Dujovne defendió el presupuesto del ajuste que propone el FMI
Por Luis Brunetto/El Furgón –
Leer el proyecto de Ley de Presupuesto 2019 exige una cuota considerable de valor personal. Cuando uno termina no puede más que horrorizarse por el carácter criminal de sus consecuencias, y de sus autores. Representa, para adelantar un juicio sobre su naturaleza, la cristalización social de la gigantesca pauperización de la economía nacional, de la fuerza de trabajo del país y su remuneración. Encubre, o pretende encubrir, una nueva bancarrota del capitalismo y del estado burgués argentino.
La clave de la encrucijada económica es la crisis del repago de la deuda, y por lo tanto la penuria de dólares
Recortes tan monstruosos como los que uno tiene a la vista difícilmente tengan antecedentes en la historia económica mundial, al menos desde fines del siglo XIX, cuando el movimiento obrero comenzó a convertirse en una fuerza social decisiva. El procedimiento con que, tradicionalmente, la burguesía confeccionaba presupuestos regresivos, consistía en la subestimación de la inflación y, por lo tanto, la del aumento de las partidas de los distintos rubros. Pero tales rubros aumentaban en términos nominales. En este caso, se trata de recortes nominales, a los que hay que sumarles la inflación del 2019, por lo que el recorte real es aún más monstruoso.
Esquema del #PresupuestoDelAjuste para desprevenidos… pic.twitter.com/0jnJRSQqE6
— Miss Casata ♔ (@MissCasata) September 17, 2018
¿Podría ocurrir que un shock recesivo, como el que ya se está desarrollando y que además va a empeorar, frenara bruscamente la inflación y redujera el tamaño del recorte? No, porque la clave de la encrucijada económica es la crisis del repago de la deuda, y por lo tanto la penuria de dólares. Las alzas bruscas del dólar, seguidas de intervalos de calma cambiaria en que los grandes capitalistas rearman provisoriamente la bicicleta para luego volver a salir, llegaron para quedarse.
Las partidas de salud y educación tienen un incremento nominal del 32 y del 14 % respectivamente, contra una inflación prevista en el propio proyecto en el orden del 35 %
La última alza brusca, desde los $ 31 a los $ 40, a partir del 29 de agosto, para luego amesetarse en ese precio, es la tercera desde diciembre de 2017: a mediados de ese mes, la divisa saltó de $ 17 a $ 21, para pasar un verano “tranquilo” alrededor de ese precio; a mediados de marzo se escapó a $ 26, descansando hasta julio, en que llegó a $ 30, y se mantuvo estable hasta el final del octavo mes del año. Además, esa penuria se verá acrecentada por la crisis mundial, de la que es expresión la guerra comercial chino- estadounidense, en pleno despliegue.
Presentación Presupuesto 2019 en la Cámara de Diputados
Algunas de las monstruosas perlitas del presupuesto dujovniano son las siguientes: un recorte nominal del 6,5 % en los subsidios a la energía y el transporte y del 7,2 % en obra pública. Dentro de este último rubro, la partida para infraestructura escolar se reduce menos, en un 0,5 %: después del bombazo en Moreno que costó la vida de Sandra y Raúl, una prueba más del desprecio burgués por la vida y la salud del pueblo trabajador.
En el presupuesto nada se pierde, sino que se transforma. En este caso, se transforma en la partida destinada al pago de intereses de la deuda. 600 mil millones de pesos la convierten en el segundo ítem del presupuesto, sólo por debajo de la seguridad social, y superior a los 540 mil millones destinados, en conjunto, a Educación, Ciencia y Tecnología, Seguridad y Defensa.
En el contexto de una caída en picada de la inversión productiva privada, la reducción de la partida destinada a obra pública no hará más que agudizar el proceso contractivo de la economía nacional. Las partidas de salud y educación tienen un incremento nominal del 32 y del 14 % respectivamente, contra una inflación prevista en el propio proyecto en el orden del 35 %. Se trata, en el mítico caso de que se cumpliera esa pauta inflacionaria, de una reducción real del 3 % y del 21 %. Dujovne, por su parte, que lo apuesta todo a una recesión infernal, sostuvo que si bien la pauta con la que se elaboró técnicamente el proyecto es la que señalamos, “…proyectamos una inflación interanual a diciembre de 2019 del 23 %”.
Pero, como en la naturaleza, en el presupuesto nada se pierde, sino que se transforma. En este caso, se transforma en la partida destinada al pago de intereses de la deuda. 600 mil millones de pesos la convierten en el segundo ítem del presupuesto, sólo por debajo de la seguridad social, y superior a los 540 mil millones destinados, en conjunto, a Educación, Ciencia y Tecnología, Seguridad y Defensa. Son 6 veces la AUH. Se trata de un aumento del 50 % respecto a los 400 mil millones del presupuesto en curso, por lejos el rubro que más se incrementa, y el único que lo hace por encima de las previsiones inflacionarias más o menos esperables, y no del 23 % mentiroso de Dujovne y su equipo. Es decir: los monstruosos recortes que sufrirán en términos reales la educación, la salud y otras áreas que tienen que ver con el bienestar del pueblo trabajador, servirán, en parte para reducir el déficit, en parte para garantizar el pago de la deuda.
Los gobernadores del así llamado “peronismo perdonable”, según la brillante expresión del analista burgués Jorge Asís, se ofrecen como opción de gobernabilidad en caso de que la situación se desborde. La foto Frigerio-Pichetto no es casual, sino una señal al FMI, una prueba de consenso y responsabilidad políticas que, en estos momentos, el organismo internacional aprecia como el oro.
La víctima principal, sin embargo, será nada menos que el sistema previsional. El presupuesto macrista autoriza la venta de acciones en manos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) por $ 73 mil millones para el año que viene, con el fin de cubrir los saldos de la Reparación histórica y el déficit de la ANSES, que hasta ahora se cubría con gastos corrientes del tesoro. La habilitación de esa operación fue habilitada justamente por la Ley de Reparación Histórica, votada en su momento con apoyo del PJ. Además, y siguiendo en forma casi directa las recomendaciones del FMI contenidas en el Memorandum de Entendimiento firmado hace unos meses, valores equivalentes al 0,4 % del PBI podrán ser vendidos, año a año, del FGS, con el fin de compensar el déficit previsional. De este modo, el Fondo sería liquidado en unos 20 años. Los fondos corrientes que el tesoro aportaba hasta ahora para el financiamiento del déficit quedaran liberados, para pagar la deuda…
https://twitter.com/lauValonso/status/1041752441832787968
La clave del presupuesto dujovniano no se encuentra en los delirantes 23 puntos de inflación que prevé, ni en la subestimación del dólar que debiera aumentar un 0 % hasta diciembre del 2019, sino en el uso de esos indicadores para dibujar un presupuesto que no es otra cosa que una señal política para el FMI. En el art. 53 del proyecto de ley, se reforman las condiciones que establece el art. 65 de la Ley de Administración Financiera. La Constitución Nacional establece que la deuda pública es un asunto privativo del Congreso, pero aquella ley dictada en 1992 por el menemismo y modificada en 2007 por el kirchnerismo, permitió que el Ejecutivo negociara la deuda pública “…en la medida en que ello implique un mejoramiento de los montos, plazos y/o intereses de las operaciones originales”. El proyecto del macrismo cambia esa redacción y establece que las negociaciones pueden hacerse en los términos que fijen ¡¡¡“…las condiciones imperantes en el mercado financiero”!!!
La clase trabajadora argentina se prepara para intervenir en el proceso social y económico del país con su método más eficaz. Piquetes y movilizaciones desmentirán una vez más el carácter dominguero que los burócratas tratarán de imprimir a la huelga, con el fin de estirar la agonía que le permita al régimen llegar al 2019
Sea tal modificación un reclamo directo del FMI o un intento del gobierno de demostrar capacidad de encolumnar tras suyo al PJ y los gobernadores, es de cualquier modo la prueba de la absoluta desconfianza del organismo internacional, y con él de los propios “mercados”, respecto a las posibilidades de repago de la deuda. Si el FMI la reclamó o sí, por el contrario, el gobierno pretende hacerle una ofrenda para probar su capacidad de liderazgo político, cualquiera de las opciones demuestra que nadie pone las manos en el fuego por el contenido de la billetera de la Argentina. Ni siquiera en el agua…
No hay dudas de que la voluntad de los gobernadores pejotistas es la de aportar, finalmente, su consenso. La discusión presupuestaria se inició con la reunión de los gobernadores con Dujovne en el Consejo Federal de Inversiones, y allí no faltaron ni siquiera los “opositores” Alicia Kirchner, Carlos Verna y Alberto Rodríguez Saá. Pero eso no significa que estén dispuestos a inmolarse en el intento. De aquí que, incluso los gobernadores del así llamado “peronismo perdonable”, según la brillante expresión del analista burgués Jorge Asís, se ofrecen como opción de gobernabilidad en caso de que la situación se desborde. La foto Frigerio-Pichetto no es casual, sino una señal al FMI, una prueba de consenso y responsabilidad políticas que, en estos momentos, el organismo internacional aprecia como el oro. A la vez, sirvió para capitalizar pejotísticamente el ostracismo del niño mimado de Macri, Marcos Peña, en cuyo despacho, dicen, el encuentro no cayó nada bien.
Hoy recibí a @frigeriorogelio , conversamos sobre el Proyecto de Ley de #Presupuesto2019 que comenzó a ser debatido en @DiputadosAR y la importancia de que ambas cámaras trabajen juntas. pic.twitter.com/IoL8DhxU92
— Miguel Ángel Pichetto (@MiguelPichetto) September 21, 2018
Es que, aunque el macrismo haya representado la esperanza blanca del capital internacional, el estallido de la crisis y la inédita inutilidad del equipo gubernamental han hecho abrir todo el abanico de alternativas políticas para los representantes del gran capital nacional e internacional. Algunos lloran ya por los viejos tiempos en que el PJ, en cualquiera de sus versiones, aseguraba, además de ganancias fabulosas, la estabilidad política. Macri refunfuña en silencio por la ingratitud: el plan que reclamaron, y que el aplicó con placer y esperanzas, no puede tener otras consecuencias políticas que estas…
En ese contexto, la clase trabajadora argentina se prepara para intervenir en el proceso social y económico del país con su método más eficaz. Piquetes y movilizaciones desmentirán una vez más el carácter dominguero que los burócratas tratarán de imprimir a la huelga, con el fin de estirar la agonía que le permita al régimen llegar al 2019. El paro general probará por enésima vez la gigantesca voluntad combativa de nuestro pueblo trabajador. Y que existen también otras fuerzas sociales y otros caminos políticos distintos que los que proponen el FMI, los burgueses y sus representantes políticos de todo pelaje.
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Foto de portada: https://www.diputados.gov.ar
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