Romina del Plá: “Es fundamental la defensa en las calles del proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto”
Romina del Plá, diputada nacional por el Partido Obrero en el Frente de Izquierda, referente de la lucha por la legalización del aborto a través del Plenario de Trabajadoras y secretaria general de la seccional La Matanza de SUTEBA, dialoga con El Furgón acerca de diferentes puntos de la coyuntura nacional actual: 19F, pañuelazo, 8M, Interrupción Voluntaria del Embarazo, paritaria docente y el rol de las direcciones sindicales.
El Furgón: Alberto Fernández aseguró que este año va a avanzar con la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Sin embargo, lo hará con un proyecto propio del que aún no se conocen sus características ¿Por qué es importante que el proyecto a tratar siga siendo el de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto?
Romina del Plá: En principio hay que decir que el proyecto de la Campaña es el resultado de una elaboración colectiva y, sobre todo, de la experiencia práctica de un movimiento de lucha, eso es lo que hace que sea tan defendido en las calles. Por otro lado, es un proyecto al que es muy difícil modificarle algo: el proyecto que se presentó por octava vez el año pasado, que es el que tiene estado parlamentario, incorporó una serie de capítulos que superan formulaciones anteriores, es el máximo nivel de formulación al que pueden llegar a acordar sectores muy diversos. Por ejemplo: incorpora un capítulo de Educación Sexual Integral, de carácter laico y científico, un capítulo de anticoncepción y mejora las formulaciones para el acceso al aborto hasta las catorce semanas. Es muy difícil que pueda existir un proyecto que esté por encima de esto. En este sentido, el hecho de que Alberto Fernández vaya a mandar un proyecto que nadie conoce, ni siquiera el actual oficialismo, abre todo tipo de reparos sobre las negociaciones con las iglesias: no es casual que sea un tema que haya sido debatido en el Vaticano. Por esto es fundamental colocar el eje en la defensa en las calles del proyecto de la Campaña, que si bien no es el proyecto “ideal” en materia de derechos, es el proyecto que puede alcanzar el conjunto de apoyos necesarios. La movilización del 19F, que contó con decenas de miles de mujeres, ha sido muy clara y demuestra que no hay que someterse a ningún tipo de presión de las iglesias, de los sectores oscurantistas, de los bloques políticos y provinciales que son parte de estos lobbys clericales.
Queremos que el paro sea una jornada de lucha efectiva de las mujeres y del conjunto de trabajadores y disidencias que apoyan este movimiento
E.F: Mencionás los intereses clericales y este año tendrá la particularidad de que la iglesia va a convocar para el 8 de marzo una marcha “por la protección de la vida” a la Basílica de Luján, el mismo día en que cada año se viene realizando el Paro Internacional de Mujeres…
R.P: Ante esto, nosotras, desde el Plenario de Trabajadoras, planteamos que hay que marchar y parar el 9 de marzo, para que el paro sea efectivo, porque si no la medida va a quedar subsumida a simples declamaciones. Queremos que, como los años anteriores, el paro se convierta en una jornada de lucha efectiva de las mujeres y del conjunto de trabajadores y disidencias que apoyan este movimiento. Nos parece que lo ideal es el 9 de marzo para que nuestra movilización no quede tapada con esta provocación montada por la iglesia. En este punto, la preparación del 8M, hasta ahora, ha contado con una notoria ausencia de los sectores ligados a las dirigencias sindicales de la CGT, de la CTA y de la dirigencia peronista en general.
E.F: Las consignas levantadas en el documento final del 8M también están en debate. En el documento de 2019 se levantó la consigna “Exigimos la ruptura del acuerdo con el FMI y el no pago de la deuda externa”. Teniendo en cuenta el cambio de gobierno y de contexto, con varias agrupaciones ligadas al oficialismo dentro de la organización del 8M ¿Es posible que esta consigna se vuelva a levantar? ¿Por qué debería ser así?
R.P: En las discusiones por el documento del año pasado el kirchnerismo intentó contraponer el derecho al aborto con la consigna contra el FMI, como si no pudieran ir juntos, lo cual es un absurdo total porque son dos cuestiones que van directamente de la mano. Está claro que este año esos sectores no van a acordar con consignas como el no pago de la deuda, que en verdad tienen más vigencia que nunca. De todos modos, lo cierto es que, al día de hoy, las organizaciones oficialistas que están participando de la preparación son muy colaterales, lo que plantea dos escenarios: que estos sectores van a vaciar la convocatoria o que van a participar de un modo muy minoritario y de tipo institucional, con manifestaciones de funcionarios, de ministerios, alguna puesta en escena con fotos, pero nada que sea una movilización efectiva, no se van a movilizar contra su propio gobierno. En los últimos años los 8M se han convertido en claras jornadas de lucha, en paros efectivos, y una lucha que no enfrenta a los gobiernos que sostienen a los que saquean a los trabajadores, a las mujeres, a las disidencias y a la juventud no se puede llamar lucha.
La posición de CTERA y SUTEBA no nos sorprende, ya los hemos visto hacerlo: a Vidal le regalaron el inicio de clases en su primer año en la gobernación.
E.F: Por otro lado, en este contexto crítico de la economía y cuando queda menos de una semana para el inicio del ciclo lectivo, para los docentes aún no existe una propuesta salarial concreta por parte de la gobernación nacional ni provincial. ¿Qué opinión te merece esta dilación y el rol de las dirigencias sindicales?
R.P: Es claro que, tanto en el ámbito nacional como en el provincial, estamos ante un escenario donde Alberto Fernández y Axel Kicillof están jugando a dilatar las ofertas concretas. Recién este miércoles 26 habría una oferta concreta en la paritaria nacional y lo mismo estaría pasando a nivel provincial. Por otro lado, la idea de eliminar la clausula gatillo, las sumas fijas en negro y el sometimiento general de toda la pauta salarial a las necesidades del acuerdo con los especuladores y el FMI, no traen buenos augurios para el salario docente y para el presupuesto educativo en general. Pero todo esto solo es posible sobre la idea de las direcciones sindicales afines al oficialismo, que rápidamente se acomodaron de los dos lados del mostrador, de que las clases van a empezar de cualquier modo. Esta posición de CTERA y SUTEBA no nos sorprende, ya los hemos visto hacerlo: a Vidal le regalaron el inicio de clases en su primer año en la gobernación.
E.F: En provincia, dentro del Frente de Unidad Docente, se mostraron distintas posiciones frente a esta situación, con una postura más dura desde la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) ¿Crees que estas diferencias se pueden profundizar o es solo una puesta en escena?
R.P: Esas diferentes posiciones tampoco son una novedad, frente al anterior gobierno kirchnerista ya habían ocurrido cosas de este estilo. En primer lugar, lo que hay es una lucha de aparatos: la FEB aparece con un discurso más confrontativo porque no la han dejado sentarse con su organización nacional, la DAC [Docentes Argentinos Confederados], en la paritaria nacional. En este sentido hay una disputa interna de aparato. Sin embargo, hay otro punto: la FEB tiene mucho peso en el interior de la provincia de Buenos Aires, donde las condiciones de trabajo son otras. En el conurbano bonaerense la miseria salarial se disimula con sobrecarga laboral, con docentes que trabajan dos o tres cargos para poder sustentarse, pero en el interior eso no es posible porque no hay tal cantidad de cargos como para generalizar el trabajo sobrecargado, por lo que la miseria salarial es muy difícil de disimular; las bases de la FEB están en ese sector, a lo que se le suman docentes con mucha antigüedad o jubilados, y estas bases ponen mucho énfasis en que los aumentos tienen que ser en blanco y respetando el escalafón. En este sentido, en la postura más dura de la FEB también hay una parte que efectivamente tiene que ver con la expresión de su propia base.
Se le está marcando la agenda nuevamente a la dirección.
E.F: ¿Hoy las bases están en situación de imponerle condiciones a las direcciones centrales?
R.P: En la medida en que se va acercando el inicio de clases y no hay respuestas, las direcciones han tenido que empezar a maniobrar. Por ejemplo: el jueves 20, en la seccional Matanza de SUTEBA, hicimos una reunión de delegados donde se votó la realización de una asamblea general para el jueves 27 y, en la mañana del viernes, ya nos encontramos con que el SUTEBA provincial llamó a asambleas también para el jueves 27. Esto deja ver que se le está marcando la agenda nuevamente a la dirección, ya sea para aceptar una oferta ruinosa o para hacer un simulacro de alguna acción, lo cierto es que se ven obligados a llamar a asambleas, no pueden eludir la situación porque se está acercando el inicio de clase y no hay respuesta alguna.
E.F: ¿Cuál es la posición de SUTEBA Matanza y de las seccionales dirigidas por la Multicolor, frente al conflicto paritario?
R.P: Hemos convocado asambleas y reuniones de delegados, y estamos fijando nuestro pliego de reclamos planteando la idea de un salario básico unificado nacional de $40.000, que cubra la canasta básica, y luego un salario conformado, igual a la canasta familiar. Estamos ratificando un conjunto de reclamos que arrastramos año tras año en defensa de las condiciones laborales, del estatuto, del régimen jubilatorio nacional y los regímenes provinciales, entre ellos el del IPS [Instituto de Previsión Social], que está cuestionado por todo este ataque a las jubilaciones para el pago de la deuda. Es importante también la defensa de la cláusula gatillo, que no es otra cosa que una cláusula de defensa de la actualización de los salarios: uno logra un aumento salarial y luego lo defiende a través de la cláusula gatillo. En este sentido estamos impulsando la convocatoria a una reunión nacional para el jueves 27 a la mañana, de todos los sectores opositores a la conducción de CTERA, sindicatos provinciales y seccionales. Y para el viernes 28 un plenario provincial de delegados para tomar resoluciones en función de las asambleas.