sábado, junio 14, 2025
Nacionales

La economía en la elección de CABA

El domingo 18 de mayo hubo elecciones legislativas en CABA. Separada de la elección de medio termino de la Nación, se renovaban los mandatos de los legisladores porteños. Los comicios tuiveron un carácter casi de elección nacional, diría que tuvieron la impronta de un plebiscito, no ya de la propia gestión de la ciudad sino de la gestión de Javier Milei.

Dada la muy magra afluencia de votantes, que fue del 53 por ciento frente a un promedio histórico superior al 70, pareciera que el interés de los medios y las redes durante la campaña estuvo lejos de representar la real importancia que los porteños le daban a esta elección. Votó la mitad del padrón.

Esto no invalida los resultados, simplemente nos dice algo. El ganador se llevo el 30 por ciento de los votos emitidos, esto es el 30 por ciento del 50 por ciento que votó, es decir lo acompañó el 15 por ciento del padrón habilitado para votar. No tiene sentido hacer proyecciones de cómo se hubieran repartido los votos del 50 por ciento que no votó.

Lo cierto es que a la mitad de los porteños o bien no le importó la elección, o se cansó del show político; o, peor aún, desvalorizó totalmente el “derecho cívico de votar”.

Podríamos asociar esta pérdida de valor del sufragio a la centralidad que ha tomado la economía, o más específicamente las variables macro a las que el gobierno, los medios y las redes hacen referencia cotidianamente, sin solución de continuidad, pero, sobre todo, al manejo poco democrático de variables económicas absolutamente sensibles para la vida cotidiana.

De hecho, el gobierno accedió a más deuda con el Fondo Monetario Internacional  (FMI) sin pasar por el Congreso, pisa las jubilaciones unilateralmente, no convalida paritarias entre privados iguales o mayores a la inflación, etc.

Sería algo así como que todo lo que afecta nuestra cotidianeidad, la supervivencia, el empleo, la salud, la educación, no tiene ninguna relación con quienes puedan ser legisladores.  Ya no importan quienes lo sean, porque no definen nada de lo que realmente nos importa. Ni siquiera sabemos para qué están ahí en realidad.

¿Cuántos nombres de Legisladores porteños conocemos? Pienso esto porque veo la degradación muy grande que este gobierno le ha infligido al Poder Legislativo, que la gente se convenció que lo único que importa es el que ejecuta. Esto del equilibrio y juego democrático de los tres poderes no aporta nada.

Un claro ejemplo es que han sido elegidos para sus bancas en casi todas las jurisdicciones por partidos de la oposición y, sin embargo, votaron todo lo que el oficialismo propuso. ¿Realmente sirve votar legisladores para eso?

Y como el que ejecuta, el jefe del Poder Ejecutivo, básicamente habla y se autoelogia de la marcha de la economía e insulta a todo aquel que simplemente no lo venera, parecería que eso es todo lo importante. Las practicas democráticas, por lo tanto, resultan casi un cotillón que no nos ofrecen nada, son una carga.

¿Qué tiene que ver esto con la economía? Creo que mucho. Milei gano en 2023 con un discurso que a pesar de haber ido cambiándolo cada vez que le convenia, siempre estuvo ligado a lo económico. El economista presidente se vendió como el gran sanador de todos los males económicos de la Argentina. Todo lo demás no importaba.

No importó si tenía o no suficientes diputados y senadores propios para promulgar sus leyes, vetó todo lo que iba en contra de sus deseos, y con ayuda de legisladores de partidos supuestamente opositores, logró casi todo lo que se propuso vía los Decretos de Necesidad y Urgencia. Es decir, logro ejercer un poder casi unipersonal inclusive para acceder a una nueva deuda con el FMI sin pasar por el Congreso Nacional.

Para la gente la Argentina esta gobernada por Milei y solo por Milei. El Poder Legislativo pasó a ser casi una marioneta de Milei. Y para Milei gobernar es manejar ciertas variables de la economía. ¿Quiere decir esto que la gente está satisfecha con su gestión? ¿Que la economía personal y familiar está mejor gracias a Milei? La gran mayoría seguramente no lo está.

Pero, elegir legisladores en la Ciudad de Buenos Aires ¿podía acercar alguna posibilidad de cambio o mejora en nuestras vidas cotidianas? ¿Ayudaría a que podamos consumir algo más? ¿A asegurar nuestros empleos? ¿Si los Diputados y Senadores nacionales no han servido como contrapeso del poder de Milei, qué podrían aportar los diputados porteños?

Si ir a votar por legisladores, ex concejales, no me va a modificar en nada mi difícil realidad cotidiana ¿para qué votar entonces? si la economía nacional y de la ciudad solo depende de las decisiones de Milei y Caputo y en nada de los poderes legislativos de la Nación y de la Ciudad.

Resulta entendible, aunque muy preocupante, que la mitad de los porteños no asistieran a votar. Y creo que, en este desentendimiento cívico del ciudadano porteño, se recuesta el desmesurado festejo de la La Libertad Avanza el 18 de mayo y no en el resultado numérico.

Milei esta logrando lo que busca desde un principio: gobernar con el mínimo de control parlamentario y con la economía como único tema. La menor participación ciudadana es su verdadero éxito.

Vivir en una especie de autocracia economicista libertaria resulta muy peligroso para la convivencia democrática de largo plazo y para el bienestar de los argentinos, pero muy útil para los libertarios.

Si realmente queremos seguir viviendo en una democracia representativa que tanto nos costó conseguir, la apatía popular puesta de manifiesto deberá modificarse rápida y radicalmente.