viernes, diciembre 13, 2024
Cultura

Semana Bocha Sokol: Un antihéroe

José Pommarés/El Furgón – Bocha, ¿querés cantar el sábado gratis y a beneficio del hospital Argerich que cumple cien años?

–Ningún problema, allí estaré.

Y estuvo el Bocha Alejandro Sokol, con su banda y sin exigir nada. Y cantó y disfrutó de la música mientras que a metros, el artista que sólo le pide a dios exigía cordón policial porque cinco mujeres maduras y diez treintañeras “pretendían” un autógrafo.

Bocha 1

–Bocha, ¿te podés poner una remera de una banda under de unos amigos, así los conocen por la tele?

Y se la puso nomás el hombre, sin preguntar el estilo ni la procedencia de los chicos que hacían sus primeros palotes para insertarse, tímidamente, en el submundo de los semidioses de la guitarrita, los llamados pomposamente rock star por los miembros del club de “aduladores y obsecuentes” del microfonito, camarita y lapiceritas que integran la fauna del rock vernáculo.

–Bocha, ¿me hacés entrar esta noche al recital?

Era frecuente el ruego de algún fan –tetra en mano– por las calles de Hurlingham o cualquier calle oscura del conurbano bonaerense donde él se movía como un pez; y Sokol, fiel a su estilo, sin traicionar sus convicciones, cuando llegaba al camarín sacaba del bolsillo un papelito todo arrugado, como si fuera Minguito Altavista, con el nombre del “excluido” o “marginal suburbano”, para incluirlo en la “lista de invitados”.

Bocha 10

Ese era el Bocha Alejandro Sokol en su máxima expresión, antihéroe para el show business, el cantante que no “tenía glamour” según el diario de la cornetita y, por eso, se apareció un día en el Templo del Rock, el estadio Obras, con un atuendo digno de Humphrey Bogart en la mítica Casablanca, todo de negro, sobretodo largo, zapatos de vestir y gafas. “Es para los del diario que dijeron que no tenía glamour”, y la monada rugió y celebró la humorada del Bocha.

Fuera de todo sistema vivió siempre Alejandro, abanderado de la antítesis de lo que es para el “negocio” un frontman  de la banda de moda, lejos de los falsos mitos de Parque Leloir, de los farsantes en pijamas, de los faraones que hoy reniegan del blues que “vendieron” muchos años, de los falsos Rolling Stones.

Dicen los psicólogos que las personas eligen cómo vivir y morir, pero Alejandro también contradijo las leyes porque eligió vivir simplemente como Sokol, el Bocha para los que lo amamos y respetamos.

*José Pommarés es periodista de la agencia de noticias Télam