Maltrato infantil en época de coronavirus
Ante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio que ya lleva más de 60 días en nuestro país las dinámicas cotidianas se vieron modificadas, los colegios se encuentran cerrados, las plazas vacías y los ánimos en un estado de alerta, inquietud e incertidumbre que crecen día a día ya que estamos inmersos en una situación de la cual no tenemos certeza sobre su final y tampoco de cómo será la forma mediante la cual volveremos a las calles.
La Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF), del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación otorgó la posibilidad de, que los hijos/as que viven con padres/madres separados y hayan quedados varados en la casa de alguno de sus progenitores o tutores, hoy puedan ser visitados por el otro una vez por semana. Esto mediante un permiso que auspicia de Declaración Jurada. De esta manera se intenta calmar las ansiedades de los niños, niñas y adolescentes por la ausencia del vínculo y de esos padres/madres angustiados por la falta del abrazo, cuerpo que les es imprescindible también.
Así también se han implementado las salidas con niños, niñas y adolescentes uno de los días del fin de semana de una hora según en número de documento (par o impar) manteniendo la distancia prudente y a no más de 500 metros de su domicilio.
Es esencial preguntarnos qué ocurre con el maltrato infantil en época de Covid 19 ya que nos encontramos en un momento de aislamiento lo cual genera una sensación de angustia que a veces resulta poco manejable y tolerable. Los niños/as y adolescentes están encerrados en el hogar junto a sus progenitores o tutores sin la posibilidad de salir a manifestar cualquier situación de violencia.
“En el marco del aislamiento social obligatorio, en la SENAF estamos preocupados por el incremento de la violencia en los hogares y en las dificultades de este abordaje en el actual escenario. Hoy es muy complejo relevar estas situaciones: los ámbitos educativos y de salud son los espacios en los que se producen la mayor cantidad de relatos de maltratos de niñes y adolescentes ocurridos dentro del ámbito intrafamiliar, y por el otro, los espacios de denuncia no están funcionando al 100%”, asegura Gabriel Lerner, al frente del organismo.
“Los espacios de consulta y contención como la línea 102 de atención a niños y niñas se tornan de gran relevancia, aunque no es la única manera de abordar este problema. La SENAF continúa sosteniendo tareas en todas las provincias. Para asistir a los niños, niñas y adolescentes en materia de violencia, en este contexto estamos trabajando en diversas líneas. Por un lado, la difusión y los refuerzos en la asistencia a las provincias para fortalecer el funcionamiento de las líneas 102. Por otro lado, en articulación con el Ministerio de Educación de la Nación, estamos desarrollando piezas de información y sensibilización, abordando temas de violencias y derechos, para incluir tanto en los cuadernillos educativos que se entregan semanalmente en las casas, como en los medios públicos y la plataforma digital, en el marco del Programa Seguimos Educando. Una tercera línea es el desarrollo de materiales propios destinados a familias, niños, niñas y adolescentes con propuestas lúdicas, educativas y de entretenimiento, para transitar de la mejor manera este período. Todas estas piezas están disponibles en la web del Ministerio de Desarrollo“, concluye Lerner.

Es importante mencionar las diversas formas de maltrato infantil que existen; Abuso físico o maltrato, Abuso/acoso sexual, Negligencia o abandono y Abuso emocional o psicológico.
Cuando hablamos de abuso infantil, nos estamos refiriendo a una de las peores violencias contra la niñez existentes, donde los niños, niñas y adolescentes sufren un daño a su integridad física, psíquica y moral. Se vulnera su derecho a la intimidad, la privacidad y, principalmente, el derecho a no ser expuesto a ningún tipo de violencia, abuso, explotación o malos tratos, generando profundas secuelas tanto en el corto como en el largo plazo. Muchas veces este tipo de violencia es silenciosa, lo cual se profundiza en un contexto de cuarentena, donde las víctimas tienen escaso contacto con las redes habituales de detección fuera del hogar.
Según Yael Bendel, al frente del Ministerio Público Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires el 80 por ciento de las situaciones de abuso o violencia contra los chicos son cometidas intramuros, por familiares o personas conocidas de ellos.

En este contexto, puede ser complejo realizar un llamado telefónico desde un hogar donde habita toda la familia por la cuarentena por lo que si existe una situación de violencia se han habilitado otras vías de denuncia: un correo a 08002221717@jus.gov.ar al Programa Las Víctimas Contra Las Violencias, escribir por Whatsapp al 113133-1000 o llamar al 137. Otros teléfonos a tener en cuenta son el 911 (emergencias) o al 102 en la mayoría de las provincias del país y la siguiente línea gratuita y confidencial (cualquier día, a cualquier hora, desde cualquier lugar del país): 0800-222-1717.
Hoy más que nunca es fundamental priorizar y continuar con la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI) aunque sea de forma virtual para poder preservar y proteger a los niños/as y adolescentes. Es nuestro deber como sociedad en conjunto y Estado habilitarlos y darles la oportunidad de denunciar o manifestar si están padeciendo algún tipo de maltrato o abuso y mediante la virtualidad puede existir la devolución de un otro que aloje esa denuncia, preste su escucha y actúe en consecuencia.
Me gustaría traer unas líneas de Beatríz Janín (psicóloga y presidenta del Forum Infancias Red Federal) de su texto Las marcas dela violencia, los efectos del maltrato en la estructuración subjetiva:
“Hablar de la violencia en relación a los niños nos lleva a pensar en un amplio espectro de violencias: violencia social, violencia familiar, violencia desatada a lo largo de la historia. La explotación de menores, los golpes, el hambre, el abandono, la no asistencia en las enfermedades, la apropiación ilegal, el abuso sexual, etc., son todas formas del maltrato… Golpes que incrementan el estado de desvalimiento infantil y que impiden el procesamiento y la metabolización de lo vivenciado”.
“Hay una memoria de marcas corporales, de agujeros, memoria en la que lo que se hace es ‘desaguar’ recuerdos, memoria del terror que insiste sin palabras, sin posibilidades de ser metabolizadas… marcas de golpes, de momentos de pánico, de silencios colmados de angustia y vergüenza, de alertas. Lo que no pudo ser ligado, metabolizado, ‘digerido’, pasa en su forma ‘bruta’ a los hijos y a los hijos de los hijos. Así, las angustias primarias, los terrores sin nombre, los estados de depresión profunda y de pánico, se transmiten como agujeros, vacíos, marcas de lo no tramitado. Tienen el efecto de golpes sorpresivos frente a los que no hay alerta posible”.
En relación a las palabras de Beatriz, creo que es esencial ante cualquier situación de maltrato infantil generar e incentivar a que la palabra se pronuncie, se manifieste en un ámbito confiable, protegido y subjetivante para que el niño, niña y adolescente pueda tramitar, ligar y procesar lo vivido y así no quedar enquistado de forma traumática para que el sujeto pueda resignificar y narrar otra trayectoria y también así dar lugar y habilitar otros relatos.
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Carla Elena. Psicóloga Social, Diplomada en Violencia Familiar y Género. Graduada en “Educación Sexual Integral: Desafíos de la implementación en el ámbito educativo y comunitario”. Miembro de Forum Infancias. Docente. @Carla_DFederica.