Chile arde porque no son 30 pesos, son 30 años
Por Nazareno Roviello/El Furgón –
Desde el 8 de octubre se dieron aumentos en el metro de Santiago, el mayor sistema de transporte de la ciudad. Para la hora más transitada el aumento fue del 3.75 por ciento y dejó el precio en 830 pesos. Para el ciudadano promedio acorde a diversos estudios el transporte representa entre el 13 y el 20 por ciento de su gasto mensual, para un sueldo que no es demasiado alto. La mayoría de los chilenos cobran un básico de entre 280 a 300 ”lucas”, como dicen ellos.
Sí bien los salarios aumentaron en los últimos años a la par fueron los ajustes del metro y el costo general de la vida en Chile, el transporte, la comida, el sistema de salud y -por supuesto- los medicamentos que afectan a gran parte de la población que cobra pensiones a través de las AFP, conocidas antiguamente en Argentina como AFJP. Estas entidades del sistema previsional privado pagan pensiones de miseria y al igual que en la Argentina, la gente deja de consumir medicamentos de necesidad básica por no poder costearlos.

Esto puede no decir mucho, pero Chile es un país muy peculiar y aquí el por qué:
Durante la dictadura del general Augusto Pinochet se implementó el plan de los “Chicago Boys”, un experimento económico que uno de sus principales impulsores Milton Friedman lo llamó el «milagro de Chile». Luego de la dictadura y con indultos generados por los propios militares, con un Pinochet eterno como senador, los principales recursos del pueblo chileno fueron privatizados. El cobre, el agua, la salud, la educación.
Desde entonces, lo que sucedió fue una acumulación de capital en manos de las cuatro familias más importantes de ese país, dentro de las cuales se encuentra el presidente Sebastián Piñera. Estas familias acumulan más del 20 por ciento del PBI y más del 72 por ciento de la riqueza se encuentra concentrada en el 20 por ciento más rico de la población, acorde a un informe del propio Banco Central de Chile. Es el país con más millonarios de América Latina y con más desigualdad entre ricos y pobres. La clase media chilena no cuenta con riqueza y está endeudada por el propio sistema.
En Chile se vendió el agua, es el único país en el mundo donde el agua es privada, hasta el propio mar tiene dueños, el 90 por ciento del mar chileno está concentrado en 9 familias y las leyes que el propio Piñera impulsó determinaron que se llegue a este nivel de acumulación. Los propios trabajadores portuarios -durante más de un mes- realizaron un paro y toma del puerto de Valparaíso, a finales de 2018, por las condiciones laborales frente a la reforma de la ley de pesca. El ejemplo del liberalismo económico, el libre mercado, mostró su fracaso aunque le pese a los liberales que tanto gustan de los datos. La educación es privada, también la salud. La desigualdad jamás tuvo intención de corregirse y pasaron los gobiernos.

Lo que siente ahora el pueblo es cansancio de 30 años, los jóvenes quieren futuro y luchan por los abuelos, los adultos hacen ahora lo que quizás nunca se animaron. El pueblo chileno se canso de la corrupción que antes no era tan evidente y el malestar es general.
En 2011 se realizó un estudiantazo por la educación gratuita y en 2015 aprovechando el foco de la Copa América volvieron a salir a la calle, siempre brutalmente reprimidos por la policía. Pero el resultado de la histórica lucha de los estudiantes fue que, en 2016, la ex presidenta Michelle Bachelet promulgó becas para aproximadamente 300 mil estudiantes. Si bien hoy sigue sin alcanzar a toda la población universitaria, han realizado algunos cambios. Siempre el problema es que cuando vuelve Piñera tira todos los avances para atrás. Esto no quiere decir que Bachelet sea buena, el sistema sigue siendo el mismo
En Chile se accede a la universidad a través de un examen como Estados Unidos, acorde al puntaje que sacas tenes permitido estudiar determinadas carreras; sino te gusta pues te pagas tu universidad. El sistema esta tan radicalizado que funciona igual en todos los niveles escolares, desde kinder hasta el final. Los alumnos se endeudan a 30 años con los bancos que tienen el monopolio financiero y de esta manera trabajan toda una vida para pagar préstamos y créditos financieros.

En cuanto a corrupción otros hechos que se han dado a conocer y generaron gran malestar fueron los “coludidos” son los acuerdos ilegales entre empresas para sostener precios falsos o aumentar precios en el mercado. El pueblo cuando descubrió estas cosas se organizó para comprar en determinadas tiendas y marcas.
Chile fue hasta la semana pasada una sociedad que defiende los intereses de los ricos en pos de la libertad de consumo pero, finalmente, como todos los países, viene haciendo un proceso para tratar de derrotar a la teoría del derrame del país andino.
El pueblo está cansado de sacrificarse y ser pobre, como el continente, tiene historia de lucha y en este momento más que nunca está luchando por sus derechos y diciendo “no son 30 pesos, son 30 años”.

Efecto del desencanto y luego de la ola comunista/estudiantil representada por Camila Vallejo, apareció el Frente Amplio, un partido de izquierda compuesto por diversos espacios pero dirigido por el histórico Partido Humanista, que en Chile tiene una larga tradición de batalla, bastante distinta a nuestro país. Por primera vez se presenta en las elecciones de 2017 con un resultado histórico: quedó como tercera fuerza con el 20.27 por ciento, mientras que la segunda fuerza de derecha, representada por Alejandro Guillier logró entrar al ballotage con Piñera con tan solo 2 por ciento más. El ballotage finalmente lo ganó Piñera, pero para ser la primera vez de este Frente Amplio muestra resultados esperanzadores para el cambio en Chile, veremos sí se sabe hacer responsable de este momento y toma parte del mando político de algo que al momento no tiene líderes.
Entre los cambios estructurales por los cuales viene luchando el pueblo chileno, las AFP tienen un lugar central. Les dijeron que trabajen toda una vida para cobrar una buena pensión pero el resultado fue malo, en el caso estatal con las pensiones solidarias rondaban hasta ayer los 110. 201 pesos y se ajustaban anualmente por el IPC chileno, en caso que la inflación superará el 10 por ciento, se ajustaba automáticamente aunque no hayan transcurrido los 12 meses. Marchas y marchas vienen haciendo durante los últimos dos años pidiendo que se cambie el sistema de previsión social, pero el gobierno parece que no escuchó.
Finalmente, volvemos al aumento del metro. La juventud estalló y llamó a una evasión masiva, no pagarlo. A esto se sumaron protestas pacíficas y cacerolazos en todo el país, no sólo en Santiago. El gobierno respondió con represión y muerte y entonces la situación fue peor. Todo se volvió incontrolable. El resultado fue que Piñera decretó el estado de excepción y quedó a cargo de Santiago un militar por primera vez desde 1973… El miedo volvió muy rápido para adultos con memoria y jóvenes con oído.
Lo que sigue desde allí inunda las redes sociales. Operaciones de inteligencia donde se ve a policías y militares incendiando locales, armando barricadas, preparando el escenario que luego la prensa va a cubrir como parte de una supuesta “guerra”. Los dichos de Piñera de por sí merecen la condena y el pedido de renuncia o juicio político.
Los videos son brutales, golpes, torturas. Lo que viene después lo habrán visto en videos. La policía y los militares, entrando a casas, llevándose detenido a millares de personas. Abusando de su poder, golpeando, torturando y asesinando personas. Se investigan todo tipo de violaciones y el mayor control e investigación lo está haciendo el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INHD) y este es su último reporte.
En fuentes periodísticas y de grupos médicos los muertos que se reportan son mayores de 17 y más de 2500 detenidos con 10500 efectivos militares y policiales desplegados en las calles. Chile lleva su tercer día de paro general en conjunto del movimiento de trabajadores y el estudiantado, se han sumado mineros y portuarios que llaman a la rebelión con contra el Presidente.
En la noche de ayer la policía continuó entrando ilegalmente a casas y llevándose detenidos, entre quienes se destacó la caza de tres líderes del Partido Comunista como la vocera de la CoNES, Fre, quién fue liberada horas después. Denunciaron el maltrato y la ilegalidad de las detenciones, una escena que se repite a lo largo del país.
La misma noche, el presidente Sebastián Piñera, el quinto hombre más rico de Chile, cambió su discurso de “Estamos en guerra” a convertirse en Juan Domingo Perdón, con un discurso amable y falso reconoció los errores, pidió disculpas, dijo que hay que aprovechar esta oportunidad para aprender. Citó a Mario Benedetti y anunció una serie de medidas a favor de los reclamos del pueblo chileno al cual reconoció como legítimo luego de 3 días de violaciones a los derechos humanos.
Si bien para el pueblo chileno no es suficiente, quieren modificaciones profundas y no se come el cuento del cambio porque sabe que son migajas, es importante destacar lo que consiguieron con las protestas. Están en la calle pidiendo por sus derechos.

Entre los anuncios se destacan: aumento de un 20 por ciento en la pensión solidaria que pasa de 110 mil pesos a 132 mil pesos, aproximadamente, y sigue por debajo del nivel de pobreza.
Aumento de aportes fiscales para las pensiones solidarias
Aumento a pensiones para mayores de 75 años
Aumento de aporte fiscal al fondo pensiones para la clase media y en especial mujeres.
Aporte fiscal para pensiones de ancianos no valentes.
Ingreso mínimo garantizado de 350 mil pesos para trabajadores de jornada completa donde el Estado garantizará la diferencia que no pongan los empleadores.
Redistribución del presupuesto a las comunas más pobres.
Seguro de medicamentos y ampliación del convenio Fonasa y farmacias
Disminución en los sueldos de los políticos.
Chile sigue luchando, sigue siendo reprimido y atropellado, saltando el cerco mediático y la manipulación digital del Departamento de Inteligencia. Pese a todo, Chile despierta, resiste y sigue informando por las vías alternativas…
Ya nada volverá a ser igual, al menos hasta que renuncie Piñera. Mientras tanto, Chile arde.