Ahed Tamini: La joven que iluminó la noche
Oh pícaros niños y niñas de Gaza/ que constantemente me molestaban/ gritando bajo mi ventana/ que llenaban cada mañana con prisas y caos./ Ustedes, que rompieron mi maceta/ y se robaron la flor solitaria de mi balcón./ Vuelvan/ y griten todo lo que quieran/ y rompan todas las macetas/ y roben todas las flores/ ¡Vuelvan…/ solo vuelvan! (Khaled Juma, poeta palestino)
Por Jorge Montero/El Furgón – Ahed Tamimi es una adolescente palestina que el pasado 19 diciembre se enfrentó a los ocupantes israelíes, abofeteando y pateando a un soldado que disparó con una pelota de caucho, desfigurando la cara y el cráneo de su primo Mohammed de 14 años. El vídeo que su madre grabó de la escena se hizo viral, convirtiendo a Ahed en un símbolo de la resistencia palestina pero también poniéndola en el punto de mira de la fiscalía militar.
Tres días más tarde, el ejército israelí irrumpió en su casa de Nabi Saleh, en Cisjordania ocupada, y la detuvo en plena noche. Pasaría su 17 cumpleaños en la cárcel, esperando su sentencia. El hecho ocurrió una semana después del terremoto político que causó Donald Trump al reconocer a Jerusalén como capital de Israel.
“Ahed no abofeteó a un individuo, sino a un uniforme. Odio a este régimen, este sistema y la colonización”, explica su padre Bassem al-Tamimi
Tras tres meses detenida sin fianza y un juicio a puerta cerrada, ya que el tribunal militar rechazó hacer públicas las sesiones, este miércoles la joven accedió a declararse culpable de algunos de sus cargos e ir a la cárcel 8 meses pagando además una multa de 1.164 euros. Al término del juicio la adolescente acusada declaró al mundo: “No hay justicia bajo la ocupación, estamos tratando con una corte ilegal”.
Ahed pasará en la cárcel casi el mismo tiempo que Elor Azaria, un soldado israelí condenado en 2016 por “homicidio involuntario”, al haber rematado de un tiro en la cabeza a un palestino que yacía en el suelo malherido. Hace unos días se anunció que este militar saldrá de la cárcel antes de lo previsto por buen comportamiento.
El caso de la joven palestina ha llamado la atención internacional a un fenómeno que no es nuevo. Las comisarías y campos militares israelíes tienen en este momento 356 niños encarcelados, y desde el año 2000 se ha detenido a más de 12.000. Sin contar los más de 1.700 menores asesinados y 8.000 heridos en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Oriental, saldo de las incursiones de las fuerzas de ocupación sionista.
Arrestos nocturnos, aislamiento, amenazas, privación de sueño, violencia verbal y torturas físicas son algunos de los abusos usuales por parte del ejército israelí. Una forma de aterrorizar a la juventud y de asegurarse de que el sistema de control se aplica desde una edad temprana.
“Ahed no abofeteó a un individuo, sino a un uniforme. Odio a este régimen, este sistema y la colonización”, explica su padre Bassem al-Tamimi, veterano resistente y asiduo visitante de las cárceles sionistas.
Con su madre Nariman en prisión, los primos Musab asesinado y Mohammed gravemente herido, su prima Nour con sentencia suspendida, la historia de la muchacha palestina ha trascendido las fronteras. Para los niños y adolescentes detenidos en las mazmorras israelíes, Ahed Tamimi es un símbolo. Es la joven que iluminó la noche.