martes, mayo 20, 2025
Nacionales

Son miserables

El Furgón/Revista Sudestada* – Nada más complejo que opinar desde este mapa de incertidumbre. Ahora, que todo es tristeza y agonía. Ahora que faltan respuestas y duele hasta los huesos. Pero quien haya hecho el ejercicio de mirar TN o Canal 13 por un rato ayer, puede tener la certeza de que estamos frente a una fauna de miserables. Todos, no zafa ninguno, desde la parejita familiar de periodistas que insiste en dar por confirmado un dato que nadie tiene sin importarle lo que sienta la familia del pibe desaparecido, para después victimizarse porque le tiraron dos piedrazos al camión de su corresponsal en la zona de búsqueda (y de paso insistir con la campaña de demonización del pueblo mapuche y de sus organizaciones de lucha por su tierra, objetivo al que parecen apuntar con descaro y sin disimulo como responsables).

Desde los patéticos candidatos del oficialismo, balbuceando la nueva linea de acción bajada desde el gobierno: hay que investigar a “los violentos”, porque allí está la clave, mientras se ríen y hacen chistes desubicados frente a las cámaras. Son unos miserables, pertenecen hace tiempo al basurero de la historia, pero ahora confirman lo que muchos suponíamos: la cadena de encubrimiento del Estado es enorme y nadie sabe hasta dónde llega. Pero estos miserables, vestidos de traje y corbata, son cómplices y partícipes de un episodio inédito en nuestra historia. No hay excusa, no hay palabras para definirlos, ni siquiera los reparos de quienes -justamente- pueden señalar que muchos de quienes hoy se rasgan las vestiduras por la desaparición de Santiago Maldonado, ayer nomás se hacían los giles, desentendiéndose de su rol de gestores de un Estado que nunca le puso un freno al “gatillo fácil” de sus fuerzas policiales ni a las prácticas represivas de sus fuerzas de “seguridad”. A otros con el chamuyo: también son miserables ellos, peor si ahora se interesan por ver qué rinde y qué no electoralmente.

No nos interesa la campaña ni su jueguito electoralero: queremos a Santiago, queremos la verdad, queremos saber dónde termina esta cadena de encubrimiento, queremos saber quién le baja la línea a estos miserables de micrófono rentado. Nos falta desde hace 79 días un pibe solidario y aventurero, un pibe que se sumaba a las luchas justas porque tenía un corazón así de grande, porque seguramente quería cambiar este país de mierda, gobernado por miserables con las manos manchadas de sangre y televisado por miserables interesados en llenarse sus bolsillos. Basta de mentiras, queremos a Santiago con nosotros y queremos la verdad. No interesa ningún otro tema en nuestra agenda. No nos corran con más versos ni oportunismos. Acá no interesa la renuncia de un funcionario o una banca en el Congreso; acá lo que interesa es desnudar la matriz criminal de un Estado que, en este sistema, desaparece y mata a nuestros pibes. Con la complicidad de estos miserables. Y que lo tengan en claro: no los vamos a olvidar a ustedes tampoco.

*Publicado en Revista Sudestada – Ilustración de portada: Repo Bandini / Ilustraciones del artículo: Guillermo Chempes y Villy Villian