martes, noviembre 12, 2024
Nacionales

Despedidos en Electrolux se movilizan en Rosario

Lucas Tondo es trabajador de Electrolux, uno de los últimos despedidos de la planta rosarina de la multinacional sueca. Lo entrevistamos para que nos cuente la situación que atraviesa junto a sus compañeros, que luchan por su derecho a trabajar, derecho al que no están dispuestos a renunciar. Por otro lado, la fiscal Valeria Haurigot imputó a Tondo y a otros 13 despedidos por los delitos de “sabotaje y perturbación del orden público”.

Por Luis Brunetto/El Furgón –

El Furgón:- ¿Cómo fue el proceso en Electrolux que desembocó en los últimos despidos?

Lucas Tondo: – Los despidos vienen desde enero, a cuentagotas, y junto con los retiros voluntarios vienen produciendo una importantísima reducción de trabajadores en la planta, de más o menos 100 compañeros. El lunes 29 de abril, nos presentamos a trabajar y a 25 compañeros el molinete los rebotó. Decidimos quedarnos en la puerta de la planta manifestando, esperando una respuesta. Tardó cuatro días en llegar: la Policía de Investigaciones con la fiscal Valeria Haurigot, acusándonos de privación ilegítima de la libertad y ¡hasta de portación de armas de fuego! Eso después se cayó cuando el juez penal Hernán Postma, en una audiencia, resolvió que este es un conflicto laboral desde el origen. Igual, el viernes nos volvieron a mandar la PDI con otra citación, para imputarnos por usurpación, y hoy lunes se la volvieron a mandar a los compañeros que quedaron en la carpa, mientras estábamos en la audiencia en el Ministerio de Trabajo ¡Nos quieren criminalizar a toda costa! El mismo Julio Genesini, el ministro de Trabajo, afirmó en la audiencia que se trataba de un conflicto laboral. Pero la empresa y la fiscal nos quieren mandar a la justicia penal a toda costa.

E.F: – ¿Cómo está la empresa? ¿Atraviesa una situación de crisis? ¿Cuál es el reclamo de ustedes?

L.T: – Electrolux es una multinacional de capitales suecos, que domina el mercado mundial de electrodomésticos. En la audiencia el Jefe de Planta, Marco Medeiro, dijo que facturaba 12 millones de pesos por día, que equivalen a dos años de sueldos de todos los despedidos. La empresa no tiene justificativo para echarnos. De hecho, los telegramas son sin causa, la firma no tiene ninguna crisis. Pueden haber caído un poco las ventas, pero eso no lo resuelven despidiendo gente. Además, manejan números exorbitantes en relación a los sueldos. Y nosotros lo único que queremos es la reincorporación, no queremos plata, ni más indemnización. Queremos trabajar, porque esa es la única forma de mantener a nuestras familias.

Trabajadores despedidos de Elextrolux en C5N

E.F: – ¿Cómo se organizaron? ¿Qué medidas tomaron?

L.T: – Tenemos una carpa en la puerta de la fábrica y estamos ahí las veinticuatro horas. El tema es que la fiscal y la empresa están empecinados en sacarnos a toda costa. Y en criminalizar la protesta. Acá se formó un Comité de Solidaridad, que integran organizaciones de derechos humanos, sociales, políticas. Adolfo Pérez Esquivel, el Premio Nobel de la Paz, se ha solidarizado con nosotros. Y para el martes 7 de mayo, a las 17, convocamos a una marcha en el centro de Rosario, en la Plaza 25 de mayo. Además, ahora tenemos una nueva audiencia en el ministerio de Trabajo para este viernes a las 9 de la mañana.

E.F: – ¿Y el sindicato? ¿Los delegados?

LT: – La UOM lo que hizo fue ir al ministerio de Trabajo, sacar un acuerdo que prohíbe los despidos desde este lunes, hasta fin de año, pero todos los despidos desde enero quedan al margen del acuerdo. Antonio Donello (secretario general de la seccional Rosario) firmó a espaldas de los trabajadores, porque no consultaron absolutamente nada ni a nadie. Pablo Cerra, el abogado del gremio, dijo en la puerta del ministerio que con los despidos que ya pasaron ellos no iban a hacer nada. Y los delegados nos dejaron tirados, no nos vinieron a traer ni un kilo de pan ni un bidón de agua, entre ellos, Silvana Teisa, candidata a concejal por Unidad Ciudadana. Para la UOM dejamos de existir desde que el molinete nos rebotó. Nos entregaron Donello y los delegados, que además se eligieron entre ellos, porque ni siquiera hay elección de delegados en esa fábrica: las hicieron cuando estaba parada y nosotros suspendidos.