miércoles, noviembre 13, 2024
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Elecciones en Paraguay: Stroessner siempre está

“Combatir la pobreza volteando alambradas/ y ocupando la tierra que el Señor nos ha dado/ campesino sin tierra se agotó tu paciencia…” Martín Almada – ‘Campesino sin tierra’

Por Jorge Montero/El Furgón – El Partido Colorado seguirá gobernando Paraguay tras el triunfo de Mario Abdo Benítez en las elecciones del domingo. No se hicieron esperar las frases de rigor de ‘Marito’, como lo nombra la militancia colorada: “Hoy se acaban las divisiones estériles, se acabó el debate, vamos a ser un pueblo unido”, afirmó acompañado por el presidente saliente Horacio Cartes.

Luego, emocionado, recordó a su padre, al que definió como un “gran colorado”, quien fuera secretario privado del dictador Alfredo Stroessner (1954-1989), responsable del siniestro régimen que cometió las mayores violaciones a los derechos humanos en el hemisferio.

Mario Abdo Benítez registra su voto

El primer mandatario en saludar a Abdo Benítez fue el argentino Mauricio Macri. “Acabo de comunicarme con Mario Abdo Benítez, presidente electo de Paraguay, para felicitarlo por su triunfo. Espero que pronto podamos trabajar juntos por el bienestar de nuestros pueblos”, escribió en Twitter.

“Paraguay es un centro de experimentación de nuevas formas de control social, a través de mecanismos de persecución a la lucha popular y a las personas defensoras de derechos humanos”, afirma Perla Álvarez, presidenta de Conamuri (Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas de Paraguay).“El golpe de Honduras se reproduce en Paraguay, y éste se aplica, aún de manera más perfeccionada, en Brasil. El sistema capitalista está ejerciendo nuevos métodos y formas de opresión y dominación sobre el territorio, que es de interés del capital, y también sobre las personas, para mantener un dominio ideológico”.

Portada de “Diario Popular”

En junio de 2012 cambió la historia reciente de Paraguay. Entre los habituales desalojos campesinos, por su violencia desmedida, uno acaparó todo el interés, incluso de la prensa internacional que invisibiliza al país guaraní: once campesinos y seis policías murieron en Curuguaty. Sólo se juzgó a los trabajadores, a quienes se culpabilizó en un proceso kafkiano que ha durado años. La matanza se tradujo en un juicio político al presidente Fernando Lugo, y su destitución mediante un golpe parlamentario, del que participaron activamente sus aliados del Partido Liberal Radical Auténtico. El resultado: descabezamiento del Frente Guasú, que había llevado al obispo católico a la presidencia, tras más de 60 años de gobierno colorado, y la fragmentación de los movimientos sociales que lo apoyaban.

“Curuguaty marca una inflexión en nuestra historia política. Es una certeza para nosotros que fue una masacre montada”. Afirma la dirigente campesina: “Se buscaba generar un conflicto social de tal envergadura que desestabilizara al gobierno para poder justificar el juicio político que le hicieron a Lugo. Ése era el plan. Y les salió redondito. Porque no solamente sacaron a Lugo, fue un golpe preventivo ante la posibilidad del ascenso social que se podía venir. La gente estaba empezando a entender, mínimamente, cómo funciona la cosa pública, cómo se administra, cómo se corrompe allí dentro. Y también entendió que en el Estado hay muchísimos recursos que se generan con nuestro trabajo y que están garantizando infraestructuras, servicios e incluso disponibilidad económica para el agronegocio, que es el que nos está matando y es por el que se dio la masacre”.

Tapa del matutino “La Nación”

El problema de la tierra es el sempiterno yugo en Paraguay desde la guerra de la Triple Alianza del siglo XIX, cuando Argentina, Brasil y Uruguay expoliaron miles de kilómetros. Como cita un informe de Oxfam, continúa como práctica extendida la venta de tierras a precios irrisorios a compañías extranjeras para afrontar el pago de deudas. Una treintena de multinacionales se hicieron con el 40 por ciento del territorio paraguayo.

“El principal problema y causante de todos los conflictos sociales de Paraguay tiene que ver con la distribución de la tierra y su control, por ende, del territorio” -afirma la organización Conamuri- “No es suficiente un pedacito, porque no se puede producir en un pedacito si esto no está vinculado al territorio en toda su extensión. Sobre todo, porque la producción de alimentos –que es lo que nos caracteriza a los campesinos, campesinas y pueblos indígenas– se ve altamente afectado por el modelo agrícola imperante en nuestro país, que aplica el monocultivo intensivo y extensivo, con semillas transgénicas, con la aplicación de químicos altamente tóxicos, con el uso de tecnología de punta y de pesadísimo porte. En ese modelo también está basada la ganadería extensiva e intensiva, lo cual avasalla los territorios donde tradicionalmente producimos alimentos o que era hacia donde podían extenderse nuestras comunidades campesinas para resolver los problemas de la tierra que hace añares venimos reclamando. Se trata de un problema histórico, estructural, el más importante que tenemos y ante eso no hay propuestas”.

Primera plana del diario “Crónica”

El contubernio entre fuerzas políticas paraguayas no da tregua. La desestabilización del país se legalizó con el aporte del propio Lugo y su anillo obediente, que apoyó al presidente colorado Cartes en su intento frustrado por modificar la Constitución en busca de la reelección. Para luego cerrar un frente con el Partido Liberal Radical Auténtico –que lo expulsó del gobierno el 22 de junio de 2012–, la ‘opositora’ Gran Alianza Nacional Renovada (GANAR), que llevó como candidato a la presidencia al liberal Pedro Efraín Alegre Sasain. “No entra en la cabeza como puede negociar con sus verdugos, con quienes le echaron del poder”, se indigna Perla Álvarez.

La dirigente campesina cree que las organizaciones sociales deben hacer otras tareas a la vez que reclaman cambios en el sistema electoral: “Nosotras hablamos de no entrar en esta cuestión electoral por ahora, sino de seguir apostando por construir poder popular desde el territorio. Sigamos apostando por el fortalecimiento de nuestras organizaciones y trabajando con nuestras propuestas de soberanía alimentaria, agroecología y que lo que hagamos sea lo que avale la necesidad de cambiar el sistema electoral, de manera que nos posibilite una participación más equitativa, transparente y con alguna garantía”.

La ambigüedad y tibieza de los candidatos para diferenciarse del oficialismo y del modelo más desigual de Suramérica, especialmente en lo que hace a la distribución de la tierra y la demanda de “reforma agraria”, se traduce en las posiciones de sectores importantes del campesinado y de las izquierdas urbanas, que llamaron al voto nulo, aduciendo que, básicamente, los candidatos que polarizan la elección presidencial representan un mismo modelo.

ADN Paraguayo, diario gratuito.

“No apoyamos a candidato alguno, porque ofrecen la misma miseria”, dijo Teodolina Villalba, secretaria general de la Federación Nacional Campesina (FNC) durante la XXV marcha que realizó el sector el 21 de marzo pasado. “Ante la política deliberada de abandono a la pequeña y mediana producción hortícola por parte de este Estado, la FNC consideró estratégica la elaboración de un Programa Nacional para la Producción Hortícola, que garantice el acceso a la tierra, la producción y comercialización”, explicó. La marcha levantó la consigna de la reforma agraria “porque constituye el único camino para transformar esta realidad que imponen la oligarquía y los países imperialistas para nuestro país dominado”.

“Paraguay presenta la distribución de la tierra más desigual del mundo”, publica Oxfam. El 90% está en manos del 5% de propietarios –unos 12.000–, mientras que el restante 10% se reparte entre 280.000 pequeños y medianos productores. El informe titulado ‘Yvyjára. Los dueños de la tierra en Paraguay’, destaca a los 15 más grandes propietarios. Entre ellos aparece el nombre del actual presidente paraguayo y su conglomerado empresarial, el grupo Cartes, que engloba a una veintena de empresas de diferentes sectores.

Horacio Cartes, del Partido Colorado, llegó al poder en 2013, en las primeras elecciones tras la caída de Lugo. “Fue investigado por encabezar una organización criminal dedicada al lavado de dinero procedente del narcotráfico a través de su empresa Banco Amambay…” según documentos publicados por WikiLeaks.

Tapa de “Ultima Hora”

“Tenemos en este momento un gobierno de corte fascista que proviene de la narcopolítica”. Perla Álvarez habla de cárteles brasileños como el ‘Primeiro Comando da Capital’ o el ‘Comando Vermelho’, de la “disputa de poder intraoligárquico” de una mafia que está “empotrada en el Estado”. Y añade: “Tenemos intendentes, concejales, gobernadores, diputados, senadores y hasta la propia Presidencia de la República vinculada al narcotráfico. La narcopolítica es la que tiene el control casi absoluto en nuestro territorio, vinculada a las empresas multinacionales, para seguir avanzando en el modelo del agronegocio”.

Diario económico “5 días”

“El contrabando es el precio de la paz”, decía el dictador Alfredo Stroessner cuando le cuestionaban el modelo económico latifundista, agroexportador y contrabandista que supo pergeñar. Definición perfecta de un sistema que hoy se llama ‘stronismo’, base económica que consolidó una minoría de propietarios para los principales medios de producción del país, una oligarquía acaparadora y cruel, atravesada por el narcotráfico, que hoy tiene otro de sus acólitos en la presidencia.