La emergencia alimentaria
Por Nazareno Roviello/El Furgón –
Sin dudas, la situación alimentaria y de pobreza en Argentina ya era grave previo a las elecciones PASO del 11 de agosto. Ya en ese momento la pobreza en Argentina superaba el 35 por ciento, aunque las estadísticas oficiales no lo indicaban porque siempre llegan tarde. Igual con la inflación que se miden a posteriori. Una referencia para tener en cuenta: el viernes 9 de agosto el dólar cotizaba a 46.20 pesos.

En algunas provincias la desigualdad es aún mayor, pero el resultado de las últimas corridas cambiarias dejó a 1,2 millones de personas debajo de la línea de indigencia.
Los comederos no dan a basto y se repitió la consigna de 27 pesos por pibe sin parar hasta llegar al día de hoy.
En la provincia de Buenos Aires donde en agosto la pobreza ya rondaba el 40 por ciento, la gobernadora María Eugenia Vidal, previo a tratarse la emergencia alimentaria anunció en los primeros días de septiembre la suba de las partidas presupuestarias, con bonos para madres con hijos menores a 5 años y aumentos del 10 por ciento en septiembre y una cifra similar en octubre para comedores.
Desde hace 3 meses en Chubut hay una crisis importante donde los trabajadores estatales tienen problemas para cobrar y nadie se hace cargo de la situación. Con reacciones poco democráticas, la provincia alineada hoy al Frente de Todos, no estuvo en boca de nadie, hasta que crecieron los episodios de violencia con la represión estatal y las patotas apretando docentes en la ruta.
Posterior al 11 de agosto cambiaron al menos dos cosas: el dólar volvió a aumentar sin control y eso se trasladó como siempre a los precios. La gestión del macrismo tuvo que reaccionar porque se le iba el gobierno a la deriva y no llegaba a diciembre. Por otro lado, el Frente de Todos, confirmaba lo que le decían las estadísticas previas.
De esta manera, se volvía a establecer en el poder y no de una manera discursiva. Por más que Alberto Fernández no tome decisiones sobre el país pasó a tener una influencia real e importante. Su agenda se volvió presidencial, los empresarios quisieron hablar con él, calmó a los mercados diciendo que iba a pagar y apareció del “dólar Dylan”. La pelota aparecía nuevamente en terreno peronista, un movimiento que se canso de garantizar gobernabilidad al peor gobierno democrático de la historia argentina. Garantizar en un sentido negativo, no en el respeto de los procesos para que termine su mandato, sino siendo partícipe necesario del mayor descalabro económico de los últimos 30 años, más que nada por el nivel de la deuda y la complejidad de la reestructuración que necesita el país.

Para los académicos y especialistas no hay que comparar esta crisis con la del 2001 porque no hay corralito, el Central puede garantizar hasta cierto punto los retiros en dólares. Como se dice, tiene liquidez. El otro ítem importante es el índice de pobreza y el tendido social que antes no existía. Permítanme recordar a todas estas personas que hablan con un plato de comida todos los días, que la pobreza en octubre de 2001 era del 50 por ciento. Hoy Argentina está literalmente a diez puntos porcentuales de llegar a ese mismo registro. Todos los números de consumo y producción están tan bajos como la famosa última crisis y por más que haya obvias diferencias y similitudes, bien vale la pregunta ¿Qué esperan todos que suceda para evitar que la crisis sea de igual magnitud?
Frente a esta pregunta, que como toda pregunta es válida, sumamos dos datos.
La emergencia alimentaria está implementada en el país desde 2002 por el cabezón Duhalde, lo que logra esta nueva sanción es permitirle al gobierno reasignar partidas presupuestarias para volcarlas en la alimentación para parte de la población necesitada.
El Frente de Todos tiene hoy los mismos diputados que tenía antes de las PASO. No cambió nada, pero sí aumentó la demanda de hacer viable sancionar este proyecto que era cada vez más pedido por los movimientos sociales.
Si bien la negociación política para debatir y la aprobar no se puede hacer en dos días, odrían haber hecho esta maniobra política 3 meses atrás. Pero todos estaban en un cumpleañitos, porque todos estaban en campaña, la pobreza era así la misma, pero algo cambió, la pregunta es ¿Qué cambio?
Hoy el macrismo tampoco quiso pagar el costo político de no aprobar este proyecto y despertar aún más odio en la sociedad. Primero bajaron, dieron quórum y aprobaron todos casi en silencio y sin debate. Nunca visto.
El proyecto extiende la emergencia a diciembre de este año, no compromete al próximo gobierno que podrá enfrentar el hambre como más le plazca, aunque, seguramente, intentando que sea con la menor cantidad de gente posible en la calle, no en situación de calle, sino gente movilizada, reclamando.
Al Frente de Todos se lo acusa de haber utilizado este proyecto como slogan político y bien podría ser, pues antes de despejar cualquier x hay que saber múltiples variables. Siempre es bueno dudar de la honorabilidad de clase política que lejos esta de hacer un trabajo ad honorem por el bien común.

Hay que afirmar que el gobierno actual así como dejo chicos discapacitados sin pensiones, invirtió en presupuesto social como nunca, para que no le explote la olla mientras se llevaban la guita afuera. Pero más allá de que el Frente de Todos podría haber forzado esta votación mucho antes, lo que cambió justamente fue que ganaron, ellos adquirieron poder y Juntos por el Cambio lo perdió. Entonces uno capitalizó la victoria y bueno, Cambiemos tuvo que hacer silencio y dar el brazo a torcer en algo que no les cuesta absolutamente nada porque, como dijimos, no es poner más plata sino reasignar partidas presupuestarias.
Algo que parece importante señalar es que la política siempre espera el momento correcto para todo. Sin dudas, al Frente de Todos este poroto le viene bien de cara a octubre. El macrismo espero a último momento para hacer algo que no hubiese hecho por sus propios medios, pero todos esperaron al peor momento posible.
Así como hoy Argentina llegará a octubre con 40 por ciento de pobreza, también se espero a solucionar el problema de Chubut cuando agredieron físicamente a las docentes y la Policía liberó la zona.
Todo se podía haber hecho antes, pero no representaba ni un problema político a nivel nacional, ni era productivo para sacar rédito partidario. Entonces queda claro, que en parte quienes lograron esto son los movimientos sociales; esos que llaman a desmovilizar, pero que nunca dejaron de estar en la calle.
Esperemos no llegar a tener 50 por ciento de gente empobrecida otra vez para entender que si el pueblo no está en la calle, los políticos se quedan durmiendo en la casa y sesionan 6 veces al año. La democracia es otra cosa, eso que no te enseñan en la escuela, que saben los académicos y se guardan para ellos. Lo que hacemos y reformamos todos los días de una manera imperfecta mientras intentamos sobrevivir en este tortuoso viaje michettiano, donde no vemos la luz al final del túnel, porque seguro nos confundimos de tren… Estamos en el “Verano Cargas“.
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Portada: Foto de Nico Avelutto.