martes, abril 29, 2025
Cultura

La pesadilla de Jack: la huelga general

Por Santiago Brunetto/El Furgón –

El 24 de junio de 2018, un día antes de que la CGT realizara su tercer paro general durante el gobierno de Mauricio Macri, el Ministerio de Hacienda difundió un comunicado titulado “¿Cuánto le cuesta a la Argentina el paro que se realizará mañana?”. Ahí estimaba que la huelga le quitaría al país casi 29 mil millones de pesos. Horrorizado, el gobierno nacional parecía descubrir quienes son los verdaderos productores de riqueza. Y es que precisamente ¿qué otra cosa es una huelga general sino el acto político de poner sobre relieve el verdadero estado de las cosas?

Huelga general: despertar del mundo onírico capitalista e introducir a los capitalistas en la pesadilla obrera. Así la interpretó Jack London en su famoso cuento de 1901 “La huelga general: el sueño de Debs” (Eugene V. Debs 1855-1926: líder sindical ferroviario y fundador del Partido Socialista estadounidense) y así la reinterpreta el grupo teatral Morena Cantero Jrs. que, bajo la dirección de Iván Moschner, pone su adaptación en escena todos los sábados de en el teatro Paraje Artesón.

A partir del título, encontramos ya una pequeña vuelta de tuerca. La obra deja de ser “el sueño de Debs” para transformarse en “la pesadilla de Jack”. Tal como nos comenta Moschner: “Jack London en principio fue parte del Partido Socialista, reivindicando a Debs, pero termina su vida siendo un burgués con todas las de la ley. Hay una vuelta que dimos en ese sentido, por eso el personaje principal se llama Jack como él”. La obra está centrada entonces en la construcción del clima pesadillesco en que se sumerge la burguesía ante el acontecimiento de la huelga general. Con elementos de ironía y humor, el grupo se cuida de no caer en clichés melodramáticos a la hora de representar a los opresores.

César Arakaki se pone en la piel del General Folsom, encargado de “restablecer el orden” ante la huelga.  Al ser consultado sobre el método de construcción de los personajes, responde: “No queríamos retratar a los burgueses como la encarnación del mal, sino ponerlos en su lugar histórico. Preguntarnos ¿qué harían estas personas si se encontraran ante la situación de tener que salir a matar para buscar comida? Mi personaje es particular porque es un milico con experiencia, que pasó por grandes guerras, pero que ante una situación inédita como la huelga general es capaz de mandar todo a la mierda.” Las miserias individuales de la personalidad de los personajes se piensan entonces en el marco del clima social impuesto por la huelga. Lo que importa es descifrar como los burgueses en tanto clase, y no en tanto individuos, reaccionan ante ella.

Hay una dimensión propia de lo estético en el acto de la huelga general. En su capacidad de dar vuelta de forma instantánea la percepción de la historia, reside también su permanencia a través de los años. En un contexto de bastardeo político e ideológico de la huelga como herramienta política de la clase obrera, en un contexto de negación política e ideológica de la lucha de clases, la huelga general tiene la capacidad de mostrar, sin demasiado esfuerzo, lo que permanece siempre igual. Moschner afirma que “el solo nombrarla es recordar que existe ese método”.

Comenta también que no es casualidad que el grupo haya decidido poner en escena esta obra en el marco del contexto general: “No la planificamos para la coyuntura de hoy en particular sino, en general, en el contexto de la crisis mundial desatada a partir del 2008. Nos parece importante reivindicar a la huelga general como norte, como herramienta de la clase obrera”.  Es entonces una obra pensada en sí misma para su intervención política. Según Arakaki: “Este es un momento de ‘teatro militante’. Si dejáramos de hacer la obra por el momento económico, le daríamos lugar a la burguesía a que ocupe esos lugares. Por eso queremos que se vea lo que estamos haciendo. Lo que estamos haciendo es preguntarnos, adaptando un cuento de hace cien años, qué está pasando hoy en 2019, mostrando lo que permanece igual un siglo después”.

Ficha técnica – “La pesadilla de Jack: la huelga general”

Actúan: Ariel Aguirre, César Arakaki, Melania Buero, Rubén Demichelis, Sergio Escalas, Maria Belén López Orozco.

Diseño de vestuario: Luciana Morcillo

Diseño de escenografía: Luciana Morcillo

Diseño de luces: Federico Leyenda

Diseño gráfico: Patricia Millán

Diseño de movimientos: Mauricio Zmud

Dirección: Ivan Moschner

Duración: 60 minutos

PARAJE ARTESÓN. Palestina 919 timbre 2 – Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Web: www.parajearteson.com.ar

Reservas: morenacanterojrs@gmail.com

Funciones los sábados a las 22:15, del 4 de mayo al 29 de junio.