El Irlandés
Santiago Brunetto/El Furgón – Han tenido que pasar más de veinte años para que la dupla Scorsese – De Niro vuelva a juntarse. En 1995, con el estreno de Casino, se ponía en stand by una relación cinematográfica cuyo comienzo data de 1973 (Calles salvajes) y que carga con un total de ocho películas. Entonces Scorsese reemplazó a De Niro al descubrir el potencial del joven Leonardo Di Caprio. Pero ahora que el director planea volver al mundo de la mafia no puede hacer otra cosa que recurrir a su viejo actor fetiche. Como en Calles Salvajes, Buenos Muchachos y Casino, el 2017 trae para esta dupla un rodaje gangster. Pero, esta vez, el tema estará tratado desde un punto de vista diferente: rondará en torno a las profundas conexiones de las mafias con el universo político estadounidense de las década de 1960 y 1970.
En estos días se ha confirmado que, en el film que llegará a los cines en 2018, Robert De Niro encarnará a Frank “El Irlandés” Sheeran. Su apodo dará nombre a la película basada en el libro He oído que pintas casas, del abogado Charles Brandt, donde se recopila el testimonio de Sheeran al asumir ser el autor material del asesinato del histórico sindicalista Jimmy Hoffa. Durante el transcurso del libro “El Irlandés” realiza una recopilación de su vida desde la infancia en Filadelfia hasta su paso por Sicilia como soldado en la Segunda Guerra; desde su llegada al mundo de la mafia y al sindicato de Camioneros, de la mano de Jimmy Hoffa, hasta llegar a dar cuenta de las circunstancias que llevaron a las familias gangster a asesinar al máximo referente del sindicalismo estadounidense. Paralelamente, Sheeran realiza importantes revelaciones acerca de los vínculos de la mafia con el asesinato de John F. Kennedy, la corrupción de Richard Nixon y la invasión a la Bahía de Cochinos. Lo que sigue es una recopilación de sus aspectos más valiosos.
Hoffa
Jimmy Hoffa nació en Brazil (Indiana) el 14 de febrero de 1913 y tan sólo 19 años después se encontraba liderando su primera huelga obrera mientras trabajaba cargando fresas en el puerto de Detroit. En la que fue denominada “huelga de los Strawberry Boys”, Hoffa lograría que la frutera Krogar garantice cuatro horas de salario fijo (hasta ese momento sólo se pagaban las pocas horas que se trabajaban, aunque se obligaba a los trabajadores a permanecer durante doce horas en el puerto a la espera de la llegada de los cargueros) en el contexto de la gran depresión, donde los reclamos obreros eran cotidianamente reprimidos. Esto atrajo la atención del sindicato de Camioneros llevando a que Hoffa sea reclutado como coordinador estatal de Detroit. Así comenzaba la historia del que sería el máximo referente del sindicalismo estadounidense y modelo a seguir a escala internacional.
A mediados de 1950, Hoffa se convirtió en el presidente de la Fraternidad Internacional de Camioneros. Para ese entonces ya poseía cerradas alianzas con miembros de toda la estructura mafiosa de Estados Unidos. El sindicalista utilizaba a los gangsters como mano de obra de contención de las bases. A cambio, ellos recibían dinero directo del fondo de pensiones de Camioneros.
“He oído que pintas casas”
Cuando Frank Sheeran levantó el teléfono del bar Friendly, de Filadelfia, para escuchar por primera vez la voz de Jimmy Hoffa, ya se había ganado un lugar de respeto en la mafia local. Se había convertido en matón de la familia Bufalino (liderada por Russell Bufalino) luego de volver de la Segunda Guerra. Mientras ejercía su trabajo como camionero, “El Irlandés” se ocupaba de realizar continuos encargos para su padrino. Se destacaba por su eficacia y por sus métodos silenciosos. Por esta razón, Russell lo contactó con su amigo Hoffa con el objetivo de brindarle a Sheeran la posibilidad de obtener un puesto en el sindicato. Al levantar el teléfono, Hoffa no saludó, sólo dijo: “He oído que pintas casas” (en referencia a las manchas de sangre estampadas contra las casas en los asesinatos de Sheeran). Acto seguido, “El Irlandés” tomó el primer vuelo a Detroit para comenzar a desempeñar su labor al lado del sindicalista.
Desde ese momento, Sheeran adoptó a Hoffa como su segundo padre. En el libro declara ante Charles Brandt que, desde que cometió su asesinato, “no ha dejado de extrañarlo un segundo” y que sólo “espera el día en que vuelvan a encontrarse”. Así y todo, no dudó en “hacer lo que tenía que hacer” cuando su primer padre, Bufalino, le encargó en 1975 que asesine a Jimmy Hoffa.
¿Por qué la mafia asesinó a Hoffa?
El 30 de julio de 1975, Hoffa desapareció del mundo sin dejar rastros, elevando su figura al mito urbano. Así lo marcan los archivos oficiales hasta el día de hoy: Hoffa ha sido declarado muerto por el FBI en 1982 sin ningún dato oficial acerca de su fallecimiento. La investigación fue abandonada y retomada decenas de veces, y actualmente se encuentra oficialmente cerrada. En este contexto es que Frank Sheeran realizó su declaración ante Charles Brandt en 2003 (poco antes de morir). Allí explica que el proceso que llevó a la mafia a asesinar a uno de sus principales socios comenzó muchos años antes de su ejecución.
Bobby versús Jimmy
La relación de Bobby Kennedy y Jimmy Hoffa es fundamental en este asunto. Ya desde principios de 1950 Jimmy era perseguido por Bobby y su comité McClellan. Este último estaba formado por lo que había quedado del riñón del macartismo y se encargaba de investigar la estructura nacional de la mafia organizada y sus relaciones con el mundo sindical. La persecución se profundizó casualmente cuando en 1955, bajo el liderazgo de Hoffa, Camioneros logró la creación del fondo de pensiones autónomo.
La obsesión de Bobby Kennedy era doble: por un lado el mundo de la mafia, por otro lado el mundo del sindicalismo. Es que la mafia hacia fluctuar grandes cantidades de capital en negro por fuera de las ganancias legales del capitalismo estadounidense y los sindicatos ganaban cada vez más lugar en la repartición de la torta de ingresos. Los dos factores cooperaban golpeando la tasa de ganancia empresarial y eso era algo que Washington no podía permitir. Así Bobby Kennedy llegó a declarar que Jimmy Hoffa era el principal enemigo de los Estados Unidos. En este contexto, la comisión McClellan descubrió que Hoffa era el dueño de dos empresas construidas con financiación del fondo de pensiones que se encontraban a nombre de su esposa. Bobby llevó por primera vez a Jimmy a un juicio del que saldría totalmente libre de cargos, sobornando a la mayoría de los miembros del jurado.
La cuestión cubana
Cuando en 1960 John F. Kennedy llegó a la presidencia lo hizo con el apoyo de toda la mafia y los sindicatos estadounidenses. El único sindicato que apoyó a Nixon fue Camioneros. ¿Por qué la mafia apoyaría a JFK? La cuestión cubana tiene que ver con esto.
La dictadura de Fulgensio Batista había sido el paraíso para la mafia estadounidense. Hasta 1959 en Cuba, cada familia gangster era dueña de un casino. La isla era una de sus principales fuentes de ingresos (la principal para algunas familias). Cuando la revolución triunfó, Fidel Castro se encargó de expropiar cada uno de estos casinos (no es casualidad que entonces profundizaran su fama lugares como Atlantic City y Las Vegas). Frank Sheeran cuenta, en relación a esto, que nunca vio a su padrino Russell Bufalino tan enojado como cuando visitó Cuba y se le dio aviso de que sus negocios serían expropiados.
Para las elecciones de 1960, JFK, a través de su padre (que había hecho su fortuna con las primitivas familias gangsters en épocas de la ley seca), prometió a la mafia intentar en conjunto recuperar el control de Cuba. Por entonces, Hoffa comprendía la importancia que la isla tenía para los mafiosos pero, antes de dar su definitivo apoyo a Nixon, les advirtió que no deberían confiar en la palabra de los Kennedy.
En abril de 1961, Frank Sheeran fue enviado por primera vez en su vida a la planta de cementos Campbell en Baltimore. Bufalino le indicó que se consiga un camión y se dirija hasta allí. Cuando llegó su camión fue cargado de uniformes y armas, y “El Irlandés” llevó el encargo a Florida. Días después se produciría el intento de invasión a la Bahía de Cochinos.
La mafia no quedaría nada conforme con la actuación de JFK en el ataque a Cuba. Dándole la razón a Hoffa, se convencieron de que el presidente no había querido meter oficialmente a Estados Unidos en el conflicto, al retirar la mitad de los aviones de guerra, dejando así el campo abierto para el triunfo cubano.
“Le cortas la cabeza”
Tras esto, en 1963, terminó de declararse la guerra abierta entre el gobierno estadounidense y la unión mafia-camioneros. Bobby Kennedy había sido nombrado Fiscal General por su hermano mayor y, ostentando este cargo, volvió a llevar a Jimmy Hoffa a juicio. Ese año, otra vez casualmente, Camioneros había logrado conseguir el primer acuerdo sectorial de la historia. El “Acuerdo Sectorial Transportista” conformó por primera vez un tratado de alcance nacional para fijar un salario mínimo (cuarenta y cinco centavos por hora) igual para todos los transportistas del país. Bobby llevó al banquillo a Jimmy acusándolo por el soborno de los jurados del juicio anterior.
Frank Sheeran fue enviado por segunda y última vez en su vida a Cementos Campbell en Baltimore en noviembre de 1963. Esta vez fue enviado por Bufalino y Hoffa en conjunto. “El Irlandés” recogió tres fusiles en Brooklyn y los llevó al lugar. Unos días después, Lee Harvey Oswald asesinaba a JFK. Dos días después, Oswald era asesinado por Jack Ruby, el miembro de la mafia texana.
Charles Brandt remarca en su libro una vieja máxima siciliana: “Para matar a un perro no le cortas la cola, le cortas la cabeza”. Con la muerte del presidente el poder de su hermano Bobby quedaba disminuido. Pese a todo, logró llegar a un acuerdo con el nuevo presidente Lyndon Johnson para que lo mantenga en el cargo de Fiscal General hasta que pudiera finalmente mandar a Hoffa a la cárcel.
En 1964 se declara culpable a Jimmy Hoffa por haber sobornado jurados en el caso por desviamiento del fondo de pensiones de Camioneros. Hoffa es condenado a 16 años en prisión, aunque se le permite mantener sus puestos en el sindicato. Inmediatamente, Bobby Kennedy renuncia a su puesto de Fiscal General.
Antes de Watergate
Hoffa salió en libertad en 1971 cumpliendo nueve años menos que su condena original. Durante sus siete años en la cárcel, Hoffa mantuvo sus puestos sindicales; sólo en el último año renunció a todos ellos dejando al vicepresidente, Frank Fitzsimmons, a cargo de la Fraternidad Internacional de Camioneros. ¿Por qué hizo esto Hoffa? Porque, previamente, había enviado a través de Frank Sheeran un bolso con medio millón de dólares a John Mitchell (entonces Fiscal General del gobierno de Nixon) para financiar la campaña presidencial republicana de 1972. A cambio de esto se le prometió ser beneficiado con el indulto del presidente, con la única condición de renunciar a todos sus cargos. Esto no fue preocupación para Hoffa ya que pretendía recuperar su puesto en la convención de 1976. Lo que no sabía era que Frank Fitzsimmons también enviaba sus bolsos a los republicanos. Cuando en diciembre de 1971 Nixon indultó a Hoffa lo hizo aplicando una cláusula que le prohibía ejercer cualquier actividad sindical hasta 1980. Meses antes, Fitzsimmons había dado una conferencia de prensa junto al presidente de los Estados Unidos brindándole su total apoyo, y el del sindicato, a un plan económico que implicaba un fuerte programa de flexibilización y recorte laboral. Camioneros fue el único sindicato del país que apoyó a Nixon.
“No se atreverán a asesinar a Jimmy Hoffa”
Cuando Hoffa salió de prisión la mafia ya le había soltado la mano. Sin su apoyo, ni el del sindicato y el del gobierno, lo lógico hubiera sido que se retirara a disfrutar de su jubilación, pero se empeñó en recuperar su puesto en la Fraternidad Internacional. Desde ese momento hasta su asesinato en 1975 intentó por todos los medios, y sin resultados, probar que la cláusula aplicada por Nixon era anticonstitucional. En todo este tiempo “El Irlandés” Sheeran se mantuvo a su lado tratando de convencerlo de que desista en sus intenciones, pero Hoffa estaba convencido al punto de afirmarle que se presentaría aunque ello le costara volver a la cárcel.
En 1974, Jimmy comenzó a volverse definitivamente contra la mafia. Decía tener pruebas guardadas de su participación en la invasión a Cochinos y en el asesinato de JFK. Buscaba amedrentar a la mafia para que le retornen su apoyo frente a Fitzsimmons, pero obtuvo el efecto inverso. Comenzó a ventilar algunos secretos de más en los medios de comunicación y este fue el punto de quiebre que definiría su destino. Sheeran dice que Hoffa estaba desconocido y que él intentó hasta el último instante hacerlo recapacitar. Unos días antes de asesinarlo hizo su último intento por teléfono y como respuesta obtuvo: “No se atreverán asesinar a Jimmy Hoffa”.
El 30 de julio de 1975, Russell Bufalino organizó una reunión entre Hoffa y Tony Provenzano (un mafioso neoyorquino con el que Jimmy siempre había estado enfrentado) en un restaurante de Detroit. Le dijeron que la intención era limar asperezas y buscar una salida sin sangre, pero Provenzano nunca llegó. Hoffa fue recogido por “El Irlandés” y un par de acompañantes en un auto. Allí Sheeran le dijo que Provenzano esperaba en una casa porque no quería ser visto en público. Él subió al auto porque confiaba en “El Irlandés” más que en nadie. Sheeran cuenta que, al entrar en la casa, Jimmy se dio cuenta inmediatamente que lo iban a asesinar pero que, hasta el último instante, siguió pensando que él estaba de su lado. Hoffa giró y lo miró para intentar huir juntos. “El Irlandés” levantó el arma y “pintó la casa” con su sangre.