Quince años de la ESI
Este 4 de octubre se cumplen 15 años de la sanción de la Ley N° 26.150 Programa Nacional de Educación Sexual Integral la cual indica que todos los educandos de los distintos niveles deben recibir educación sexual integral en establecimientos tanto laicos como religiosos de gestión estatal y privada.
Reflexionar y pensar sobre la Educación Sexual Integral (ESI), nos conduce a un abanico de espacios diversos y por ende nos permite abordar la temática desde distintos estares y transitares. Es fundamental comenzar por comprender que no solo tiene un espacio en el ámbito educativo sino que su lugar de aplicación y abordaje también lo es en una plaza, en el barrio, en una empresa, en una oficina, en un boliche, en las mesas familiares, en cada lugar. La ESI nos sugiere y propone un cambio de mirada, un quiebre en los estándares estereotipados y estructurados impuestos por una cultura hegemónica y dominante.
Por otra parte también se cumplen seis años de la conformación de “Ni una menos” organización creada luego del asesinato de Chiara Páez, una adolescente de 14 años que estaba embarazada y fue asesinada por su pareja. El documento presentado por “Ni Una Menos” en aquel entonces constaba de 9 puntos, entre los cuales solicitaba la instrumentación de la Ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, presupuesto, la implementación de estadísticas oficiales y la apertura de Oficinas de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia en todas las provincias. Por otra parte, pedía acceso a la justicia con patrocinio jurídico gratuito, monitoreo de los victimarios y creación de hogares o refugios. También, contemplaba la Educación Sexual Integral (ESI) en los distintos niveles educativos y capacitaciones obligatorias.
A seis años de la manifestación y comienzo de esta grupalidad todavía falta mucho camino por recorrer y medidas para una realización concreta. Hoy en Argentina el número de víctimas por femicidios y transfemicidios es de 1 cada 30 horas.
“La situación es realmente preocupante. Los casos no disminuyeron. Siguen asesinando a una mujer o compañera trans cada 30 horas. El índice no descendió”, aseguró Ada Rico, presidenta de La Casa del Encuentro. Del informe que realizó la institución se desprende que en 1107 casos los femicidios fueron cometidos por parejas o exparejas y que durante la pandemia la situación se ha agravado significativamente.
Es importante no perder de vista que estos casos son los que el informe registra como denuncias realizadas, aún existen una inmensidad de episodios que no están declarados y no llegan a formar parte delos todos los hechos para poder evaluar los números reales.
Un dato relevante es que de las víctimas, 160 habían realizado denuncias, 107 femicidas tenían medidas cautelares dispuestas y 90 de los asesinos eran agentes o ex agentes de las fuerzas de seguridad. Por otra parte, el informe muestra que 472 casos fueron en las viviendas de las víctimas y 451 fueron en viviendas compartidas con el femicida.
Otro punto nodal a mencionar es que en nuestro país en diciembre de 2020 (la madrugada del día 30) se aprobó la Ley 27.610 de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo. La misma fue promulgada en enero de 2021, estableciendo así ese derecho durante las primeras 14 semanas de gestación, para las personas con capacidad de gestar de manera igualitaria y establece la atención postaborto, en cumplimiento de los compromisos asumidos por el Estado argentino en materia de salud pública y derechos humanos de las mujeres y de personas con otras identidades de género con capacidad de gestar con el fin de contribuir a la reducción de la morbilidad y mortalidad prevenible.
Por otra parte, es fundamental señalar que se ha capacitado durante el 2020 a gran parte del personal de la Administración Pública Nacional (APN) como lo indica la Ley Micaela (nro. 27.499) puesta en marcha en 2019 la cual establece la obligatoriedad de desarrollar talleres para todos les trabajadores de la APN en temas de género, diversidad, violencia y desigualdades.
Así también, es esencial saber que como consecuencia de la dimensión de los femicidios se sancionó y promulgó en 2018 la Ley Brisa (nro. 27.452) la cual otorga a los hijos/as de mujeres asesinadas por violencia de género una reparación económica mensual equivalente a la jubilación mínima.
Éstas son tres las normas esenciales y fundamentales que hemos, como movimiento y sociedad, conseguido fueran sancionadas y son logros muy importantes que merecen ser comentados y comprendidas como tales, fruto de la unión de un colectivo que se sostiene mediante el entramado vincular y el apoyo mutuo que con el transcurrir de los años se ha ido fortaleciendo y cada vez es más sólido.
Más allá de lo mencionado son necesarias medidas y políticas que protejan a las mujeres, niñas, niños y mujeres trans. Existen programas y dispositivos pero su dinámica es lenta y en varias ocasiones no llegan a tiempo y eso implica una muerte.
Es fundamental remarcar que la gestión que comenzó en diciembre de 2019 ha puesto un énfasis en la prevención y cuidado de la mujer y la importancia de sus derechos y equidad de los mismos creando el Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad, el cual se encarga de las políticas de igualdad de género y los derechos de las mujeres, temas siempre postergados que los movimientos feministas han logrado poner en la agenda política luego de declaraciones, marchas, manifestaciones y la unión subjetiva de una grupalidad que supo hacerse escuchar. El organismo se encarga de generar capacitaciones y diseñar distintos programas y dispositivos en relación a temas de géneros y protección de las mujeres.
Este hecho es inédito y fundamental para la defensa y alojo de nuestros derechos, reclamos, denuncias, protección y prevención de las víctimas de abusos de cualquier tipo de violencia por las cuales las mujeres transitamos cotidianamente. El Ministerio ha puesto en marcha durante el 2020 el Plan Nacional de Acción contra las Violencias por Motivos de Género, el Programa Acompañar, la Campaña Argentina Unidas contra la Violencia de Género y la Guía de Comunicación con Perspectiva de Género, entre otros.
Por su parte, la Provincia de Buenos Aires también ha puesto en funciones a Estela Díaz, ministra de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual. Esta cartera tiene por objeto desarrollar políticas integrales para la plena igualdad jurídica, social, económica, laboral, política y cultural entre los géneros, trasversalizar el enfoque de género en el estado provincial y trabajar para la prevención y erradicación de la violencia por razones de género.
Más allá de estos logros y medidas aún tenemos como sociedad y Estado una deuda y es la implementación de la Educación Sexual Integral que impulsa y difunde el conocimiento de los derechos humanos internacionales y de las políticas, leyes y estructuras nacionales; defiende los derechos a elegir y la participación ciudadana. Plantea entre sus objetivos el disfrute de la sexualidad y cuestiona las barreras sobre el erotismo que limitan la sexualidad a la mera función reproductiva. Cuestiona creencias que asocian, de manera errónea, la sexualidad con enfermedad y/o pecado y propone una visión integral de la sexualidad.
En nuestro país el 80 por ciento de los alumnos/as de las escuelas ha manifestado la necesidad de mayor información y solo la mitad de los docentes declaran haber tenido algún tipo de capacitación sobre la temática.
Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.
Ni porque podría ser tu madre, tu hermana, tu hija, tu sobrina o tu mujer. No porque somos mujeres y tenemos derecho a estar vivas seamos gordas, flacas, feas, lindas, santas, putas o llevemos la ropa que elijamos. Esta no es una cuestión de características físicas ni de elección de vestuario, esto se trata de un sistema que conlleva años y mediante el cual también se sostiene el capitalismo ya que se beneficia de la opresión sobre la mujer no reconociendo el trabajo que realiza para que el hombre sea útil para el patrón.
Otro punto importante a pensar y resaltar es la conducta del asesino, al parecer hay modalidades que se repiten en estos actos: femicidio seguido de suicidio, agresiones con armas blancas, de fuego, ahorcamientos, entre otros. El varón violento no necesita ampararse en el anonimato para matar, entiende a ese asesinado como un mensaje aleccionador para las mujeres sobre las cuales siente que tiene el poder absoluto. Amo y señor. Dueño.
Es preciso un cambio cultural, modificar conductas, educar, para que el dominio del patriarca sobre nuestros cuerpos tenga un límite y comprenda, tanto él como toda la sociedad, que nuestros cuerpos no son propiedad de nadie, ni objeto de explotación alguna y sobre ellos solo decidimos nosotras.
“Todavía creo que la gestión del deseo debe ser posible en nuestro mundo cuerpo a cuerpo, cara a cara, y que debemos luchar por eso, creando las condiciones para que sea posible. Para eso habrá que trabajar arduamente sobre las relaciones de poder en el campo del trabajo y del estudio, en los cuales la jerarquía es decisiva y el patriarcado se manifiesta con más saña, y regenerar las estructuras comunales capaces de vigilar y cuidar la forma en que llevan la vida las personas. El resto corre por cuenta de desmontar el orden político patriarcal, e inaugurar una nueva era de la historia. Vamos claramente hacia allá.” Rita Segato. Ésta es parte de la séptima desobediencia con la que Segato inauguró la Feria del Libro 2019.
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Carla Elena. Autora de Esi, haciendo camino al andar. Es Psicóloga Social. Diplomada en “Violencia Familiar y Género”. “Derecho de Niñez y Adolescencia”. “Discapacidad” y “Educación en Contextos de Encierro”. Posgraduada en “Educación Sexual Integral: Desafíos de la implementación en el ámbito educativo y comunitario”. “Despatologización de las Diferencias”. Miembro de Forum Infancias. Docente. Columnista de Sudestada, El Furgón y Revista Movimiento. Participa en Radio Tinkunaco en temas sociales. Tw: @Carla_Elena5. Instagram: @carlaelena5, Mail carlaelena74@hotmail.com