martes, noviembre 12, 2024
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Hoy todas somos una

Por Carla Elena*, especial para El Furgón –

Escuchar ayer en voz de otra mujer una denuncia de violación sin dudas nos lleva a comprender, reflexionar, sentir y ratificar que este es el camino;  el de la palabra, el de la denuncia, el de un hacer y sostener en conjunto con otros. Otros que sí nos creen, otros que están dispuestos a mostrar cómo nos ponemos como grupalidad.

Colectivo “Actrices Argentinas”. Foto: Julieta Ferrario

El trayecto del relato, del contar, del narrar, de no olvidar no es fácil porque deja una parte nuestra muy expuesta y el discurso patriarcal dominante suele condenar, increpar y hasta cuestionar a la víctima. Pero con toda seguridad reflejarse e identificarse con diferentes historias habilita y aloja a otros seres que padecen. Generar un espacio confiable donde sea una necesidad expresar lo vivido para tramitarlo, trabajarlo, repararlo y en ese recorrido albergar otros discursos, otros decires, otros sentires y otras denuncias es un acto subjetivante que hoy está haciendo historia y en un solo sentido.

El discurso patriarcal dominante suele condenar, increpar y hasta cuestionar a la víctima

Fundamental es que cada vez seamos más y de diferentes grupalidades o individualidades las denunciantes. Cuando un abuso, acoso, maltrato o violación se visibiliza ocurre un movimiento, tanto interno como externo. Ya no sos la misma, ya la sociedad no es la misma y ya los victimarios tampoco lo son. Seguir abriendo estos espacios para darle lugar y cobijo a otros sujetos para que se identifiquen, se sientan acompañados y sepan que hay otras que también padecimos es el sendero para continuar esta lucha que no tiene marcha atrás.

Lo de Thelma Fardin ayer fue muy significativo, no solo porque denunció a un hombre por violarla cuando ella era menor de edad, sino porque lo hizo de manera pública y en primera persona 9 años luego del hecho. Logró, a partir de una grupalidad que la contuvo y sostuvo, y de una compañera con la que se identificó, exponer su voz y su vos que había obturado para poder continuar adelante. Un continuar que hoy tiene otro sentido, que desde ayer no será el mismo ya que Thelma ha podido y decidido seguir narrando y trazando su trayectoria desde otro lugar.

Thelma Fardin, Griselda Siciliani y Mirta Busnelli. Foto: Julieta Ferrario

“Me di cuenta que tenía un rol fundamental en lo que está sucediendo y que lo que a mí me había pasado podía servir para que otras puedan denunciar”, sostuvo la actriz Thelma Fardin tras hacer pública su denuncia penal por violación contra el actor Juan Darthes.

Seguir abriendo estos espacios para darle lugar y cobijo a otros sujetos para que se identifiquen, se sientan acompañados y sepan que hay otras que también padecimos es el sendero para continuar esta lucha que no tiene marcha atrás.

Ya no hay dudas de que el transitar es conjunto, unidas, formando redes vinculares, atmósferas subjetivantes que nos sostengan contengan, apoyen y crean. El camino es junto con otros para continuar contando estas historias, tal vez reprimidas, negadas u obturadas para preservarnos, pero hoy hallamos otra forma de cuidarnos y es de la mano de un otro, un otro que nos cobija, que nos abraza, cómplice y que nos acompaña. Este accionar seguramente generará y motivará que otros relatos salgan a la luz  y así prevenir, o por lo menos alertar, situaciones violentas. Seguir denunciando a estos abusadores, violadores, acosadores amparados y protegidos durante décadas por una cultura y sociedad patriarcal es la manera de que esta estructura que los sostuvo se desmorone. Se caiga. Hoy todas somos Thelma. Hoy, te invitamos a ver cómo nos ponemos todas.

“Esto es la vida de las mujeres también. Vamos a empezar a hablar y no nos vamos a callar más. Es un mensaje para toda la sociedad”, sintetizó Laura Azcurra.

* Psicóloga Social y docente.

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