaria para conocer la historia del carnaval desde el recuerdo de sus protagonistas. Falta y Resto, La Soberana, Pepe Veneno, Los Saltimbanquis, Los Patos cabreros, Los Pierrot, Curtidores de Hongos, La Gran Muñeca, Antimurga BCG, Ronald Arismendi, José Dorta, Jorge Márquez, José María “Catusa” Silva, Raúl Castro, Eduardo “Tanito” Di Lorenzo, Pablo “Pinocho” Routín, Jorge Esmoris, Jaime Roos, Washington “Canario” Luna, Daniel “Toto” Zieleniec, Freddy González, Yamandú Cardozo y Tabaré Cardozo son algunos de los que desfilan por las páginas del material que publicó Ediciones B de Uruguay. Un libro para creer que el Rey Momo existe y es oriental, sin lugar a dudas.
—
Portada: agarratecatalina.com.uy
Fotos de murgas de interior: Facebook
Fotos de Fabián Cardozo: El Furgón