Riquelme, Nacho Fernández y el funcionamiento colectivo
Por Facundo Sava, especial para El Furgón –
Dijo ayer Juan Román Riquelme, uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol argentino, que el mejor jugador del fútbol argentino es Nacho Fernández.
Dijo Nacho Fernández, ante la pregunta del periodista sobre los dichos del que lleva pegada la 10 de Boca: “Para que los del medio hacia adelante nos luzcamos, la clave está en el funcionamiento del equipo”. Qué simple suena, ¿no?
En mi etapa como entrenador de O’Higgins, en Chile, nos fue a visitar Luis María Bonini, una de las mejores personas y profes con los que tuve la posibilidad de trabajar en el fútbol. Ese día, habló sobre esa clave que pensó Nacho Fernández. “Para que un equipo funcione y tenga buenos resultados el secreto es que sus jugadores puedan jugar juntos el mayor tiempo posible y que además lo puedan hacer con un mismo entrenador. Entiendo que los clubes tengan que vender un futbolista por razones económicas o éste irse por algún otro desafío en cada temporada, pero debe ser reemplazado por otro bueno”.
Esto posibilita la identificación de los jugadores y entrenadores con la historia, los valores del club, con el sentimiento de sus hinchas, logran familiarizarse con los empleados de la institución, con las instalaciones, con el estadio. Todo favorece la internalización de idea y de sistemas, como así también un mayor conocimiento de las características de juego y carácter del compañero, lo que afianza la confianza. Que el comportamiento y las declaraciones ante la prensa mantengan una línea definida para quienes participan de esa comunidad. Que malos entendidos y problemas grupales se solucionen inmediatamente. Que los liderazgos se fortalezcan…
Alguna semejanza con este River que ha ganado casi todo en los últimos 5 años es pura coincidencia.
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Estaba cenando, no tengo televisión en el comedor porque creo que condiciona la comunicación de la familia. Eran las 21.40 y ya habíamos terminado. Pensé: ‘Está jugando River, debe estar por terminar el primer tiempo’. Después del café me levanté, agarré papel y birome y prendí la tele ubicada en otra habitación. Vi que ganaba 1 a 0 y estaba por empezar el segundo tiempo. Quería ver cómo River recuperaba la pelota, con qué frecuencia lo hacía y descubrí que en 49 minutos (lo que duró ese segundo tiempo) los jugadores de Godoy Cruz tocaron la pelota apenas 71 veces.
Me ha pasado alguna vez jugar en un equipo donde toqué muy poca veces la pelota y lo que sentí, recuerdo muy claro, es angustia, impotencia, tristeza, decepción, desilusión y bronca. Todos sentimientos negativos.
De esas 71 veces, River recuperó la pelota 26 veces después de que un jugador de Godoy Cruz la tocara una sola vez, ya sea por un rechazo afuera o un pase interceptado.
- 15 veces la recuperó después de dos toques seguidos hechos por el equipo mendocino.
- 7 veces después de 3 toques seguidos.
- 3 veces después de 4 toques seguidos.
- 1 vez después de 5 toques seguidos.
- 1 vez luego de 6 toques seguidos.
La primera vez que Godoy Cruz hizo 4 pases seguidos fue a los 21 minutos y 39 segundos y la única vez que hicieron 6 toques seguidos antes de que un jugador de River anticipara fue a los 29 minutos y 24 segundos.
-¿Cómo consigue un equipo recuperar tan rápido la pelota?
Bonini, Nacho Fernández, Gallardo y todo River tienen la respuesta.
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Fotos de portada e interior: @RiverPlate en Twitter