Los pobres no comen helado
Como esas de los dibujitos.
Le pregunté a mi mamá si éramos pobres.
Y ella me dijo que no.
Que nosotros éramos de clase media.
Y claro…
Los pobres son esos que piden ayuda en la tele.
Como los inundados o los nenes que tienen los mocos colgando.
ropa usada y zapatillas rotas.
Me habían comprado un cd trucho de Bandana para el día del niño.
Me acuerdo que los pobres no tenían eso porque no tienen nada de plata.
Nosotros éramos de clase media porque la segunda quincena de febrero nos íbamos una semana al mar y mis compañeritos que eran pobres no paseaban con sus familias.
Algunos no tenían familias.
La mamá de Laura trabajaba y ella era pobre porque venía sucia al colegio.
A la mañana mi papá se iba re temprano como a las cinco cuando yo dormía para trabajar.
Se bañaba y se perfumaba, los pobres estaban sucios y son vagos.
Nosotros éramos de clase media.
Porque mi papá llegaba a la noche después de unas changas.
Yo me quedaba despierta como hasta las once para saludarlo y me daba la revista Anteojito.
Nosotros no éramos pobres porque los domingos después de lavar autos o cortar el pasto, me llevaban a comprar cosas para la casa, ladrillos y eso.
Y a veces me compraban un helado los pobres no comen helado.
Ese día Rocío en el colegio me enseñó lo que eran las clases sociales, que era algo que divide a las personas y determina quién puede y quién no puede disfrutar.
Sin saberlo mi mamá ese día me enseñó que admitir que uno es pobre da vergüenza, tanto que se finge ser otra cosa y que esa pobreza lejana que ella me mencionó en realidad se llama marginalidad y de los marginales sólo se acuerdan cuando hay que juzgarlos…
Hace unos años me di cuenta que nosotros éramos pobres.
Hoy seguimos siendo pobres pero yo llegué a la universidad y mi misión es no olvidarme de los olvidados, porque todos tenemos permitido soñar y comer un poco de helado de vez en cuando.”
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