Ustedes también son culpables
El lunes la policía halló el cuerpo de Abril Sosa, de 4 años, en un baldío, después de haber estado desaparecida desde el sábado. El dato de la ubicación la dio el único sospechoso por el crimen: Daniel Ludueña, un albañil de 35 años. Sus papás la habían perdido de vista mientras la niña jugaba en la puerta de su casa en el barrio General Bustos, al norte de la ciudad de Córdoba. Ante el ensañamiento mediático y la culpabilización a los padres, reproducimos el siguiente texto escrito por la periodista Gabriela Krause para el portal Corriendo la voz.
1.
Mirala bien, ¿qué te hizo? Tiene cuatro añitos y todavía sueña sin saber muy bien. ¿Qué te hizo? Mirala bien. Si la dejaras crecer, tal vez se volvería cocinera, o vaga, y dejaría crecer una pila de platos sucios después de comer algún Paty o patitas de pollo. ¿Qué te hizo? Te implora, mirala, quisiera enamorarse, quisiera reservar su ¿virtud? para alguien más. Mirala bien. ¡Si ni siquiera entiende lo que está pasando! Se cuelga de tus brazos entre asustada y juguetona. No distingue entre las escondidas y el infierno en plena tierra. Mirala bien. Hay toda una galaxia aguantándose la respiración, esperando el final para acobijarla, para mimarle la cara y decirle ya está. Pero ya está, para siempre. Y cerrarle los ojos, delicadamente, con poxi-ran, con polvo de estrellas, con morfina, para que no duela. Mirala. Mirala bien. Pedile disculpas, hacé algo, no te quedes con esa cara de omnipotente, ¡si es una nena! Mirala bien.
2.
Investigan un trasfondo narco detrás de la desaparición de Abril Sosa.
3.
Vos también sos culpable. Y vos. Y vos. Y vos. Y vos. Y vos. Mírenla bien. ¡Mírenla bien, carajo! Mírenme bien. Mírenos. A todas.
4.
Si es una nena; mírenla. Si soy un pedazo de tierra, mírenme. Si sólo estamos buscando un poquito de aire, un cachito de supervivencia. ¿Por qué nos violan, eh? ¿Por qué nos matan? ¿Por qué nos reviven y presionan sobre la herida? Les parece que no es suficiente el dolor de sobrevivir, ¿eh?
5.
Estaba en plena adaptación de las normas sociales. No entendía nada y entendía todo. Más que todos, sabía lo que era el mundo, y más que nadie iba camino a dejar de saberlo para siempre, ocupados los adultos en construirle una identidad. Mírenla, le faltaba tan poco. Mírenme, a veces una niña en plena rutina de adultez. Cuestionar es no saber, piensan los grandes. Y los niños, si preguntan, incomodan. Y sino, también, tan demandantes.
6.
Investigan un trasfondo narco detrás de la muerte de Abril Sosa.
7.
Si no se puede culpar a las niñas, por su edad, culparemos a los padres, por su vida privada y/o accionar. Jamás al violador. Jamás al asesino. Siempre hay un elemento en la víctima que la vuelve violable, matable, descartable.
8.
Aunque tenga cuatro añitos.
9.
Investigan un trasfondo narco detrás de la violación de Abril Sosa, una niña con más cuerpo de bebé que de mujer.
10.
Los medios: ¡mírenla! ¿No les da pudor? El show mediático, su relación de tiré y afloje con las mujeres y los crímenes. Mírenla, periodistas. ¿No les da escozor en eso que se llama conciencia, o moral, si es que todavía pueden rascarle un poquito la existencia? Mírenla bien. ¿De qué van a hablar hoy? ¿Les va a dar la cara? ¿Van a derramar un par de lágrimas por la niña para después empezar a hilvanar una historia de narcotráfico y drogadicción alrededor? Es una nena. Es una nena. Es una nena. Mírenla, medios. Mírenla. Una nena. Ustedes también son culpables. No pueden zafar.
11.
Investigan un trasfondo machista, patriarcal y perpetrador de la cultura de la violación detrás del hecho que hoy nos hiela la sangre: el de un verdugo asesinando a una niña, violándola, y el de los medios hablando de mujeres que matan pero no de trasfondos, y de hombres que violan como si fueran enfermos, de los padres de la niña y del culpable pero nunca, jamás, no hay por qué, analizando este sistema que permite y naturaliza este horror.
12.
Horror.
13.
Nosotras, las grandes, las de las polleras cortas, las de las drogas, las que dejamos el secundario, las militantes, las solteronas, las alcohólicas, las putitas, las subversivas, las irreverentes, las mandadas, las inconscientes, las drogadictas, las promiscuas, las que bailan, las que se dejan tocar cuando quieren, las rebeldes, las que hablan de sexo en las redes sociales, las de las nudes, las que salen, las que no vuelven, las que no vuelven, las que no vuelven, las que no vuelven. ¿Y por qué? ¡Mírenlas bien! ¿Y Abril? ¡Mírenla, no dejen de mirarla! ¿De qué tamaño era su pollera? ¿De qué tamaño la libreta que la aguardaba en preescolar?