miércoles, septiembre 18, 2024
Géneros

Noelia Benítez, otra víctima de la justicia patriarcal

Agustina Lanza/El Furgón – Hacía meses que Noelia Benítez había terminado su relación con Walter Valdez. El 16 de julio de 2016, cuando volvía de misa, ella encontró que su ex pareja había entrado a la fuerza en su nueva casa. Se dio cuenta de que estaba borracho y le pidió que se fuera. Valdez le quiso pegar. Noelia tuvo miedo y reaccionó: lo hirió levemente con un cuchillo de cocina. En shock, fue a la comisaría N°3. Contó lo que había pasado y los policías la dejaron detenida. La fiscal Virginia Bravo la acusó de cometer el delito de “tentativa de homicidio agravado por el vínculo”. Después de estar nueve meses presa, su defensora oficial, Julia Martínez, pidió el sobreseimiento y el cierre de la causa.

Aquel día cargó a sus hijos de uno y tres años y salió de la casa. Fue lo primero que se le ocurrió después de escapar. Nunca pensó que los policías la fueran a detener a ella. Cuando la esposaron tuvo que dejar a sus hijos a la espera de que alguien los fuera a buscar. No los pudo ver por un tiempo. En la comisaría N°12 de Villa Elisa estuvo incomunicada antes de ser trasladada a la Unidad 51 de la localidad de Magdalena. Fueron dos semanas. Durante ese tiempo ningún defensor público la visitó y nadie le explicó cuál era su situación judicial. El comisario confió más en la versión tergiversada de Valdez cuando fue a verlo personalmente al hospital.

Violencia mujeres 2

Noelia llegó de Paraguay cuando era chica. A los 17 años conoció a Valdez. Un tío de él le consiguió trabajo en un club de voley del barrio Villa Elvira. Cuando empezaron a salir se dio cuenta de que Valdez era muy celoso. Le tenía prohibido acercarse a las canchas cuando había partido. No quería que “provocara” a los hombres que iban a jugar. Al principio sólo eran discusiones a los gritos en la calle, hasta que un día la empezó a golpear. Para ese entonces ya vivían juntos. La madrastra de Noelia fue testigo de cómo quiso estrangularla durante su primer embarazo. Después de cuatro años de relación decidió mudarse con los dos hijos que tenían en común. Sus tíos la ayudaron a construir una casilla en el barrio El Carmen.

La justicia no tuvo en cuenta esos episodios a los que fue sometida a la hora de acusarla. En la declaración indagatoria, Noelia remarcó que no lo hirió con intención de matarlo. También se desestimó una denuncia que intentó hacerle a Valdez, meses antes, por violencia económica, sexual, física y psicológica, en la comisaría N°16 de Villa Ponzati. Ese día esperó horas con sus hijos a cuestas a que la atiendan. El policía no sólo dudó de la veracidad del relato, sino que tampoco dejó ningún registro de él.

Violencia mujeres 3

El 29 de marzo, el Observatorio de Violencia de Género (OVG) de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires presentó un amicus para acompañar el pedido de sobreseimiento al juez Juan Pablo Massi. “Hace poco conocí el caso de un hombre que le disparó siete veces en las piernas a una mujer y la justicia caratuló la causa como ‘lesiones leves’. Quizás hubiera pasado lo mismo con Noelia si él la agredía a ella”, dijo a El Furgón Laurana Malacalza, coordinadora del OVG.

El código penal, en el apartado Delitos contra las personas, considera “lesiones leves” a aquellas que no demoran más de 30 días en su curación y no repercuten a futuro en el físico de la persona. Valdez encaja: nunca estuvo en peligro y a las pocas horas ya estaba dado de alta. Sin embargo, la fiscal Bravo sostiene que hay elementos “suficientes” para determinar que fue un intento de homicidio.

Una estadística de 2016 del Servicio Penitenciario Bonaerense presentada al OVD contabilizó 400 mujeres presas por “delitos contra las personas”. Pero no se especifica cuáles son en cada caso. Para Laurana no está detallado por dos motivos: a las víctimas de violencia de género no se las atiende como tales y las políticas penitenciarias no logran abordar las situaciones que padecieron.

Violencia mujeres 4

Hay muchos de esos casos que son parecidos a los de Noelia. Las mujeres atacan a sus agresores sólo con el objetivo de defenderse. A Eva Analía de Jesús, “Higui”, le pasó algo similar en una situación distinta: para que no la violen entre diez hombres hirió de muerte a uno de ellos con un arma blanca y está presa desde octubre del año pasado. Tanto en su caso como en el de Noelia faltó la perspectiva de género: no se contextualizó el ataque ni se justificó la acción con la legítima defensa.

Durante estos nueve meses, mujeres que integran el Frente Popular Darío Santillán y otras organizaciones difundieron el caso de Noelia y la ayudaron a atravesar el proceso judicial. Hace poco, su defensora Julia Martínez logró que se le conceda el arresto domiciliario para estar con sus hijos. Mientras cumplía la preventiva en la Unidad 51, le preocupaba que fueran institucionalizados porque el familiar que los cuidaba tenía pocos recursos económicos.

“Noelia está en esta situación porque dejó la sumisión de lado. Rompió con el estereotipo de cómo debe ser la mujer víctima”, asegura Laurana. El próximo paso es que el juez deje sin efecto su acusación y cierre la causa. Espera justicia como tantas otras víctimas. Pero no pierde la esperanza, sabe que otras mujeres pelearán por ella si hace falta.