Cómo la vida de Juan Pérez cambió para siempre
Por Marcelo Massarino/El Furgón – “Testigo de otro mundo” es un documental del director Alan Stivelman que tendrá su estreno en las salas el jueves 26 de abril. Es “la historia real de un encuentro cercano” que tuvo Juan Pérez en 1978, cuando era un niño de doce años. Si los espectadores van atraídos por el fenómeno OVNI tendrán satisfechas sus expectativas porque se trata de una investigación documentada que, además, cuenta con la participación del ufólogo Jacques Vallée, una de las voces más reconocidas en la materia. Pero quienes buscan una historia de contenido humano, profunda, introspectiva, que conmueve sin golpes bajos, esta película les llegará hasta lo más profundo. Aún si no creen ni un poco en los fenómenos extraterrestres la historia de vida de Juan Pérez es apasionante. Se trata de un personaje entrañable, introvertido, observador, con la sabiduría que sólo un hombre de campo puede cultivar, que carga desde hace cuarenta años con una mochila que la sociedad se encargó de llenarle de piedras, día tras día. Lo agobió al punto que Juan decidió vivir alejado de casi todo el mundo, salvo de la naturaleza, de los animales, de aquellos que nunca le harían daño.
Trailer de “Testigo de otro mundo”
Stivelman se compromete con la obra al punto que se convierte en un observador participante, una suerte de facilitador para que Juan cicatrice las heridas. También podrá acercarse a sus raíces guaraníes y buscar algunas respuestas que derriben la figura de “bicho raro” que lo estigmatizó desde aquella mañana, cuando su padre lo mandó a buscar una tropilla en un campo de Venado Tuerto y se topó con una neblina densa que ocultaba algo más.
A Juan Pérez no lo atormentó la historia del encuentro extraterrestre, todo lo contrario. Lo vivió casi con naturalidad, sin miedo ni angustia. Lo que significó una tortura fue la reacción de la sociedad que lo segregó y lastimó. Este gaucho bonaerense que vive en la soledad de la pampa húmeda, con pesadillas que lo persiguen y le advierten sobre un futuro que no puede torcer, es el mismo que llora cuando cuenta su vida atravesada por una luz incandescente que nunca se apagó, ni siquiera en sueños.
“Testigo de otro mundo” es un documental que tiene una resolución estética impecable, especialmente una fotografía estupenda, una obra de arte en sí misma, que acompaña el clima en el que Stivelman saca lo mejor de cada entrevistado.
Fotos: “Humano Films” y escenas de “Testigo de otro mundo”