Huella Andina: se hace camino al andar
Sebastián Carapezza/El Furgón* – Huella Andina es el proyecto de trekking más complejo y ambicioso que existe en el país. Sin embargo con el cambio de gobierno nacional y de órbita ministerial se informó que no se va a continuar con este programa que ya tiene sus objetivos y sus sendas trazadas. ¿Primeros pasos de un vaciamiento profundo como una montaña?
Muchos/as de nosotros/as, caminantes de la montaña desde hace rato, vemos con preocupación la situación que han denunciado trabajadores de Parques Nacionales sobre la desinversión en el programa Huella Andina.
El que bien conoce los rincones más lindos de este mundo llamado cordillera patagónica, sabe que no necesita exclusivamente de Huella Andina para conocer, caminar, acampar y muchos verbos más terminados en ar, er, ir. Por suerte hay muchas otras sendas de montaña (más de 100 dentro del Parque Nahuel Huapi), que llevan a algún refugio del Club Andino Bariloche, algún vivac u otro lugar mágico dentro de la esfera de Parques Nacionales. Quizás estas picadas no estén tan abiertas, no tengan marcas con la bandera argentina, ni existan folletos con datos útiles antes de calzarse la mochila, pero existen y son transitables.
Sin embargo, el que recién comienza a sentir la mochila en los hombros en senderos de largo recorrido quiere ir a lo seguro. Y no está mal. Quiere caminar desde Bahía Mansa, en el istmo de Quetrihue, hasta el bosque de Arrayanes; quiere probar ese tentador sendero que une Villegas al Steffen, o el Bayo, con Villa Traful.
Porque cuando a un gringo le decís que podés ir a acampar a lugares llenos de montaña, con filos, lagos, praderas, pedreros, mallines y bosques de los más maravillosos, solamente haciendo un registro gratuito de trekking.
O que podés beber el agua de sus espejos y entender que eso es agua de verdad, que ese aire de montaña que te despeina es sólo para vos, que podés acampar cuándo y dónde quieras sin mayores restricciones, que podés elegir tus tiempos y tus posibles recorridos, que podés ir y venir para contarlo, no lo pueden creer. Y no lo creen porque en muchos lados directamente no existe y resulta casi impensado.
Un dato: las carreras de montañas en casi todo el mundo, al tener muchos kilómetros de extensión, la mayoría tienen que pasar indefectiblemente por un pueblo o una ciudad para continuar el recorrido. En Bariloche, no. Vos podés salir caminando en el Cerro Catedral y terminar en Pampa Linda, o empezar en el Mascardi y terminar en las costas chilenas comiendo una paella contándote las ampollas de los pies.
Huella Andina recupera la memoria de las viejas rastrilladas y picadas y ofrece la oportunidad de recorrer a ritmo tranquilo los paisajes cordilleranos. Significa el primer sendero de largo recorrido de la Argentina en la Patagonia Norte cordillerana por una senda troncal de 570 kilómetros que une Aluminé con el lago Baguitt y atraviesa las provincias de Chubut, Río Negro y Neuquén por 41 diferentes tramos, permitiendo pasar por cinco parques nacionales: Lanín, Nahuel Huapí, Arrayanes, Lago Puelo y los Alerces.
El sendero está diseñado principalmente para caminantes con poca experiencia y está identificado el grado de dificultad de cada etapa (baja, media y alta). Esta señalizada con la bandera argentina y tiene un cartel en la cabecera de cada una de las etapas abiertas.
Cimas y abismos
Sabemos que desde el gobierno nacional pueden sacar la infraestructura a un programa o dejar de invertir en actividades que no dan réditos taquilleros ni se miden por encuestas estudiadas. Pero es la gente, los vecinos como vos, que salen con el mapa en la mano mirando un nuevo horizonte, los que con su andar, con sus pisadas, van a sostener los senderos abiertos al tránsito de aquella actividad que ahora se llama trekking pero siempre fue ,nada más ni nada menos, que caminar por lugares únicos de verdad.
El Club Andino Bariloche (CAB) manifestó su preocupación ante la desactivación del programa Huella Andina por parte del gobierno nacional y sus dirigentes se reunieron con concejales de Bariloche para exponer la situación y solicitarles que intervengan ante el Ejecutivo. Sus referentes remarcaron que el diputado nacional Sergio Wisky ya está al tanto de la situación.
Al respecto fuimos a consultar a Berta, referente del club de Huella Andina, quien cuenta que lo más doloroso fue la forma en que se enteraron de la desactivación de éste programa. “Este verano por intermedio de un turista nos enteramos que estaba dada de baja la página web. Sin embargo, oficialmente a nosotros ni a ningún Parque Nacional nadie nos comunicó nada. Si este gobierno no está de acuerdo con las políticas anteriores no puede hacer una política partidaria sobre una política de Estado”, dijo Berta.
-¿Qué valor tiene Huella Andina para el turista y la gente de montaña?
-Fue la primera vez que este país le dio bola al senderismo, y la gente lo está caminando mucho. En cada cabecera está la cartelería y hay conexiones de picadas. Y se sigue trabajando en este Parque, tal es así que se está por inaugurar una conexión entre laguna Los Césares y los Rápidos. Es una excelente idea, aparte de una política de Estado y todos aquellos que la declararon de interés deberían defenderla con el mismo ímpetu. Con esta insistencia de que permanezca viva esta Huella mandamos diferentes notas y el Concejo Deliberante de Bariloche fue el que más interés mostró, además de las senadoras Magdalena Odarda y Silvina García Larraburu quienes se hicieron eco. Creo que un cambio fundamental tuvo que ver con que Parques Nacionales pasó a depender del Ministerio de Ambiente y ya no de Turismo. Entonces, nosotros insistimos que a mayor incertidumbre la gente más se arriesga, porque este ya es un producto que ha superado ampliamente la oferta; la gente viene a caminarlo porque se lo trabajó mucho y en todo sentido.
-¿Qué significa concretamente desactivar Huella Andina en acciones cotidianas?
-Las cosas no las podés dejarlas dormir sino se olvidan. Entre Bariloche y El Bolsón tenemos la red de senderos más importante de Latinoamérica y hace que la gente que hace senderismo se quede mucho tiempo, a diferencia de ciudades que tienen sólo actividades urbanas. Desactivar este proyecto no sólo significa dar de baja la página, sino dejar de lado el mantenimiento de las picadas, señalización, tener su información actualizada y las formas de hacer conexión con Bariloche o El Bolsón sin quedar varado al pie de la picada. También saber dónde podés abastecerte de alimentos, dónde podés acampar o qué actividades tenés en cada cabecera para disfrutar el lugar. Eso es desactivar el programa: dejar a la gente sin información en un producto que es muy original.
Los senderos que incluye Huella Andina recorren caminos y picadas preexistentes, varias de ellas usadas por lugareños. En particular, se busca integrar a los pobladores, quienes pueden ofrecer servicios a los visitantes. Alojamiento y comida, cabalgatas, excursiones guiadas, traslados lacustres y terrestres son algunos de los servicios más frecuentes.
Paso a paso
Consultada por este tema, la senadora Beatriz Larraburu nos envió su pedido de informe presentado el 8 de marzo (cuya iniciativa tuvo un giro a la comisión de Turismo donde aguarda tratamiento) sobre la decisión de dejar sin efecto el Programa Huella Andina, dónde pregunta cuestiones cómo:
-¿Por qué causas políticas, económicas o de otra naturaleza se ha dejado sin efecto, sin anuncio previo, el Programa Huella Andina bajo el Ministerio a cargo?
-¿Ha calculado el Poder Ejecutivo el impacto económico, directo e indirecto, que como motor turístico tiene el paseo Huella Andina, considerando que une a las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut?
-¿Ha considerado que el paseo Huella Andina fue declarado Reserva de la Biosfera Andino Norpatagónica, por la UNESCO, en septiembre del 2007?
-¿Ha evaluado el Poder Ejecutivo, en sus áreas pertinentes, el impacto integrador que, desde el punto de vista cultural y económico, tiene el paseo Huella Andina con las Comunidades Originarias?
-¿Tiene en cuenta el Poder Ejecutivo que con la desactivación del Programa Huella Andina se está clausurando el desarrollo de una actividad turística, cultural y deportiva con la que la región ha generado valor agregado a su oferta turística?
En su pedido de informe que se trató la última semana de abril en el senado entiende que “por este motivo, resulta fundamental que el Gobierno Nacional, expida las razones que ha tenido en vista para tomar la decisión de concluir con este programa y cómo prevé hacer frente a las consecuencias que dicha acción generará en la industria cultural y turística”.
Con esas preguntas en la cabeza fuimos a dialogar con una de las personas que más sabe de senderos de montaña en la región y referente dentro de Parques Nacionales, Ricardo Pereyra. Con él hablamos en la delegación del Centro Cívico donde nos aportó muchas certezas a esas preguntas.
-¿Cómo se originó Huella Andina y en qué coyuntura se encuentra?
-Algo que mucho no se sabe sobre este tema es que este proyecto nació en los Parques Nacionales, específicamente en Alerces cuando era intendente, donde teníamos un sistema de sendas ya armadas. Entonces una española propuso hacer una senda de largo recorrido como en Europa. La idea nos interesó a todos, nos juntamos con diversas instituciones y se propuso al Ministerio de Turismo de la anterior gestión este proyecto que lo tomó y lo empezó a llevar adelante con financiamiento propio. Así comenzó la organización formal de las sendas con convenios con municipios, provincias y se armó una senda que atraviesa toda la Reserva de la Biósfera con casi 600 kilómetros, donde se atraviesan 17 municipios de tres provincias en cinco parques nacionales diferentes, con acuerdos con Chile ya que ellos tienen sus senderos paralelos del otro lado de la cordillera. Fue todo un proceso institucional y operativo, ya que hubo que señalizarlas a todas de la misma manera y sacar la folletería de altísima calidad. El proyecto de este Ministerio era tomar Huella Andina en Patagonia como un proyecto piloto para que se replique en diversas partes del país: la guaraní, la del NOA, otra en Tierra del Fuego.
Cuando cambia el gobierno a fines del 2015, el Ministerio de Turismo dice que no va a continuar este proyecto, pero firma un acuerdo con Parques Nacionales. O sea que, institucionalmente, Huella Andina de la Patagonia continúa, donde cada provincia pueden tomar este proyecto como propio, pero significa que algún otro organismo deberá financiarlo como se comprometió a hacerlo Parques dentro de su jurisdicción. Es un proyecto que debería continuar. Antes lo financiaba Turismo y ahora hay que ver quién lo toma. Si la comunicad, instituciones, hostels, y los distintos proveedores ponen esto en relieve, creo que se va a continuar, sobre todo porque la mayor parte del financiamiento era para divulgación, para presentarlos en ferias internacionales, tener una página y folletería. Porque después las sendas tiene un trabajo que ya hace Parques de por sí en su territorio. No es gran presupuesto el que se necesita salvo la difusión. En este momento estamos en el cimbronazo de cuando cambia algo de una administración a otra. Pero los proyectos que son válidos quedan con el tiempo.
-¿Qué mejoras involucra la continuidad de Huella Andina?
-Tal es así que dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi este proyecto es muy importante. Está en marcha, tiene hasta un presupuesto específico para el mantenimiento de la senda y la señalización. Hay un responsable y hay equipos y cuadrillas internas y externas de trabajo. La AAGM (Asociación de Guías de Alta Montaña) participa activamente en el proyecto y asesora en el diseño de los senderos. Asimismo, tres guías participan en la dirección del programa. Por otra parte, con este proyecto se potenciaron mucho los servicios que existían en los refugios, las informaciones en las cabeceras, puentes y de ser sendas silvestres, muchas de ellas pasaron a estar excelentemente señalizadas con protocolos de comunicación y divulgación. Dónde no había nada, ahora hay campings, proveedurías, caballos o canoas que cuentan y ofrecen los pobladores. Es un proyecto que hay que estarle encima porque es dinámico: cambian los gobiernos, las comunidades mapuches, los intereses, las personas, etc. No es una foto fija. Como el paisaje de montaña que muta ante cada nueva estación.
Este tema preocupa a aquellos que hace rato miran con un brillo especial en los ojos cada nuevo mapa con sendas y picadas que encuentra, cada anécdota de compañeros de ruta que coronaron un nuevo periplo con mochila en los hombros y volvieron para contarlo, pero preocupa más todavía a los que recién comienzan, los que no tienen tanta experiencia ni kilómetros recorridos y recién se están sumando a esta actividad que se practica con las piernas y se quiere con el alma. Impacta a los turistas de mochila que siendo muchos más de los que se cree, se acercan a localidades con paisajes tan increíbles como el nuestro para sentir esta tierra bajo sus pies. Para ver por sus propios ojos que cada día caminado puede presentar un nuevo lago, una nueva montaña, un refugio inolvidable y mil anécdotas para contar frente a un fogón.
*Artículo publicado en revista Al Margen (https://almargen.org.ar)