UBA: ¿una disertación pro pedofilia?
Agustina Lanza/El Furgón – La ONG Madres Protectoras denunció que un evento en la Facultad de Derecho buscaba poner en duda los relatos de víctimas de abuso sexual en la infancia. La clase, a cargo de la psiquiatra española Margarita Diges Junco, fue cancelada gracias a la insistencia de la organización. Desde la facultad dicen que la suspensión es “momentánea”.
Feliciana Bilat encontró el flyer y lo compartió en su Facebook para que se viralice. Era acerca de un evento en la Facultad de Derecho titulado “La fragilidad de la memoria: recuerdos falsos de niños supuestas víctimas de abuso sexual y en identificaciones de rueda de reconocimiento”. Feliciana y las que integran la ONG Madres Protectoras, un grupo de mujeres que denunciaron a sus ex parejas por abusar de sus hijos, lo definieron como “pro pedofilia”. Estaba previsto para el 29 de marzo, pero después de insistir lograron que se cancele.
El espacio lo brindó el Departamento de Derecho Penal y Criminología. La disertación estaba a cargo de la psiquiatra española Margarita Diges Junco. Iba a presentar su libro Testigos, sospechosos y recuerdos falsos publicado el año pasado. Pero la fecha fue suspendida por el revuelo que se generó en las redes sociales. Varios usuarios respondieron a la publicación de Feliciana y se comprometieron a llamar por teléfono. “Lo único que hacemos es darle el espacio y difusión a esta profesora, como lo haríamos con cualquier otra”, se excusaron desde la Facultad.
Junco da clases en la Universidad Autónoma de Madrid. Tiene a cargo la Cátedra de Psicología de la Memoria y un seminario sobre pericias forenses. Parte de su trabajo está en determinar qué reconstrucciones mentales del pasado son fiables. También si algunos recuerdos pueden ser manipulados por terceros, mezclar realidad y ficción, o no haber existido nunca.
Desde Madres Protectoras insistieron con que no se concrete. Estaban seguras que esa charla validaba el Síndrome de Alienación Parental (SAP): una teoría que pone en duda la confesión de las víctimas basándose en un supuesto “desorden psicopatológico”.
El término fue creado por el psiquiatra estadounidense Richard Gardner hace más de 30 años. Trata de explicar que los niños acusan a sus padres porque sus madres les llenan la cabeza en su “odio” hacia los hombres. Gardner dejó plasmado en sus libros la defensa del incesto. Creía aconsejable que los menores fueran iniciados sexualmente por sus propios padres. Hace años se conoce que el SAP carece de consenso científico. Es incomprobable. Sin embargo algunos jueces todavía lo usan como justificativo. No sólo para dejar en libertad a los abusadores, sino para revincular de manera forzosa a los niños con ellos y, en casos más extremos, quitarles la tenencia a las madres por “mentirosas” o “despechadas”.
La psiquiatra infanto-juvenil y perito del Cuerpo Médico Forense, Virginia Berlinerblau explicó que el síndrome funciona como backlash, que en inglés significa “contragolpe”. Podría explicarse como un movimiento social que se opone a otro. Pero pararse en la vereda contraria de las víctimas no es mero capricho. Para Berlinerblau hay un objetivo marcado: mantener el statu quo afín a un patriarcado que está en decadencia. “Hay personas que parecen ser clarividentes porque dicen saber cuál es la verdad. Investigar lleva su tiempo, da trabajo. Al parecer es más cómodo pensar que son mentiras que reconocer la problemática de los abusos sexuales en la infancia. Hay que observar con detenimiento cada caso y prestar atención cuando los niños toman la palabra. La víctima es la persona más descuidada dentro del sistema penal”, explicó a El Furgón.
La pregunta gira en torno a por qué la facultad cedió espacio para una charla de estas características. Para el ex juez Carlos Rozanski no es casualidad que se haya intentado dar cátedra con una teoría malintencionada. “Después de la última dictadura se vio una permanencia de sectores conservadores en Derecho. Es la más tradicionalista de todas. Además estoy convencido que el contexto político ayuda a que esto suceda”, aseguró a El Furgón.
El Departamento donde se iba a realizar la clase está a cargo del abogado Daniel Pastor, un crítico de los organismos de Derechos Humanos y un defensor de la prescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad.
Desde el espacio académico no dan demasiada información. En un principio, la voz detrás del teléfono explicó el verdadero motivo por el cual se canceló la disertación: había organizaciones sociales que estaban en contra. Ahora los argumentos se limitan a “cuestiones de organización”.
No es la primera vez que logran bajar una presentación. El 23 de noviembre de 2016 impidieron la “Primera Jornada de Abuso Sexual Infantil”, un evento en el Senado de la Nación en el que iban a participar más de seis disertantes. Las miradas estaban puestas en el licenciado Carlos Gatti, perito del Cuerpo Médico Forense. Feliciana lo acusó de no confiar en las palabras de su hija cuando ella confesó que su papá la había abusado. “Si bien no advierto fabulación en el relato de la niña tampoco puedo otorgar credibilidad a sus dichos”, había justificado Gatti. Sus palabras figuran en el expediente judicial.
Por eso las Madres Protectoras insisten. Tienen miedo de que el evento se haga igual, que la suspensión no sea definitiva. Depende de ellas. Saben que tienen que estar atentas.