Angélica Lagunas: “Hay que reestatizar la industria petrolera”
Angélica Lagunas, diputada provincial por el FIT (Frente de Izquierda y de los Trabajadores) de Neuquén, y ex secretaria general de ATEN Capital (Asociación de Trabajadores de la Educación del Neuquén), es la actual candidata a intendente de la capital provincial por el Frente, que lleva al ceramista Raúl Godoy como candidato a gobernador, y a Patricia Jure encabezando la lista de diputados provinciales. Fue una de las principales dirigentes de la huelga de 43 días de los docentes neuquinos, entre abril y mayo de 2018. Lagunas dialogó con El Furgón sobre las propuestas electorales; el papel de los trabajadores contra el ajuste; las empresas recuperadas Zanón, Cerámica Neuquén y Cerámica Stefani; las regalías petroleras; la flexibilización laboral y la explotación del yacimiento “Vaca Muerta”.
Por Luis Brunetto/El Furgón
El Furgón: – Cuál es el balance de las luchas durante 2018?
Angélica Lagunas: – El año empezó con las jornadas de lucha de diciembre de 2017 contra la reforma previsional, que pudo ser votada por el apoyo de otros bloques. Luego siguieron las provocadas por los despidos en distintas reparticiones del estado, que dieron origen a grandes movimientos en el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial), el Hospital Posadas y la agencia de noticias Télam. Por otro lado, en las universidades hubo toma de numerosas sedes donde fue fundamental la acción estudiantil. Fue un movimiento no sólo en defensa del salario de los docentes, sino contra los recortes presupuestarios del gobierno. Todas estas luchas se combinaron con las del movimiento de mujeres: 2018 fue el año de las mujeres, el año en que el movimiento feminista tomó un rumbo y un ritmo que ningún gobierno esperaba. La “ola verde” impuso el debate y la votación en el Congreso del proyecto de aborto legal, presentado ya por novena vez. Esta ola verde tuvo además un componente fenomenal en el hecho de que no fue sólo la mujer, sino la mujer joven, la que salió y tomó las calles, y la llevó a todos los ámbitos: los lugares de trabajo, los barrios, las universidades y escuelas secundarias. Y no sólo salimos a las calles por el aborto legal, sino que salimos a decir basta a la violencia machista y al Pacto entre la justicia, el estado y la iglesia, que es el que la sostiene. Esta es la característica más importante del 2018: la pelea contra el ajuste del presidente Mauricio Macri y los gobernadores se combinó con la lucha feminista.
Pero, finalmente, el gobierno logró su objetivo de echar 200 mil personas, lo mismo ocurrió en el sector privado, e imponer un presupuesto terrible de ajuste para 2019. Casi todas las paritarias además, quedaron muy por debajo de la inflación, el salario fue pulverizado. Y a eso hay que agregarle los tarifazos, que ya no se soportan. Acá tiene responsabilidad decisiva la burocracia sindical, la de los gordos y la de los no tan gordos. Porque hubo paros generales en 2018, pero desgraciadamente aislados, y eso garantizó que el gobierno pudiera avanzar con el ajuste. Al no haber un plan de lucha nacional, lo que hubo fueron paros aislados, y cuando llamaban a parar no llamaban a movilizar y cuando llamaban a movilizar no llamaban a parar. Hicieron todo para que el conjunto de la fuerza de los trabajadores, la del movimiento universitario y la del movimiento de mujeres no se unieran para derrotar al ajuste de Macri y los gobernadores. Por eso nosotros, junto a otros sectores sindicales combativos de distintos gremios (además de docentes, ferroviarios, neumático, ceramistas, Luz y Fuerza de Córdoba, estatales) hemos promovido el Plenario Sindical Combativo, para agrupar a todos los trabajadores y trabajadoras que entienden que hay que sacarse de encima a la burocracia y organizar el plan de lucha que necesitamos.
EF: – Ustedes desde ATEN protagonizaron una prolongada huelga, y lograron imponer lo que se conoce como “cláusula gatillo”…
AL: – Esta es una provincia que tiene una historia tremenda de luchas docentes, entre ellas la huelga del 2007 que terminó con el asesinato de Carlos Fuentealba por la policía de Jorge Sobisch. Eso te da una dimensión de lo que fue la huelga del 2018, que duró 43 días, la más larga de la historia de ATEN. La causa fue el descontento de los docentes con el salario miserable que se nos paga, como en todo el país: para llegar no a fin de mes sino a la tercera semana del mes, una compañera tiene que trabajar doble turno, lo que implica una jornada laboral que te deja agotada, y eso representa una situación de superexplotación cada vez mayor. Por eso se produjo este movimiento que fue una auténtica rebelión docente. Al principio hubo dudas, hacíamos paros de 48 horas. Pero finalmente sacamos la conclusión de que no podíamos volver, porque no teníamos respuesta del gobierno. Además, aplicó un descuento del 30 % indiscriminado, un robo, sin distinguir a los que habían parado de los que no, y eso indignó a todos. Eso provocó la irrupción de la base docente, que pasó por encima a la conducción provincial, que permanentemente pretendió desmovilizar, que volviéramos a las escuelas, y que había que aceptar un aumento hasta julio, como plantearon en la asamblea del 2 de mayo.
EF: – ¿Y cuál fue la reacción de la base docente a ese planteo de la directiva?
AL: – Las compañeras venían de 35 días de paro, y por lo tanto dijeron no, porque además había condiciones para ganar: primero, que la inflación se estaba yendo al carajo; segundo, se sabía que había plata en la provincia y, tercero, que tanto en el MPN (Movimiento Popular Neuquino) como en la oposición patronal, el gobernador Gutierrez iba quedando aislado. Eso planteábamos desde la directiva de ATEN Capital y desde las demás directivas opositoras. A partir de ahí, cada compañera y compañero tomó en sus manos las tareas de la huelga. Por ejemplo, cuando fuimos a la Marcha Federal de CTERA (Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina) a exigir, el gobierno aprovechó para mandar rompehuelgas a cubrir los cargos de los huelguistas, pero los compañeros fueron a las escuelas y lo impidieron, y echaron a las patotas que había mandado Gutierrez. Así le demostramos al gobierno que a un huelguista no se lo reemplaza, se le da respuesta. A Omar Gutierrez no lo dejamos en paz: íbamos a cada acto oficial, en cualquier lugar de la provincia, a reclamarle una respuesta.
EF: – ¿Cómo evalúan los resultados de la huelga?
AL: – Creemos que logramos hacernos respetar como trabajadores de la educación que, en el contexto actual, es un logro. Y no sólo por el gobierno provincial, sino también por la propia directiva de ATEN, porque le demostramos que no podía venir a decir a cada rato que estábamos débiles cuando teníamos una huelga enorme y movilizaciones de miles: 2500 en la asamblea de ATEN Capital, 15 mil en la marcha de los guardapolvos, 20 mil en el aniversario del asesinato de Carlos. Y en cuanto a las reivindicaciones, logramos la actualización automática trimestral de los salarios básicos por inflación. Eso hasta ahora te da un 33 %, y falta el aumento del último trimestre, que nos va a llevar a alrededor del 42, además de un bono de $ 4 mil. Esto es muy importante, porque, si bien perdimos contra la inflación, es mucho menos que lo que perdieron la mayoría de los trabajadores, porque los sindicatos arreglaron alrededor de un 15 % promedio. Una maestra que recién se inicia cobra, sin la última actualización, $ 20 mil.
De todos modos, la Asamblea de ATEN Capital votó rechazar ese acuerdo y reclamarle al gobierno la incorporación al básico de los $ 4 mil que nos dieron en negro, para lograr una recomposición salarial, que era la otra reivindicación de la huelga. Pero nuestra posición fue derrotada a nivel provincial. Eso no significa que el resultado no haya sido muy importante. Al contrario, creemos que se trata de una conquista de la rebelión docente, que tuvo que enfrentar todas las maniobras del gobierno y de la burocracia sindical que quería que volviéramos a las escuelas a toda costa. Un logro muy importante en el contexto del ajuste que se está llevando adelante en todo el país.
EF: – También hubo una larga huelga docente en Chubut y conflictos en varias provincias: qué papel jugó CTERA respecto a esos conflictos?
AL: – La CTERA hizo dos o tres paros aislados en todo el año. Tenían la posibilidad de hacer un plan de lucha nacional, apoyándose en nuestra huelga, que le permitiera a toda la docencia del país, que está cascoteada de todos lados, salir a pelear. Hemos perdido la Paritaria Nacional, el ataque a la escuela pública es permanente. Sin embargo CTERA no organizó ningún plan de lucha.
EF: – Suena coherente con las recientes declaraciones de Hugo Yasky, a quien normalmente se lo asocia con los sectores más opositores al macrismo, acerca de no hacer paros este año. Fue secretario general CTERA varios años. ¿Qué opinás de esas declaraciones?
AG: – Hugo Yasky es parte de la burocracia sindical, en este caso de la CTA, que junto con los gordos de la CGT (Confederación General del Trabajo), forman los sectores sindicales que han apostado a que la batalla contra el ajuste se de en las urnas en el 2019. Yasky ha dicho algo muy perverso, que es que tiene que pasar algo muy grave para hacer un paro: no son graves los tarifazos que han pulverizado los salarios, la inflación galopante, los centenares de miles de despidos, que los jubilados y jubiladas hayan sido estafados como lo fueron? Yasky representa el sector de la burocracia que ha sido cómplice del ajuste porque no preparó el plan de lucha para enfrentarlo. Es un crimen político que la burocracia sindical no haya convocado a un plan de lucha para tirar abajo el ajuste, porque se lo puede derrotar. Nuestra huelga demuestra que se podía romper el techo salarial, e ir por más. Si la CTERA de conjunto hubiera convocado a congresos para organizar un plan de lucha, hubiésemos derrotado el ajuste en educación, en lugar de terminar el año con cierre de escuelas, con la UNICABA (Universidad del Docente de la ciudad de Buenos Aires), con los presupuestos educativos destrozados. Entonces es criminal que estos dirigentes sindicales nos digan que hay que esperar a las elecciones, pero aun más que lo digan ahora, cuando ya están los nuevos tarifazos y va a empezar la discusión de las paritarias! Nos llaman a no parar, a marchar sin paros! Vamos a parar el ajuste con una marcha cada jueves? Eso es ser cómplices del gobierno y dejar pasar el ajuste, para garantizarle la campaña al kirchnerismo, poniendo nuestro sindicato como furgón de cola del peronismo. No: necesitamos piquetes, cortes de ruta, toma de las fábricas que despidan. Necesitamos un plan de lucha nacional donde todos los compañeros de todos los gremios hagan lo que hizo la docencia neuquina: tomar en sus manos la lucha e ir a la huelga general, con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes.
EF: – Cómo es el panorama educativo para el año que viene, teniendo en cuenta el ajuste que pauta el presupuesto? Qué ajuste prevé el presupuesto neuquino?
AL: – El presupuesto de Macri es un presupuesto hecho a la medida del FMI (Fondo Monetario Internacional), de las multinacionales y de los empresarios, y votado con la complicidad de los gobernadores. Está hecho para pagar la deuda externa, garantizar las ganancias de las multinacionales y que los banqueros sigan amasando fortunas como en las últimas décadas. Todo a costa de una poda tremenda de los presupuestos de salud, educación y todos los gastos sociales. Si hubo problemas en educación en el 2018, imagínate con este presupuesto en 2019. Tienen pensado a avanzar con despidos también en educación, no va a haber construcción de escuelas y ya hay cierres. Mientras tanto, se sigue subsidiando a las escuelas privadas: ahí no hay ningún ajuste porque además el gobierno está desarrollando una alianza estratégica con las iglesias, la católica y las evangélicas. Por eso el freno a la ESI (Educación Sexual Integral): es un ataque de estos sectores, avalado por el gobierno, contra lo que llaman “ideología de género”. En Neuquén desde el FIT votamos contra el presupuesto: no está ajustado ni siquiera según la inflación, no prevé la construcción de una sola escuela ni termina las que están en construcción. Ocurre algo tremendo: hay 30 jardines en construcción, abandonados desde fines de 2017. Los obreros, que no cobran el sueldo, han empezado a llevarse las herramientas y materiales como parte del pago de los salarios, y la propia gente de los barrios cercanos también se va llevando lo que necesita, además de que en muchos de ellos las inclemencias del tiempo van destruyendo lo poco que se ha construido. Esos 30 jardines se necesitan para poder garantizar el acceso a sala de 4 años ¡En la provincia de Vaca Muerta!
EF: – Respecto de Vaca Muerta, ustedes como FIT acaban de presentar lista en una provincia clave, en la que se encuentra esa gran esperanza de la burguesía argentina: ¿Cuál es la situación de ese proyecto?
AL: – Es una vaca que da leche para muy pocos, y pobreza y grandes daños ambientales para el resto. Las empresas se pelean por invertir acá, se están llevando fabulosas ganancias, y para eso reducen los costos todo lo que pueden en lo salarial y en las medidas de protección del medio ambiente. A Neuquén todos los días llega gente, no sólo de otras provincias, sino de otros países; sobre todo venezolanos y bolivianos, y por supuesto que las empresas no proporcionan la infraestructura, ni siquiera la mínima, necesaria en vivienda, salud ni nada para esos trabajadores. El gobierno, en 2018, por cada peso de devaluación, tuvo un extra de ¡$ 900 millones! Pero eso no se ve ni en escuelas, ni en hospitales, ni en puestos de trabajo. Nosotros proponemos desde el FIT la reestatización de toda la industria petrolera y de hidrocarburos, controlada por los trabajadores, tanto la producción como la comercialización: lo que ingresaría si la explotación fuera estatal, alcanzaría para eliminar completamente la miseria de la provincia. Se podría resolver el déficit habitacional de 70 mil viviendas, por ejemplo. Además, la explotación estatal bajo control obrero garantizaría el respeto al medio ambiente: como trabajadores no vamos a contaminar el lugar donde vivimos, el agua que tomamos ni el suelo que pisamos.
EF: – Hace pocos días, el ex viceministro de Economía Alvarez Agis defendió el éxito de la flexibilización del convenio petrolero en Vaca Muerta: ¿Qué consecuencias ha tenido esa política? ¿Es cierto que subió el nivel de ocupación? ¿Qué impacto ambiental produce?
AL: – En realidad, hubo despidos en el petróleo que fue el resultado de un acuerdo entre la burocracia sindical peronista y las empresas, que se plasmaron en la famosa “adenda” que cambió el convenio colectivo de los petroleros. Lo que hicieron fue sacarse de encima a los trabajadores de mayor antigüedad, mediante retiros voluntarios, y el que entraba en su reemplazo, lo hacía en base a las nuevas condiciones. La flexibilización es total: en boca de pozo no hay horas extras, las viandas ya no se pagan, se puede echar a los compañeros cuando y como quieren, entonces se aprovechan de la gran cantidad de gente que necesita trabajar para presionar a los que tienen trabajo. Un ejemplo: antes, el traslado desde las casa hasta el pozo se pagaba como hora extra al 100 %, ahora no se reconocen. Es una rebaja salarial tremenda.
EF: – En Neuquén se ha dado una de las experiencias obreras más importantes de los últimos años: me refiero a la gestión obrera en el gremio ceramista, en las que la izquierda ha tenido un papel protagónico. ¿Cuál es la situación de esa experiencia?
AL: Las tres cerámicas, Zanón, Cerámica Neuquén y Cerámica Stefani, se hallan bajo control obrero. Han sido modelo de lo que se debe hacer cuando una patronal abandona la empresa y deja a los trabajadores en la calle. Pero tienen grandes dificultades en este contexto capitalista, porque buscan ahogarlas, por ejemplo, impidiéndoles el acceso al crédito que necesitan para modernizar las plantas. El estado, que a los amigos les presta con toda facilidad, les da la espalda. Las tres cerámicas están pasando por una situación muy complicada, que se agravó con la devaluación, porque muchos de sus insumos se pagan en dólares, además de los tarifazos, que son impagables. Por eso la reestatización del petróleo es fundamental: con esos ingresos se podría financiar la modernización tecnológica de las plantas, cuyo funcionamiento a su vez es clave para la inversión provincial en obra pública.
EF: – Además, la izquierda tiene una gran influencia sindical. ¿Cuál es la situación de la izquierda en Neuquén y qué expectativas tienen respecto a las próximas elecciones?
AL: – Si, la izquierda tiene gran influencia, no sólo en el terreno sindical. Por eso desde el FIT tenemos grandes expectativas. Para gobernador nuestro candidato es Raúl Godoy, dirigente ceramista de Zanón; para diputados encabeza la compañera Patricia Jure; y yo fui designada como candidata a intendente de Neuquén Capital. Creemos que podemos consolidar lo que hemos conquistado, una alternativa para la clase trabajadora,. Además queremos ir por más. Qué se exprese en las urnas lo que hemos logrado en los lugares donde dirigimos y en los que actuamos. Está claro que somos la única opción ante todas las opciones patronales que van a oponerse al MPN. Tenemos a Cambiemos, que lleva al intendente de Neuquén al ex kirchnerista “Pechi” Quiroga y a un frente del peronismo que agrupa desde el kirchnerismo hasta el PJ (Partido Justicialista) y partidos provinciales, que va detrás de Ramón Rioseco. Los tres se pronuncian por continuar con el FMI, mantener los acuerdos de Vaca Muerta y avanzar con el ajuste.
EF: – La Patagonia ha visto en los últimos años una agudización de la represión al pueblo mapuche. Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, muertos y un hostigamiento permanente. ¿Qué intereses se mueven detrás? ¿Qué medidas promueve el FIT para afrontar el problema?
AL: – La represión al pueblo mapuche tiene como objetivo despojarlo de sus tierras para avanzar en la explotación petrolera sin interferencias, pero además tienen los ojos puestos en los lagos y los glaciares, en la riqueza mineral e incluso en la fauna de la Patagonia. Pero el pueblo mapuche es un factor de resistencia para esos intentos. Por eso se profundizó la represión. Para poder avanzar, necesitan aumentar la represión y para legitimarla tienen que demonizar al pueblo mapuche, como hace (Patricia) Bullrich cada vez que puede. Y para eso también pretenden instalar una base yanqui; ya se instaló una base china aprobada bajo el kirchnerismo. Pero también, la estatización del petróleo y de la renta petrolera beneficiaría directamente al pueblo mapuche, que sufre especialmente la miseria, porque permitiría invertir sumas que hoy se llevan las empresas en la resolución de sus necesidades.
EF: – Como candidata a Intendente de Neuquén capital, ¿que programa propone?
AG: – El actual intendente de Neuquén está construyendo una ciudad para los ricos, alrededor del centro, dónde se destinan todos los recursos, mientras los barrios están completamente abandonados. Muchos no tienen los servicios mínimos: ni cloacas, ni gas, ni agua, ni electricidad. La mayoría de los barrios son producto de tomas porque el municipio no garantizó loteos sociales. Por eso la gente tomó terrenos y construyó como pudo sus casas. Esta situación hay que resolverla enseguida. Lo mismo ocurre con el déficit habitacional: de las 70 mil viviendas que faltan en la provincia, 40 mil faltan en Neuquén capital. Hay tierra fiscal abundante, por lo que se puede hacer un loteo social a bajo costo y construir viviendas estatales, que se cobre una cuota barata que permita la construcción de nuevas viviendas, y que sean las cerámicas bajo control obrero las que provean ese material al estado. Otro gran problema que tenemos en Neuquén capital es el costo del transporte, que se va a ir a $ 33 en el tramo más caro. Estamos hablando de casi $ 150 diarios para una pareja de trabajadores que tenga que hacer 2 viajes por día. Por eso vamos a plantear la estatización del transporte público, terminando con el subsidio que le da el estado a la empresa que explota ese negocio, Indalo- Santa Fé SA, que es millonario, por un servicio que además es un desastre. Por otra parte, Quiroga, con el aval del MPN, pretende quitarle a los clubes de barrio los terrenos y las canchitas que en muchos casos los vecinos con su esfuerzo han construido para brindarle a los pibes espacios deportivos. Esas cosas que las comunidades hacen con mucho esfuerzo, el intendente de Cambiemos pretende desbaratarlas. Nosotros proponemos lo opuesto: vamos a construir centros de educación física en todos los barrios, en base a los propios clubes que la misma gente ha construido.
Es cierto que, como te dije, para nosotros la solución integral depende de la estatización petrolera, y eso no se puede resolver desde la intendencia. Pero, de todos modos, Neuquén capital recibe, por ser la ciudad más grande, el mayor porcentaje de la regalía petrolera de la provincia. Vamos a redireccionarla para ponerla al servicio de los trabajadores y de la población de los barrios de Neuquén capital.