El Bolsón: Lewis, un amigo de lo ajeno
Loteo ilegal en El Bolsón que beneficia al magnate inglés amigo de Macri
Por Emilce Boroni/El Furgón/ Revista Mascaró
El avance de Lewis en la Patagonia mediante maniobras ilegales consentidas por el poder político. La resistencia de los vecinos y el acampe popular para frenar la extranjerización de tierras de una reserva protegida.
El ya histórico conflicto de tierras en El Bolsón por un meganegocio inmobiliario proyectado sobre una reserva natural, llegó a los medios nacionales en el mes de diciembre debido a los hechos de violencia institucional promovidos por el intendente Bruno Pogliano, ligado a la parte empresarial del conflicto.
En una sesión extraordinaria el 16 de diciembre, a puertas cerradas y con vallado policial, el Concejo Deliberante ratificó el acuerdo del intendente con la empresa Laderas (de la que fue contador antes de asumir el ejecutivo Municipal) para avanzar con el loteo y el emprendimiento inmobiliario sobre 750 hectáreas que se encuentran en la reserva Cumbreras de Mallín Ahogado. El voto positivo de tres concejales del oficialismo (Juntos Somos Río Negro) y dos de la UCR le dio cauce a las pretensiones de la empresa, desconociendo la orden del Superior Tribunal de Justicia de Río Negro que impide realizar el loteo en esas tierras.
Una multitud se autoconvocó para repudiar el acuerdo ilegal entre el Municipio y Laderas. Terminada la sesión, los vecinos intentaron ocupar el edificio municipal pero fueron desalojados por la policía con gases lacrimógenos. Tras los incidentes, Bruno Pogliano hizo un “llamado a la paz social” pero calificó a los manifestantes de “caprichosos” con los que no se puede dialogar y los acusó de “sediciosos e incitadores a la violencia”.
El loteo, además de extranjerizar la propiedad de las tierras, deja en manos privadas una reserva de agua de la que dependen mil 500 familias. La Asamblea en Defensa del Agua y la Tierra presentará un recurso de amparo para frenar la entrega de las tierras protegidas por la legislación ambiental.
Al día siguiente de la sesión, una marcha de 5 mil personas -en un pueblo de 20 mil- volvió a manifestar el “No al loteo” y exigieron la impugnación de la sesión express, en la que no pudieron ni siquiera acceder a la banca del vecino. Por su parte, la presidenta del Concejo, Adriana del Agua, autora de la frase “que se queden tranquilos, no vamos a vender todo”, expresó en una conferencia de prensa: “las decisiones hay que tomarlas porque para eso hemos sido elegidos, después podemos estar de acuerdo o no, y esto no es autoritarismo sino es ejercer el derecho que tenemos como concejales para tomar decisiones democráticas sobre el rumbo de esta comunidad”.
Ante un panorama de complicidades político empresariales, violencia policial hacia los vecinos, sumado al uso de métodos mafiosos como las amenazas a asambleístas y a medios de comunicación alternativos, surgió un acampe popular sobre la avenida principal de El Bolsón, a 200 metros de la feria de artesanos. La plaza donde están instaladas las carpas, el fogón y una cocina comunitaria, está rodeada de banderas de las distintas organizaciones sociales. Entre dos árboles cuelga la bandera más grande: “soberanía popular”.
En la plaza del acampe, los vecinos reciben a todos los interesados en informarse, organizan charlas y actividades culturales. Desde todas partes comenzaron a llegar apoyos solidarios, entre otros, el músico Raly Barrionuevo ofreció un recital abierto en el lugar. Durante el verano, realizarán cortes parciales de ruta para informar a los turistas.
Lewis y la colonización de la política
Un detalle interesante es la coincidencia del domicilio de la empresa a cargo del loteo con el estudio contable del intendente Pogliano. El aterrizaje del contador en la política es nuevo, promovido por el poder económico y con el apoyo del gobernador Alberto Weretilneck. Durante su campaña, prometió no aprobar el loteo de Laderas. “Pogliano es un resultado de la colonización empresarial de la política, no tiene reparos en mentir, opera con un poder absoluto”, sentencia Daniel Otal, periodista e investigador sobre Tierras y legislación. Otal vive en El Bolsón, a pocas cuadras del acampe, es referente de Tierra, Agua y Hábitat Rural de Río Negro. “Hay un alto nivel de ingeniería para hacerse del negocio inmobiliario. En 2013 el Superior Tribunal de Justicia inhibe a la municipalidad de avanzar, entonces empiezan a hacer un trabajo de colonización de los poderes políticos encargados de tomar las decisiones. Generan un candidato a la intendencia y colonizan el Concejo Deliberante.”
El proyecto inmobiliario de Laderas está ligado a Joseph Lewis, el multimillonario inglés amigo de Mauricio Macri, aunque cuida que su nombre no aparezca. Consiste en una villa turística privada de enormes dimensiones al pie del cerro Perito Moreno. La propuesta original contemplaba más de mil lotes para un country, canchas de golf y de polo, y un lago artificial, pero a causa del rechazo masivo de la población el intendente realizó algunos cambios y apuró la aprobación del proyecto: 315 lotes en lugar de mil, sin cancha de golf y en una locación diferente a la original.
La villa privada se realizaría sobre una reserva municipal dentro del paraje Mallín Ahogado, donde se hallan las nacientes de agua. Por allí pasa el caño maestro que alimenta a todos los canales de riego. Esta es una de las principales preocupaciones de la población del Mallín, en su mayoría pequeños campesinos y artesanos. Además, las tierras pretendidas lindan con la reserva de biósfera binacional Río Azul Lago Escondido, área en la que continúa avanzando Joe Lewis con sus desarrollos turísticos de elite.
Mediante una maniobra fraudulenta, la empresa Laderas compró las tierras que hasta el año 2010 eran fiscales. No es difícil rastrear a Lewis en estas maniobras. La compra ilegal figura a nombre de Maximiliano Massa, cuñado de Nicolás Van Ditmar, representante de Lewis en la Patagonia. La Provincia vendió las tierras a 69 pesos la hectárea, precio promocional para las familias campesinas promovido por la ley 279. Laderas usó a la pobladora Mirta Soria como puente para que las tierras figuren primero a su nombre y luego se las transfiera a la empresa. Una operación absolutamente ilegal, además de una defraudación fiscal. El valor de la hectárea loteada será de por lo menos un millón de pesos. Negocio redondo.
Joe Lewis posee una de las fortunas más grandes del mundo. Dirige la multinacional Tavistock, posee propiedades de lujo y áreas naturales en distintos países. Es accionista mayoritario de Pampa Energía, por ende, es uno de los dueños de Edenor. Se benefició recientemente con la quita de deudas que el gobierno le otorgó a empresas de energía. Mauricio Macri le perdonó $1.229 millones de pesos. Lewis también es dueño de un aeropuerto privado en Sierra Grande (Río Negro) y una estancia de 14 mil hectáreas cerca de El Bolsón y de la frontera con Chile, que rodea y cierra el paso al Lago Escondido.
Lewis montó una represa hidroeléctrica en el Río Escondido y planea vender energía eléctrica a El Bolsón. Para ello también consiguió beneficios del gobierno nacional, ya que el programa Renovar otorga incentivos a los desarrollos de energías renovables. Es decir, la población deberá pagar por la energía que Lewis generará con la apropiación ilegal de los recursos hídricos.
Mientras tanto, el gobernador de Río Negro tiene entre manos un proyecto de ley de tierras a la medida de Lewis. Daniel Otal explica que el proyecto cambia drásticamente los términos de uso de la tierra: “la actual ley 279 está orientada al poblador rural y la producción campesina. El nuevo proyecto de ley permitirá la venta de tierras fiscales de la Provincia a las inmobiliarias, las mineras, las petroleras. Es decir, se está mirando la caja que puede generar la superficie territorial, más que el destino poblacional.” Lo que en los hechos ya sucede, pasará a estar amparado por la ley. “El otro punto grave del proyecto es la habilitación a acceder a las áreas naturales protegidas. Se permite la actividad comercial adentro de estas zonas siempre que tengan una aprobación de Medioambiente”, advierte Otal.
Ya no se sabe cuánta tierra tiene Lewis porque sigue avanzando, comprando a nombre de testaferros, cerrando caminos, ahora amparado también por el Decreto de Macri 820/2016 que da manos libres a la extranjerización de tierras. Pero el atropello y el despojo a la población, el desprecio a la voluntad popular, han generado en la comarca andina un crecimiento de la organización social en defensa de los bienes naturales.
(Desde Revista Mascaró)