viernes, diciembre 13, 2024
Géneros

El Orgullo como respuesta política

María Belén Ancarola/El Furgón – “Más inclusión y menos protocolo”, decía el cartel de un manifestante que alzaba la bandera LGBTIQ el sábado pasado en la 26º Marcha del Orgullo. Era lo suficiente grande como para resaltar en una Avenida de Mayo llena de colores.

En ese momento, en Plaza de Mayo se daba comienzo a la movilización. Las primeras horas estuvieron acompañadas por diversos discursos relacionados a la identidad de género y por bandas, una de ellas Chocolate Remix, el proyecto de reggaetón que crítica al machismo, a la discriminación y a la censura. Luego se dio el discurso general y sonó por los parlantes el reconocido tema “Soy lo que soy”, el himno de la comunidad.

La principal consigna de este año fue “Basta de femicidios a travestis, transexuales y transgeneros”, “Basta de violencia institucional” y “Orgullo para defender los derechos conquistados”. El resto de los pedidos variaban desde la aplicación efectiva y actualización de los contenidos de la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral hasta la legalización del autocultivo y consumo de marihuana, y fueron celebrados por los asistentes al momento de la lectura.

“Nos proponemos seguir celebrando, con orgullo, todos los logros que hemos conseguido y seguir juntando fuerzas para aquellos derechos que aún están pendientes”, leyó Kalim Soria, el coordinador general de la Red de Intersexuales, Transexuales y Transgéneros Argentinos, al comenzar el discurso.

Las movilizaciones iniciaron en 1992 con el impulso del activista Carlos Jáuregui. El objetivo era enfrentar el sentimiento de vergüenza impuesto por la sociedad, tomando al orgullo como respuesta política. Más de 20 años pasaron de la primer histórica Marcha del Orgullo. Jáuregui murió en 1996 y dedicó su vida a la lucha por los derechos del colectivo LGTBIQ. Años después sus iniciativas se tradujeron en la Ley 26.618 de Matrimonio Igualitario y la 26.743 de Identidad de Género. 

La Marcha del Orgullo reunió alrededor de 200 mil personas el sábado. Es conocida por ser un evento de reclamos políticos, pero también un espacio de festejo. Este año tuvo una particularidad: el acto central fue frente a la Casa Rosada y no en la Plaza frente a Congreso, como es lo habitual. Esto se debe a que el Ministerio de Cultura de Nación se negó a brindarles un escenario para los espectáculos finales; como se venía haciendo desde los últimos años.

Luego, los organizadores pidieron avanzar por Avenida de Mayo hacia Congreso. En ese tramo alrededor de 20 camiones pasaron música que la gente disfrutó en las calles. Cada vehículo era una fiesta distinta que adornaba la jornada de encuentros, festejos y reivindicaciones por la diversidad sexual.

Fotos: Emergentes