Romina Del Plá: “Que el FMI opine sobre el proceso electoral muestra el grado de sometimiento del país”
La crisis política abierta luego de las PASO se agrava. El pedido del FMI de un adelantamiento electoral representa una nueva vuelta de tuerca en la debacle, marcada por el golpe devaluatorio que pulverizó el salario de la clase trabajadora. Para conocer la posición de la izquierda frente a este cuadro, dialogamos con Romina del Plá, candidata a vicepresidenta por el FIT-Unidad. Desde Chubut, a donde viajó para apoyar las luchas de los docentes y los trabajadores de la provincia, que sufren las consecuencias de la catástrofe provocada por el gobierno de Mariano Arcioni, Romina analiza la coyuntura y las perspectivas del proceso político en curso.
Por Luis Brunetto/El Furgón –
El Furgón: – ¿Cómo evaluás la situación que se abrió con el resultado de las PASO y el golpe devaluatorio?
Romina del Plá: – Nosotros ya desde la misma noche de las elecciones advertíamos dos cuestiones. Primero, que la derrota del gobierno era brutal pero que, a la vez, el instrumento usado era muy contradictorio, porque la derrota implica un rechazo a la política fondomonetarista y ajustadora del gobierno de Macri, y de los gobernadores en su conjunto, pero a la vez el instrumento elegido es tan fondomonetarista como el macrismo. Y segundo, advertimos que en la medida que se avizora un cambio de gobierno, por una diferencia que parece irreversible, los capitales especulativos y las patronales iban a tratar de condicionar inmediatamente, tanto al gobierno de Macri como al eventual futuro gobierno. Advertimos que ya desde el primer día iba a haber un intento de descargar furiosamente la crisis sobre los trabajadores, y lo hemos visto rápido, con la devaluación que ha sido no sólo aceptada por Alberto Fernández, sino pedida de antemano las semanas previas.
E.F: – Hay un cuadro de crisis política donde el Fondo presiona por un adelantamiento de las elecciones o de algún tipo de salida anticipada del macrismo, a la que habrían condicionado el próximo desembolso ¿Cuál es la posición de la izquierda ante eventuales salidas de ese tipo?
R.P: – Está claro que la presión existió, porque un comunicado desmintiendo supuestos planteos es algo absolutamente inédito, así que el Fondo no está haciendo más que ratificar que en la conversación efectivamente se habló del vacío de poder, y se debe haber hablado del adelantamiento electoral. Hay una evidente preocupación por el desahucio del gobierno macrista y por acelerar las medidas que aseguren la descarga de la crisis sobre la clase trabajadora. Y por otra parte, hay que decir que el hecho de que el FMI opine sobre el proceso electoral es otra prueba del grado de sometimiento del país al que nos han llevado los partidos del régimen.
E.F: – ¿Que opinan de un adelantamiento de las elecciones?
R.P: – Nosotros no somos partidarios de plantear ninguna salida que refuerce la confianza en el régimen ¿Qué puede variar para el pueblo trabajador? No varía nada un mes antes o un mes después, cuando lo que corresponde en este momento es atacar las ilusiones en las salidas institucionales, en el recambio ordenado. Nosotros tenemos que ver como desarrollamos la intervención independiente de la clase trabajadora para toda esta fase, y si como consecuencia de esta intervención Macri se va antes, mejor. La clave de este período está en esa intervención directa de los trabajadores, de la que va a depender también como se impacta sobre este proceso, que intentan imponer como una transición ordenada entre los distintos elementos del régimen del FMI, o si eso se ve alterado. Porque lo que hemos visto durante este año, en las elecciones provinciales, en las PASO, es que ha imperado con éxito la política de contención social, la idea de convencer a la población de que la salida viene de la mano del peronismo, de los gobernadores, de una de las patas del régimen del FMI. Sobre esa contradicción es que nosotros estamos interviniendo, denunciando esta falsa salida, esta polarización engañosa, que lo que se presenta como una alternativa representa un programa que en realidad converge en los mismos puntos que el macrismo.
E.F: – Respecto a eso, la participación tanto de Alberto Fernández como de Mauricio Macri en el último evento de Clarín, parece reforzar esa idea de ustedes de que no tienen diferencias de fondo…
R.P: – Y, ahí Alberto Fernández hizo una serie de definiciones que son directamente brutales en relación a los mercados, las patronales, los capitales especulativos. Eso nos va marcando los compromisos que va asumiendo, ahí se ve como ese condicionamiento de los sectores patronales y el FMI, ya empieza a jugar muy fuerte no sólo a través de la devaluación y la fuga de capitales, sino también de las imposiciones al gobierno macrista, en el tiempo que le quede, y al futuro gobierno.
E.F: – Es increíble que hayan estado los dos, como rindiendo examen…
R.P: – Eso es muy interesante porque, previo a las PASO, Alberto Fernández no estaba invitado a ese panel, estaban invitados Macri y Fernando Enrique Cardoso. Hubo un cambio de urgencia para acomodarse rápido a la nueva situación política creada por las PASO. Esto ya es un primer dato: ¡No lo tenían en la grilla!
E.F: – O sea que hubo reconciliación…
R.P: – Es que Alberto no es un tipo que se haya peleado nunca con Clarín, al contrario. Cuando él se retira del gobierno de Cristina no nos olvidemos que era una trajinador habitual de TN, o de los espacios veraniegos de Clarín, y un lobbista de Repsol contra la, por otra parte, limitada estatización de YPF. Pero dejame volver al encuentro de Clarín, porque son muy interesantes sus definiciones: Una de las cuestiones en la que se detuvo, fue en la de plantear nuevamente la idea del Pacto Social, que significa maniatar a los trabajadores. Este tema es clave, porque tiene que ver con ese plus diferencial que planteó Alvarez Agis en un reportaje en el El Cronista, cuando le preguntaron sobre qué diferencias hay entre Alberto y Macri, si las medidas económicas que proponen son similares, y Alvarez Agis señaló que la diferencia es que Alberto tiene el apoyo de las direcciones sindicales.
E.F: – ¿Qué opinás de la idea que el propio Alberto reforzó con su reportaje en Clarín, del fin de semana pasado, sobre la emergencia de una nueva configuración del peronismo, algo así como el “Albertismo”? ¿Qué lo diferenciaría del kirchnerismo? ¿Cómo reaccionarán los seguidores de Cristina?
R.P: – Para nosotros no es una novedad esta diferencia. La idea electoral del macrismo de presentar a Alberto Fernández como igual a Cristina es falsa. Justamente, la designación de Alberto, y me acuerdo que lo dijimos apenas nos enteramos, yo estaba llegando a Libertador General San Martín al Ingenio Ledesma, y ahí mismo grabamos un video con el planteo de que la designación de Alberto por Cristina era una señal a los mercados y al capital especulativo, de que ante la falta de confianza de que ella pudiera ser una salida que asegurara la continuidad, colocaba al frente a un hombre de los bancos. Nosotros lo analizamos como una capitulación del kirchnerismo ante los bancos. Después, si hay sectores izquierdistas, o que resistan, tengo mis dudas: Los mandan a llamarse a silencio y se callan, porque lo que quieren es llegar al gobierno. Y en el gobierno van a hacer algo diferente? No. Por eso la propia Cristina fue la primera en hablar del Pacto Social, y citó el pacto de Gelbard del ’73. Algo que la propia izquierda peronista, de la que se supone que ella proviene, rechazó y resistió.
E.F: – ¿Qué papel juegan la burocracia y las centrales sindicales en este proceso?
R.P: Lo de las centrales sindicales es siniestro. La CTA está en reunionismo permanente, y lo máximo que han resuelto es un congreso para el 3 de octubre, mientras están confiscando los salarios. Justamente, intervenir contra la política de contención social de la burocracia es la clave, porque es hoy una pieza fundamental del régimen. Lo acabamos de ver en el levantamiento de la reunión del Consejo del Salario de la semana pasada. La idea de decir estiremos, que pase otra semana, ganemos tiempo, que aparezcan otras iniciativas, todo eso tiene que ver con la idea del planchazo, que es una responsabilidad directa de las direcciones sindicales.
E.F: – ¿Cómo pensás que deberían intervenir el sindicalismo combativo y la izquierda para romper esa política de contención?
R.P: -Haciendo exactamente lo contrario. Necesitamos una intervención directa, que es lo que planteamos muy claramente la propia noche de las elecciones, para evitar que se descargue la crisis sobre los trabajadores, en esta fase de la crisis y en la que viene. Si no evitamos los nuevos planes de ajuste y la reforma laboral, con el formato que venga, la situación de la población trabajadora va a empeorar todavía más. Y aquí, aunque por supuesto también tenemos que impulsar desde la izquierda, es clave lo que pase con las organizaciones de trabajadores. Por eso el Plenario del Sindicalismo Combativo realizó la movilización del 22, que nucleó a miles y miles de compañeros, justamente haciendo el planteo contrario al de la burocracia. En lugar de irnos a casa, reclamamos la reapertura de las paritarias; la falta la indexación mensual de los salarios; ir por el 82 por ciento móvil para los jubilados; hay que duplicar la ayuda social y los planes para los desocupados; hay que prohibir suspensiones y despidos. Y hay que romper el sometimiento al FMI. Todo esto fue planteado en el acto por Alejandro Crespo, el Pollo Sobrero y los demás compañeros, que en sus discursos marcaron una perspectiva de organización independiente y un reclamo hacia las centrales sindicales, pero también la advertencia de que vamos seguir organizándonos e interviniendo. Fue un primer paso, que vamos a continuar con una nueva movilización para el viernes 30, a la reunión del Consejo del Salario.
E.F: – La semana pasada el ministro Lacunza llamó al diálogo a todas las fuerzas políticas, incluso al FIT ¿Cuál es la posición de ustedes frente a ese llamado?
R.P: Primero te digo como docente que Lacunza es un viejo conocido de la provincia de Buenos Aires, al que los docentes y estatales hemos sufrido y conocemos como ajustador, y no nos sorprende que reemplace a Dujovne. En cuanto al diálogo, al FIT no le ha llegado ninguna invitación formal, más allá de las declaraciones de Lacunza. Pero de todas maneras, te imaginás que no tenemos nada que ir a hablar con él, ni con Dujovne antes. Las reuniones que plantearon tienen como objetivo convertir a la oposición en cómplice del plan hambreador del FMI.
E.F: – Todas las demás fuerzas respondieron positivamente…
R.P: – Lo cual demuestra que forman parte del régimen del FMI.
E.F: – Incluso el antisistema Espert…
R.P: Espert no es ningún antisistema. Espert representa la versión más extrema de la política fondomonetarista. Lo de antisistema es un slogan, pero es un error conceptual percibirlo como un antisistema cuando en realidad aparece radicalizado en la defensa del status quo. Nosotros hemos planteado muy claramente que no sólo no queremos ser socios del ajuste sino que consideramos que la idea de llevar tranquilidad que plantean tanto Macri como Alberto Fernández es para los mercados, mientras se vacían los bolsillos de los trabajadores.
EF: – ¿Como se entienden las medidas “populistas” que adoptó el macrismo después de las elecciones? El congelamiento de los combustibles, la eliminación del IVA en la canasta básica, no son medidas que el gobierno hubiese tomado en otro contexto.
R.P: – Es que el mazazo a la población por la devaluación es brutal y tratan de evitar un estallido social. Pero las medidas son harto limitadas. La eliminación del IVA es a unos poquitos productos. Entre los lácteos, por ejemplo, hay una sola leche a la que se le quita el IVA, el resto sigue. El bono a los empleados estatales es para los empleados nacionales, no llega a los provinciales, y por ejemplo no alcanza a los docentes universitarios que son nacionales. En la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, no hay nada, pero nada de nada. El congelamiento de las naftas por ejemplo, más que un efecto en los precios, que ya son delirantes, va a tener efecto en los juicios que va a tener que afrontar el estado por la medida. Justamente como son manotazos de ahogado, no resuelven el impacto de la crisis social, porque la devaluación tiene un impacto inflacionario tremendo que ya se está viendo y se va a seguir viendo en las próximas semanas.
E.F: ¿Y porqué la reacción crítica de Alberto Fernández y de los gobernadores?
R.P: – Es que Macri está tratando que no le explote todo en la cara, si no estaría preocupado por el costo fiscal. Pero del otro lado los gobernadores y Fernández hablando del costo fiscal, te demuestran cual es la orientación social que promueven. Quieren descargar la crisis sobre los trabajadores. Porque cuando los gobernadores están preocupados por lo que se les cae de la coparticipación, no están preocupados porque no van a poder aumentar los salarios estatales, sino por los negociados de la obra pública con las empresas amigas, por cómo le pagan a los acreedores internacionales las deudas que contrajeron las provincias, porque son todos lobbistas de las grandes empresas, de las petroleras, de las mineras. Todos! Así que vos tenés ahí, cuales son los intereses sociales que defienden, porque el problema, es que la devaluación produce un beneficio brutal para los exportadores, para los grandes capitales.
E.F: ¿Cómo se explica la reacción del macrismo frente al resultado electoral? La ratificación de Marcos Peña, Carrió, incluso se habla de que volvería Durán Barba.
R.P: – Lo que pasa es que Macri representa a una serie de sectores directamente relacionados con el sostén de determinados negocios. Lo de Peña indica también ese carácter, el hecho de que no puede salir de un libreto, porque refleja ciertos intereses, y no puede siquiera usar la herramienta de cambiar el gabinete para oxigenarse. Creo que también influye que han visto que no pueden revertir el resultado y Peña sirve como operador a la hora de tratar de sostenerse hasta el final. Pero si acá hubiera lo que tendría que haber, un paro activo nacional, un plan de lucha, un reclamo de aumento general de salarios, el gobierno tendría muchas dificultades para pensar en octubre.
E.F:– A la izquierda se la acusa de promotora de un default. Sin embargo, si uno mira los indicadores económicos de corto plazo, sino fuera por la asistencia del Fondo, que encima ahora está en dudas, estamos en virtual default…
R.P: – Es que los que dicen que no quieren ir al default, son los que nos llevan al default y a todas su consecuencias catastróficas. Se trata del incumplimiento de aquel que quiere pagar, que reconoce esa deuda. En este cuadro vamos más rápido que antes, porque en el mecanismo de vencimientos planteados para la deuda de corto plazo, se van a licuar las reservas, porque los acreedores se están negando a refinanciar las deudas. Pero, además, si uno mira por ejemplo, la situación de Chubut, el pago en cuotas de los salarios, por rangos, ahí hay un default, con los trabajadores. Cómo pasó en Santa Cruz, donde licuaron el déficit fiscal con el atraso brutal de los salarios, los pagos escalonados. Entonces le están enchufando la deuda a los laburantes, para no dejar de pagar a los acreedores.
E.F: – Cuál sería el planteo de dejar de pagar la deuda?
R.P: – Hay que investigar la deuda, desconocer el grueso que es ilegítimo, usurario y fraudulento. En primer lugar, vos tenés el endeudamiento de este último gobierno, que es escandaloso. Tenés miles de elementos de ilegalidad como para demostrar que no son deudas que se le puedan enchufar a la población trabajadora, que deberían hacerse cargo los funcionarios como Caputo que hicieron negocios en forma directa o indirecta, pero que han actuado usando el gobierno como coto privado. A eso hay que sumarle la deuda del Fondo que, como es una deuda contraída para financiar la fuga y asegurar todos los negocios de los especuladores, también se puede rechazar. Además, por supuesto, de que nada de esto pasó por el Congreso.
E.F: ¿Y respecto a la deuda anterior, a las renegociaciones kirchneristas, que de hecho representaron un reconocimiento de esa deuda?
R.P: – Respecto a la anterior, tenés hasta fallos como el de Ballesteros, que demuestran que una gran parte es completamente ilegal, y nosotros cuestionamos además toda la renegociación del 2005, porque efectivamente le dio legalidad a papelitos bastante dudosos. Entonces, somos partidarios de abrir la caja de Pandora y desconocer todo aquello que no corresponde. Lo que hay que separar, por supuesto, es la paja del trigo, aquella deuda que se ha contraído para comprar algún insumo, elementos que en el país no se fabrican, eso es una cosa, pero la población no tiene por qué pagar los negociados de los especuladores. De lo que se trata es de evitar que nos sigan saqueando.
E.F: – Viajaste a apoyar la lucha de los compañeros de Chubut¿ Cómo ves el panorama?
R.P: – El chubutazo sigue con paros, cortes de ruta y ocupación de edificios públicos. El gobierno anunció que va a dar el cronograma de pago recién el 6 de septiembre, o sea que ya se sabe que va a pagar fuera de término. Además retiene los fondos de la obra social, que está cortada por falta de pago a los prestadores. Acá hay una gran conciencia de que Arcioni gobierna para las petroleras, para Aluar y las pesqueras, y para los acreedores de la deuda provincial de U$S 1000 millones, que se paga con las regalías y que nadie sabe dónde fue a parar. Arcioni apoyó el ajuste de Macri, y ahora es el gobernador bendecido por Fernández y Massa, pero ni el gobierno ni la oposición del PJ y el kirchnerismo ofrecen una salida. Arcioni pide 6 meses de tregua. Por eso hay una gran solidaridad con los compañeros de parte de otros sectores de trabajadores. En Sarmiento, por ejemplo, los petroleros acompañaron a los estatales para frenar un intento de represión y en Comodoro las bases de petroleros, camioneros y de los trabajadores de la construcción, se solidarizan y se niegan a romper los piquetes para subir a los pozos. Mientras, la burocracia de Jorge Ávila acata la conciliación y levanta el paro petrolero de miércoles y jueves, en evidente apoyo a Arcioni, y Baradel vino mandado por Alberto a poner paños fríos, pero se fue sin dejar ni siquiera la promesa de una acción nacional de CTERA, que acá los trabajadores están reclamando.
E.F: – Es la dinámica que planteabas sobre la función de la burocracia a la hora de contener.
R.P: – Claro, sólo que acá la crisis ya explotó, y Chubut, de alguna manera, anticipa una dinámica de lucha que puede extenderse a todo el país.