Resistir desde la fábrica
Gustavo Grazioli/El Furgón* – El lenguaje, entre otras, es una de las articulaciones que tiene el ser humano para hacerse entender y es un campo que dirime su territorio simbólico a través de la lucha de clases, para cambiar el curso destinado a la información, a los contenidos y a los hechos, muchas veces inamovibles, que perforan la conciencia hay que poner el cuerpo. En esta ocasión, más allá de cualquier voluntad del lenguaje, lo que prevalece es la acción directa y eso es lo que parece resonar en la postal del conflicto entre los obreros despedidos de AGR-Clarín y la patronal. Las voluntades acá se transformaron en pura acción y al lenguaje ahora lo acompaña un acto concreto: la toma de fábrica.
Artes Gráficas Rioplatense está situada en el barrio de Pompeya, exactamente en Corrales 1393, y ya lleva más de 70 días tomada por sus trabajadores, luego de haber sido despedidos sin prueba alguna que indique una crisis en la empresa del grupo Clarín. “Las maniobras de vaciamiento no tienen ningún sentido económico. La empresa está tapada de trabajo. El problema es que van por nuestro convenio colectivo, van por nuestro salario”, dijo Pablo Viñas, secretario general de la comisión interna de AGR, en una de las primeras conferencias de prensa apenas iniciado el conflicto.
Más de 300 familias se quedaron sin un ingreso fijo mensual y este hecho, que en concreto se resume como una de las patas de la política de ajuste que está llevando a cabo el gobierno de turno, parece ser el ejemplo de lo que ya está pasando. Pero los trabajadores tomaron la fábrica y decidieron que se puede enfrentar este tipo de políticas desde una manera que ya excede el diálogo que, por otro lado, han intentado a través de la justicia para ser recibidos por el Ministerio de Trabajo, pero hasta ahora no tuvieron respuesta. Con lo único que le han respondido es con un primer intento de desalojo acompañado de una represión sin ninguna orden judicial. Así las cosas, los obreros se encontraron con un expreso apoyo de organizaciones sociales, políticas y de organismos de derechos humanos y redoblaron la apuesta con un acampe que acompaña la toma en la puerta de la fábrica.
La entidad del conflicto ya no se puede desoír. Pese a todos los artilugios que se llevaron a cabo para disuadir este hecho, la información trascendió. “A través de redes sociales, mensajes de whatsapp y la gran solidaridad de la gente, muchas veces no relacionada con militancia, hemos podido vencer el bloqueo informativo de los medios concentrados”, dice Viñas a El Furgón, mientras se termina de acomodar en una de las esquinas de la fábrica, donde parece que reciben a los medios y a la que llaman “locutorio”.
Su temperamento, al igual que el de sus compañeros que todavía eligen resistir, es un ejemplo que parecería determinar un método y convertirse en referencia de varias luchas.
“Los trabajadores de esta planta desde hace años venimos sosteniendo nuestras conquistas desde un planteo de clase, que tienen que ver con la unidad de los trabajadores contra los ataques patronales y la solidaridad de las distintas luchas”, agrega Viñas, frente a lo que se podría discernir como una marca que los distingue de posturas y determinaciones que se puedan llegar a relacionar con un sindicalismo que responda a la burocracia de las patronales.
“Por eso es que si ganan los obreros de AGR, ganamos todos”, se desmarca definitivamente, dejando en claro una postura y los métodos que parecen empezar a ser una característica de la clase obrera que sufrió hasta el hartazgo los embates de una burocracia sindical, que, vale destacar, después del 7 de marzo ya empezó a mostrar una crisis interna que se viene propagando en las bases.
Frente a la desidia de los medios hegemónicos, la demonización contra los piqueteros y “sus pocas ganas de trabajar”, los trabajadores de AGR pusieron en funcionamiento la planta, no solamente para demostrar que las acusaciones de actos de vandalismo para con las maquinas fueron falsas, sino también para crear su propia revista e incrementar el fondo de huelga que viene sosteniendo desde hace tantos días. A la revista la titularon VIVA de los trabajadores y dentro de la misma hay material escrito por ellos que describe las etapas del conflicto. “Con la revista hemos podido recuperar parte de nuestros sueldos y repartir para las familias -remarca Viñas-. Por otro lado, muchas personas nos felicitaron por el contenido de la revista y nos decían: por fin voy a poder leer la VIVA. Creo que cuando se resuelva este conflicto vamos a tener que pedir nuestra columna en la revista”, agrega entre risas.
Viñas, antes de lidiar con esta realidad actual, ya había sufrido un episodio de similares características. En el 2004 fue despedido de la fábrica, junto a 119 trabajadores más, por haber realizado una huelga en defensa del convenio colectivo. Ese día la represión fue desatada por la Infantería, enviada por el gobierno de Néstor Kirchner. “Lo tenía a Miguel Bonasso pidiéndome que levante la huelga, que había garantías por el presidente de que no iba a haber represión. ‘Compañero, yo sé lo que es luchar contra este pulpo. Te entiendo’, me decía. La cuestión fue que mucho compañero, pero la fábrica estaba sitiada por el grupo GEO”, recuerda Viñas sobre aquel conflicto que culminó con su reincorporación en 2011.
Esta vez los despedidos son más, sólo eso. El objetivo es el mismo. Por eso, la comisión interna, a través de sus plenarios con los trabajadores de las distintas comisiones y organizaciones que apoyan, han decidido convocar a un paro activo el próximo 6 de abril. En el informe se caracterizaron los siguientes puntos, entre otros:
-Con este próximo paro la CGT busca simplemente “desahogar” la bronca de los trabajadores, como reconoció Carlos Acuña (uno de los jefes del Triunvirato). Por eso se llama a transformarlo en un paro activo e intervenir en él con un planteo de paritarias libres, defensa de los convenios colectivos y la organización gremial, contra los tarifazos y los despidos.
-También se planteó el desarrollo de un cacerolazo nacional contra el ajuste el 6 de abril a las 19 horas, así como la participación en el acto frente al Obelisco que para la mañana del 6 está impulsando el Sindicato del Neumático (Sutna).
-Y por otro lado, el reclamo de la estatización sin pago de AGR y que funcione bajo control obrero.
*Fotos: Agustina Salinas