miércoles, septiembre 11, 2024
Nacionales

Voto electrónico: la privatización de las urnas

Por Juan Agustín Maraggi/El Furgón – 

El voto electrónico se transformó en una obsesión de Cambiemos. Mientras los países del mundo vuelven al papel, desde el oficialismo continúan justificándolo como única manera de garantizar transparencia. En épocas de Big Data, filtraciones masiva de documentos clasificados y hackeo de elecciones, la alianza gobernante está decidida a implementar la votación a través de computadoras.

“Esto es una prueba más de la necesidad de terminar con este sistema. No existe que, con la tecnología que hay al día de hoy, estemos votando y contando papeles hasta cualquier hora. No existe, no existe en el mundo esto”. Horacio Rodríguez Larreta

La modernización es una de las premisas del discurso oficial y el voto electrónico una de sus grandes apuestas. El año 2016 resultó trascendental para imponer en la agenda la reforma electoral. Por los medios desfilaron políticos y especialistas sin mucha información hablando de las bondades de dejar atrás el papel y licitar el sistema electoral.

Los funcionarios y políticos no resisten ningún análisis; fundamentaron que es como un cajero automático, que no es una impresora, que es una impresora, que no tiene CPU, que lo tiene, que es inaccesible de manera remota, que es inhackeable, entre otras contradicciones.

Máquina utilizada en CABA (2015)

Voto Electrónico, Boleta Únicas Electrónica, nombres más rentables en publicidad o menos, son sólo la expresión de lo mismo. “No hay ninguna manera de hackear (…) no hay posibilidad de ingresar a los sistemas e interceptar el voto” sentenció al diario La Nación Sergio Angelini, CEO de Magic Software Argentina (MSA), empresa que fabrica, vende el producto y dueña del código fuente de las máquinas (imaginen el ADN del programa). La realidad no para de demostrar lo contrario.

¿Qué es el Sistema electrónico de votación? Maquinaria más, maquinaria menos, funciona igual en todas partes; Se prenden las computadoras y se ingresa un cd/usb, la pantalla muestra los candidatos y candidatas. Se selecciona el deseado y la máquina imprime una boleta con la lista seleccionada en soporte papel, a la que se le suma impreso en un Chip RFID con el que se realiza el escrutinio. El o la votante puede corroborar que el Chip indique lo mismo que lo que se encuentra impreso (durante las elecciones que arrojaron a Trump como presidente de los Estados Unidos, algunas máquinas fallaron e indicaban votos incorrectos). El voto se encuentra en papel y se almacena en el Chip. Cuando terminan los comicios se utiliza la misma máquina con la que se votó para contabilizar los votos. Las máquinas están programadas para imprimir las actas y los telegramas, por lo que se transmite al escrutinio provisorio y el definitivo.

Hay que saltar, el voto electrónico, no existe más

“El voto electrónico se usa en todas partes del mundo. Ya este sistema de votación es arcaico, no hay país, prácticamente, que quede votando de esta manera (…) realmente no hay defensa posible a que se siga votando así” expresó tras los comicios María Eugenia Vidal. El mundo, sin embargo, contradice a la gobernadora. El voto electrónico se encuentra en retirada en casi todos los países e incluso fue prohibido por países donde se utilizaba. Beatriz Busaniche es la directora de la Fundación Vía Libre indicó que, si nos basamos en el ranking de los primeros veinte países con mayor índice humano de la ONU, sólo Estados Unidos vota electrónicamente, e incluso sólo en algunos estados.

En estos momentos, en el mundo, sólo siete países utilizan el voto electrónico en alguna de sus variantes y sólo tres de ellos (India, Brasil y Venezuela) hacen todo el proceso por este mecanismo. De estos siete países dos son europeos (Estonia y Bélgica), tres americanos (Brasil, Venezuela y parcialmente en Estados Unidos) y dos asiáticos (Filipinas e India).

El voto electrónico en 2018

Estados Unidos, por su parte, al tener un régimen federal, cada estado electoral decide de manera independiente la forma de votación. El 35% de los Estados utilizan el voto electrónico y durante las últimas elecciones presentaron fallas. La Compañía de Seguridad Pública, Cylance, informó unos días antes de los comicios que cualquier partido o terceros podían manipular las máquinas. La injerencia de Rusia en los sistemas de votación todavía se debate.

En los últimos años y con las vulnerabilidades del sistema cada vez más expuestas, países que utilizaban el voto electrónico pasaron a prohibirlo: Alemania, Australia, Finlandia, Holanda, Reino Unido y Noruega, entre otros.

Según una investigación del programador Javier Smaldone, las máquinas que fueron diseñadas para la Argentina terminaron en el Congo. Las movilizaciones y marchas se intensificaron luego de la primera prueba.

Hackear las elecciones

En Argentina, el voto electrónico tiene sus pruebas piloto en varias provincias. Magic Software Argentina (MSA) es la empresa que patentó la Boleta Electrónica y quien ganó, sin mucho esfuerzo, la mayor parte de  las licitaciones para implementarla. Las máquinas no son auditadas por personas ajenas a la empresa, ¿no resulta raro que si se busca un mecanismo de votación transparente no sea auditado y puesto a prueba por diversos programadores y especialistas?

Instructivo del Sistema de Boleta Unica Electrónica (2015) 

Una semana antes de las elecciones porteñas del 2015, Joaquín Sorianello se comunicó con MSA para informarle fallas en los certificados SSL de las máquinas que serían utilizadas. ¿La respuesta? La Policía Metropolitana allanó su casa, lo detuvo y se llevó sus herramientas de trabajo. La reforma electoral que propone el macrismo impone penas en la cárcel a quienes ‘estudien’ sin permiso los sistemas de votación para encontrar vulnerabilidades.

Sorianello, hoy sobreseído, podría ser el primer nombre de una larga lista de programadores y especialistas imputados por buscar la transparencia electoral.

El voto electrónico, ‘inhackeable’ según sus impulsores, no garantiza transparencia, y tampoco la posibilidad de auditoría de un ciudadano sin conocimientos en la temática. ¿por qué tanto hermetismo cuando cientos de universidades y especialistas se proponen a hacerlo de manera gratuita?

Una cuenta anónima en Twitter, Prometheus, sin tener acceso a las máquinas, viene publicando de manera sistemática los códigos fuente que se utilizaron en las diferentes elecciones antes que sucedan. Si el o los administradores de esta cuenta lo hacen para demostrar la falta de transparencia del sistema, ¿cuánto le costaría a otros grupos conseguir la misma información con otros fines?

El sistema Electrónico de votación no da garantías, la lógica modernizante no es más que una excusa para un negocio. En vez de invertir millones en máquinas que deberán ser actualizadas para las próximas elecciones (o quedarán obsoletas); ¿no será hora de empezar a utilizar la Boleta Única de Papel y dejar de dar vueltas?