Gran Martell: la militancia del sonido
Gustavo Grazioli/El Furgón – Como militantes del sonido, las texturas y la libertad de la improvisación, Gran Martell llevó a cabo su quinto disco de estudio titulado 4 (Oui Oui Records, 2016). Lo primero que se ve, como anticipo de lo que se va a venir, es un arte de tapa creado por Sergio CH (ex Natas). Este disco, que comprende diez canciones, arriesga todavía un poco más y graba a cinta abierta en dos días, dejando que la música haga su trabajo. Sin limitaciones de ningún tipo, lo cual se vuelve notorio a lo largo del disco, este trío vuelve a demostrar que no es necesario supeditarse a los reclamos de la industria y la vorágine de los estribillos que encajan bien.
Gran Martell está compuesta por tres músicos de trayectorias reconocibles: Jorge Araujo (ex baterista de Divididos), Tito Fargo (ex guitarrista de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota) y, para completar esta “superbanda”, el bajista Gustavo Jamardo (ex Porco, banda de hard rock nacida a principios de 1990 que integró a Gabo Ferro). Sin dudas que hay calidad en esta formación y una escuela que no olvida las bases del rock, pero que le implementa una vuelta más y todo subyace en la sonoridad de la búsqueda constante.
Fotografía del artículo: Santi Sombra
En este trabajo, el trío incluye Cold Turkey, canción de John Lennon y es uno de los pocos covers que la banda parece hacer. El otro que se conoce es Vete de mí, cuervo Negro de la banda Almendra, en el que participó Richard Coleman y que versionaron para el ciclo Much Sessions. El mismo también se incluye en el disco de estudio Un Volcan – Lado B, que se puede ver en https://youtu.be/THifKNsPPpo
Este grupo nacido en 2005 con su nuevo trabajo 4 pone en la mesa la importancia de las melodías en las canciones y el valor de lo que es trabajar de manera autogestiva. Parecen atrincherarse y seguir sacando discos para terminar de cerrar un ciclo compositivo y empezar con otro. El valor de la obra y el porqué de sus canciones es el leitmotiv de esta banda que no habla para nada un lenguaje de otros tiempos. Todo lo contrario. Ni apocalípticos ni integrados, una vanguardia que defiende la comunicación a través de los sonidos y las frecuencias.
