La vigilia que cuidó por un derecho
Por Nadia Bascopé, texto y fotos/especial para El Furgón – La noche anterior te cuesta conciliar el sueño, sabés que va a ser una jornada maratónica. Y casi sin dormir te vas al trabajo, esperando poder ir para el Congreso y ser parte de la vigilia.
Y llegás, y ves que van llegando, que somos miles, y contemplás sus rostros, y ahí están: la ansiedad, la esperanza, la lucha, la resistencia, la camaradería, el frío, el recuerdo y la presencia de todas las que nos mataron.
Y vas encontrando un cálido refugio en las miradas de tantxs que estamos ahí, en los abrazos con amigxs, en un mate compartido con algún desconocidx, en saber que somos todxs compañerxs batallando por derechos para toda la sociedad.
Y anochece, entre tecitos, vinos y frazadas, por las calles no hay frío que pueda con todxs los que seguimos encontrándonos en la resistencia.
Y a pesar del cansancio disfrutás de saber que esta revolución que comenzó hace años, que es una inmensa ola verde que no cesa de crecer, hoy te empapa con una juventud que florece empoderada y lleva como estandarte no callarse nunca más.
Y es de día otra vez, y somos millones, y nos invaden los nervios, se aproxima el fin de la sesión y te preocupa la votación desfavorable. Pero seguimos ahí, somos estando tomadxs de las manos, pensando que se lo debemos a todas las que no están y todas las que seguimos, y entonces se define la votación por 129 a 125, y la emoción desborda cada uno de nuestros rostros con sonrisas y con llantos: ¡hicimos historia, tenemos media sanción a favor del proyecto por el aborto legal, seguro y gratuito!
Y entonces las palabras sobran, o no alcanzan, y celebramos por nuestras abuelas, por nuestras madres, por nuestras nietas, por nuestras hijas, por nuestras sobrinas, por todas las personas gestantes, por todxs lxs que nacerán deseadxs, por nuestro derecho a elegir, porque el patriarcado se tiene que caer, por nuestra libertad de goce, y porque ¡nos queremos vivas!
Y regresamos a nuestros trabajos, a nuestras casas, sabiendo que vamos a volvera encontrarnos más unidxs para exigir la otra sanción que nos deben lxs senadores, porque legalizar la interrupción voluntaria del embarazo es responsabilidad del Estado que debe garantizarnos la salud pública y velar porque haya justicia social. Porque el patriarcado se tiene que caer, gritamos ¡que sea ley!