Pandemia. Salir entre todos quedándonos en casa
A varias semanas de iniciado el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio que decidió el presidente de la Nación Alberto Fernández, con el fin de frenar los contagios y el avance del virus Covit 19, porque la pandemia no entiende de restricciones aduaneras y parece no ser inmigrante en ningún país.
El viernes 10 de abril el presidente anunció nuevamente la extensión de la cuarentena hasta el día 26 de abril inclusive ya que, según explicó y mostró en una serie de gráficos la única manera de frenar el avance de los contagios es la reclusión en nuestras casas o espacios resguardados.
Fernández afirmó: “el virus no nos busca a nosotros, sino que nosotros buscamos al virus cuando caminamos por calle o nos conectamos con alguien. Si nos quedamos en casa el riesgo de contraer el virus es absolutamente nulo”. Además, ratificó “no hay ningún argumento real para que los precios aumenten… estamos destinando recursos y vamos a obtener buenos resultados para atender la emergencia”.
Buena banda: A lavarse las manos
Hoy, la postal que nos convoca es una fotografía con calles despobladas, negocios cerrados, escuelas sin los estudiantes en sus patios y aulas, centros de integración colapsados, el alcohol en gel agotado y las redes sociales estalladas. Hemos, durante estas semanas, modificado nuestra cotidianidad en pos del cuidado propio y del prójimo.
En este sentido se tomaron medidas desde todos los organismos estatales; el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación ha habilitado líneas de teléfonos por WhatsApp para realizar denuncias sin la necesidad de salir de nuestras casas, puso en funcionamiento la página web de este Ministerio y el correo electrónico linea144@mingeneros.gob.ar. También una aplicación gratuita; Línea 144 Atención a Mujeres, que se puede descargar en el celular, y el dispositivo Barbijo rojo.
Por su parte, El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (a través de la ANSES) dispuso bonos para los sectores más vulnerables, adelantado los pagos de las asignaciones, creado el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), reforzó el seguro de desempleo y se modificó la normativa para frenar los despidos por 6 meses, aunque con resultados dispares. Por otro lado, los Ministerios de Economía y Desarrollo Productivo determinaron distintas medidas a ser aplicadas a través de un paquete enfocado a pymes que incluyó seguro de desempleo, salarios privados a cargo del Estado, precios máximos y nuevo Procrear, entre otras. Los bancos trabajan con horarios excepcionales, se prorrogaron los plazos de los vencimientos de servicios e impuestos, se han puesto en marcha las recetas virtuales y distribuido barbijos y alcohol en distintos espacios. Tanto el Ministerio de Educación como el de Desarrollo Social otorgaron kits de útiles en diferentes lugares, repartieron comida y habilitado centros para mantener el aislamiento decretado.
Luego de esta nueva etapa será hora de replantear el estado de situación y los datos de contagios, recuperados y muertes para comenzar a diagramar el regreso paulatino a la ciudad de la furia. Tarea que no será fácil y tendrá sus bemoles, sobre todo necesitará de un enorme compromiso social para volver a poner al país en marcha. Hoy lo que nos convoca es la salud de la población ya que una nación se forja con seres vivos.
Cómo confeccionar un barbijo
Durante estos días alguno estuvimos realizando teletrabajo, recorriendo las redes sociales, plataformas virtuales, noticieros por doquier, consumiendo compulsivamente series y leyendo a diferentes autores a elección. Mucho se ha recordado en estas jornadas al gran Albert Camus y su maravillosa obra La peste (1947) donde afirma: ” Lo peor de la peste no es que mata a los cuerpos, sino que desnuda las almas y ese espectáculo suele ser horroroso”.
En relación a esta frase me gustaría comentar que en el transitar de esta “cuarentena” he visto actos de inmensa crueldad, desidia y egoísmo en los cuales, como decía Camus, las almas desnudaron sus cuerpos, sentires y miedos de manera espantosa aumentando precios de forma indiscriminada, mezquinando productos imprescindibles para este momento e intentando desalojar a sujetos por trabajar en situaciones de mayor riesgo y exposición como los médicos y farmacéuticos. De alguna manera, lo que esta crisis muestra, en ciertos casos, es que la peste la llevamos dentro y por momentos el velo se corre.
Pero, así también, pude percibí que los desnudos no son todos iguales y que en estos tiempos de “peste” existe un tejido social fortalecido que está dispuesto a trabajar en comunión formando una grupalidad que sostenga, acompañe y contenga para realizar un gran trabajo en red y así cooperar con los que hoy más lo necesitan, entendiendo que de esta situación salimos entre todos, juntos y unidos.
En tal sentido, me permito relatar una experiencia personal para dar cuenta de esta construcción subjetivante a la que me refiero. El Forum Infancias. Red Federal, espacio del que soy miembro junto con la Organización Proyecto 7 y el apoyo de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de forma conjunta y organizada el día miércoles 8 de abril desplegamos un dispositivo (sin quebrar ninguna de las restricciones existentes) para recoger y trasladar útiles, ropa y juguetes a diferentes centros de integración.
A las 10.30 de la mañana la camioneta estaba repleta de ropa, juguetes, útiles y de generosidad, ilusiones, ganas, equipo, tarea, proyecto y tantos sentires que me cuesta plasmarlos en unas líneas. Nuestra labor estaba cumplida y como no podía ser de otra manera, éste, fue un hacer en equipo mediante el armado de un tejido vincular que auspició de barbijo contra el virus.
Así lo planteaba el médico, psiquiatra y creador de la Psicología Social Enrique Pichon-Rivière: “En tiempos de incertidumbre y desesperanza es imprescindible gestar proyectos colectivos desde donde planificar la esperanza junto a otros”.
Hoy más que nunca me resuenan estas palabras que tanto he leído y estudiado en mis épocas de la carrera y me doy cuenta que no somos sin un otro que nos aloje, nos mire y cobije creando un vínculo subjetivante. Como bien manifestaba Rivière somos seres sociales desde nuestra gestación ya que lo hacemos dentro de un otro.
Un otro que en su hacer se siente estimulado y motivado, comprendiendo al sostén como elemento esencial para estos momentos que atravesamos y tal es así que esta grupalidad que conformamos uniendo diferentes sectores en los próximos días regresará por más camionetas llenas de donaciones y en este sentido me refiero a completa de dones que, como bien expresa el psicoanalista y psicomoticista Esteban Levín, el don es esa característica que se tiene pero que no se da sino que se conforma en un acto subjetivante.
Quisiera terminar esta columna con la frase que manifestó el bloque de diputados del Frente de Todos que consideró a las medidas de protección preventiva que impuso el gobierno de Alberto Fernández no sólo como correctas sino también indispensables. “Esta cuarentena, aparte de obligatoria, es en esencia solidaria. La solidaridad que protege a los grupos de mayor riesgo ante la posibilidad del contagio”.
Carla Elena. Psicóloga Social, Diplomada en “Violencia Familiar y Género” y “Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes”. Graduada en “Educación Sexual Integral: Desafíos de la implementación en el ámbito educativo y comunitario”. Miembro de Forum Infancias. Docente. En Twitter: @Carla_DFederica