sábado, febrero 15, 2025
Nacionales

“La huelga docente está lejos de haber sido derrotada”

Luis Brunetto/El Furgón – Romina Del Plá es la secretaria general de SUTEBA en La Matanza, una de las seccionales más poderosas del gremio docente. En esta entrevista con El Furgón, realizada antes de la represión del domingo pasado a los docentes frente al Congreso de la Nación, la dirigente habla del saqueo del sistema educativo en Argentina y de los retos que las maestras y los maestros del país tienen en el futuro.

-¿Cómo describirías la situación actual del sistema educativo?

-El sistema educativo atraviesa un notorio cuadro de deterioro. Es el resultado de décadas de las mal llamadas “reformas educativas”, que desmembraron la educación pública nacional, convirtiéndola en un sistema fracturado por provincias, e incluso por regiones dentro de ellas. El ahogo presupuestario, la primarización de contenidos y la injerencia de la enseñanza religiosa (introducida en varias provincias como obligatoria en la currícula), junto al avasallamiento de derechos laborales fomentando la precarización del trabajo docente y el deterioro salarial, son parte de las causas profundas de esta crisis. Tanto las dictaduras, como los gobiernos que se han sucedido las últimas tres décadas tienen en común suscribir la política de los organismos de crédito internacional como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) para educación: convertirla en una fuente de negocios para distintos sectores capitalistas. La privatización no se reduce a los institutos o escuelas privadas, que reciben cuantiosos subsidios estatales, sino también a todos los negocios que rodean la educación: editoriales, evaluaciones externas, consultoras, empresas constructoras, etc.

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-El gobierno plantea que el sistema educativo no enseña, el kirchnerismo lo niega. ¿Quién tiene razón? En todo caso, ¿cuál es la causa de la evidente rebaja del nivel educativo de las últimas décadas?

-La reducción de contenidos y la primarización de la escuela secundaria han sido un objetivo declarado y consciente de las “reformas educativas”. La transferencia de escuelas nacionales a las provincias, junto a la Ley Federal de Educación que habilitó los contenidos adaptados en nombre de los regionalismos, eliminó los programas unificados de contenidos. Este vaciamiento de la escuela pública y sus contenidos obedece a la consideración de la burguesía en relación a la sobrecalificación de la mano de obra en Argentina. Una mano de obra flexibilizada y precarizada no necesita una formación integral y crítica. Necesita conocimientos básicos y procedimentales. Mientras se “universaliza” la educación secundaria degradada, se avanza en la idea de que acceder a una educación real queda para los estudios superiores, universitarios, y en muchos casos ni siquiera eso, sino dependiendo de posgrados universitarios pagos. El macrismo no quiere revertir esta situación, sino establecer un ranking de escuelas y docentes, que distribuya presupuestos y niveles salariales de acuerdo a parámetros de rendimiento empresarial, no de acuerdo a avances en los conocimientos científicos a los que acceden los alumnos. Persiguieron ese objetivo con la implementación de la evaluación externa del Operativo Aprender 2016. El kircherismo suscribió todos estos objetivos, y disfrazó esta estafa educativa en nombre de la “inclusión”, precarizando aún más la educación con los planes Fines y otros planes de terminalidad. Nunca quisieron profundizar en las causas del fracaso educativo. Para ello deberían hacerse cargo de la miseria social en que viven amplias capas de la población, también bajo su gobierno.

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-¿Cuáles son las principales reivindicaciones del movimiento docente? Me interesa particularmente que desarrolles la idea de “nacionalización del sistema educativo” que ustedes plantean.

-Frente a este cuadro, ha sido la lucha docente la que impidió que los gobiernos llevaran más a fondo esta destrucción del sistema educativo. Se detuvo el proceso de municipalización a base de lucha. Bajo el kirchnerismo, se armó una falsa salida a la Ley Federal con la aprobación de la Ley de Educación Nacional en el 2006. Esta ley, que contó con el apoyo de la dirección de CTERA y Suteba que se integró al gobierno, mantuvo lo esencial de la Ley Federal: la provincialización del sistema. Por eso el reclamo central de Suteba Multicolor y todos los sectores combativos es la renacionalización del sistema educativo. Entendemos que hay que volver a unificar el sistema, integrando un programa único de contenidos básicos, volver a un presupuesto educativo nacional que se haga cargo de toda la estructura educativa, el estatuto del docente único y, fundamental, un salario con un básico unificado nacional donde luego se contemplen los porcentajes y diferencias por zona.

-¿En qué estado se haya el conflicto? ¿Cuál ha sido el papel de la dirección del gremio?

-El conflicto continúa porque no se ha resuelto ninguno de los temas que lo originaron. La paritaria nacional no se convocó, continúa el recorte de las partidas para las provincias del presupuesto nacional, Macri y Vidal reafirman los topes salariales, y mantienen la reducción del presupuesto educativo en la provincia de Buenos Aires. La suspensión del paro, que sin declararse se convirtió en indefinido por parte de las direcciones de los sindicatos provinciales, indica que nunca quisieron llevar adelante esta lucha, y se empeñaron en demolerla: medidas no anunciadas oficialmente, permanente indicación de supuestas fuerzas desgastadas, negativa a convocar un Plenario de Delegados Provincial con mandato. A pesar de la actuación de las direcciones sindicales provinciales, la reserva de lucha sigue intacta y la docencia está sacando rápidas conclusiones. Las seccionales multicolor convocamos para el miércoles a una movilización contra los descuentos y un Plenario de delegados para analizar la situación.

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-El gobierno se empeña en presentar al conflicto como funcional a las necesidades electorales del kirchnerismo. ¿Existen puntos de contacto entre la política educativa del kirchnerismo y la actual?

-La estrategia del gobierno ha sido negar las causas del conflicto y atribuirlas a la política de “Volveremos” del kirchnerismo. Las direcciones de CTERA y Suteba le han hecho varios favores en ese sentido. Sin embargo, son innegables las líneas comunes entre el kircherismo y el macrismo: ambos atacaron los derechos docentes, quisieron imponer el presentismo, mantienen fragmentado el sistema educativo, son partidarios de la evaluación externa estandarizada, han avanzado sobre estatutos y jubilaciones, y utilizaron la paritaria nacional para habilitar básicos ínfimos en el marco de salarios de bolsillo plagados de cifras en negro. Dilapidar las 400.000 personas presentes en Plaza de Mayo en la Marcha Federal Educativa es parte de esto: en lugar de profundizar el plan de lucha y denunciar al gobierno, privilegiaron los cánticos e imágenes del “Volveremos”.

-¿Cuáles son las discrepancias entre tu lista, la Multicolor, y la lista Celeste de Roberto Baradel?

-La Multicolor se distingue por defender un sindicato independiente del Estado y los gobiernos de turno. También de los partidos patronales. En cuanto al funcionamiento sindical, nos basamos en el estricto apego a las resoluciones de asambleas y plenarios de delegados. Sin funcionamiento democrático y participación real de la docencia, sólo hay cáscaras vacías de sindicatos, como son los dirigidos por la Celeste. Impulsamos la convocatoria al Plenario provincial de delegados como método de deliberación y resolución.

-¿Qué dirías del titular de Clarín del sábado 8 de abril en el que dice que Vidal triunfó porque los docentes levantaron la huelga?

-Que se apuran a festejar un supuesto triunfo político que no es tal. Aún no lograron imponer ninguno de sus objetivos y la reserva de lucha está intacta. El objetivo del gobierno es estratégico: barrer con paritarias y derechos laborales. Si avanzan sobre los docentes, suponen que podrán avanzar en el resto de los gremios. Sin embargo, aún no pudieron comenzar. La huelga de cinco semanas está lejos de haber sido derrotada.