Semana Andrés Rivera: Las visiones de un escritor
El Furgón – Desde el lunes y hasta el sábado, El Furgón presenta la Semana Andrés Rivera. Nacido el 12 de diciembre de 1928, Rivera es uno de los escritores más importantes de Argentina. Obrero y periodista, en sus libros se pueden encontrar, en clave de ficción, los nudos más profundos de las luchas, triunfos y derrotas de la clase trabajadora del país. Sus novelas La revolución es un sueño eterno, El farmer y Ese Manco Paz se convirtieron en fundamentales para entender el proceso histórico argentino.
En este pequeño homenaje traemos las palabras y los análisis sobre de un escritor que no deja de cuestionar al capitalismo y sus miserias.
Las visiones de un escritor
Durante los 15 años de la revista Sudestada, Andrés Rivera fue entrevistado en cuatro oportunidades. Ahora presentamos fragmentos de sus filosas y contundentes opiniones.
Este país
“Este país cría asesinos, hombres y mujeres. Y hay que detenerse y hablar de los 30.000 desaparecidos, de la matanza de los peones de la Patagonia, de la Semana Trágica, de las noticias policiales de todos los días. Un jovencito escapó y robó veinte pesos después de encajarle al comerciante un balazo en la cabeza; ¿porqué? ¿quién le enseñó todo eso?. Los ladrones profesionales no hacían eso. Te decían ‘Quedate tranquilo’ y vos te quedabas tranquilo. Desde la televisión, desde siempre un aparato de excepcional propaganda y de arte, cuando hay cálidas escenas de amor la mujer galopa al hombre y a partir de allí puede matarlo. Algo está pasando no sólo en este país sino con la mentalidad, la reflexión de los seres humanos. ¿El mundo capitalista puede prolongar su agonía hasta que nazca una alternativa? ¿Hay que mencionar el comportamiento de las tropas norteamericanas en Irak?, para no pensar ya en Vietnam. Vuelven a casa y son buenos muchachos o asesinos seriales”.
Capitalismo
“El régimen capitalista en este país es incapaz de atacar la indigencia, es decir, chicos que también están condenados, que van a morir pronto por falta de nutrición, porque tienen los huesos débiles, porque son incapaces de reflexionar, como Lucas en Cría de asesinos. Crear trabajo es levantar fábricas, en consecuencia un primer paso hacia la lucha de clases, la aparición de un nuevo movimiento obrero, a lo que Marx llamaba obrero en sí, que es mero obrero y también puede llegar a pensar como un fascista. Ahora si esos obreros comienzan a convertirse en obreros para sí, ahí vamos a tener de un modo muy crudo la lucha de clases, y vale preguntarse entonces porqué vamos a sostener el sistema capitalista, republicano, federal, cuáles son hoy las razones. Uno prende la televisión, o lee Clarín (que es un diario del socialismo reformista), hoy hasta el Pravda de Lenin sería un diario moderado. Esto puede seguir todo el tiempo que ustedes, yo, alcancemos a vivir. La agonía se puede prolongar por siglos”.
Comunistas
“Uno se forja sueños e ideales que pocas veces tienen que ver con la realidad. Vivimos en una época en la que el universo de la revolución está en retirada. Yo fui militante de una organización que se suponía revolucionaria. Me expulsaron e ingresé a otra que en su momento se definió como chinoista. Y hoy es un sello. Tengo poca información de lo que hacen hoy los comunistas en el plano sindical. Pero debe ser bastante triste”.
Pequeños burgueses
“Trotsky alguna vez tuvo esta frase feliz: ‘No todo pequeño-burgués es fascista, pero en todo pequeño-burgués hay un fascista’. Hitler se nutrió de pequeño-burgueses, los que aclamaban al Duce en las plazas de Venecia eran pequeño-burgueses. Por cierto, Lenin venía de una familia pequeño-burgués y Fidel Castro también. Pocas veces los obreros pueden por sí mismos generar líderes de partidos revolucionarios. Demasiadas horas para trabajar, ningún acceso a la cultura, es muy difícil que un obrero lea El Capital, o el Manifiesto Comunista que, en definitiva, era un libro que llamaba a la acción. Ustedes recuerdan que termina con esta frase: ‘Proletarios del mundo, uníos’, se estaba dirigiendo a los proletarios concientes y los llamaba a acabar con el régimen capitalista. Y para el tiempo de Marx y de Engels el régimen capitalista era atroz… ¿hoy qué es?”.
Comisarías
“¿Es verdad o no que hay comisarías que arman zonas liberadas y cobran cánones? ¿Qué se busca con propuestas como ese petitorio que lleva el señor Blumberg? ¿Bajar la imputabilidad para dentro de poco condenar a los niños en los vientres de sus madres? Y creen que con eso van a reprimir el delito. También vivimos el país del gatillo fácil, se te escapó un tiro y mataste a una chica que estaba haciendo el amor con su pareja en su casa, listo. Y hay algunos secuestrados que no van a aparecer más, miembros de familias adineradas; a alguien se le fue la mano. A los que secuestran nunca les conviene matar al secuestrado. Por cierto, conozco ya a familias pudientes que viven amuralladas en countries, que quedan subordinados a los caprichos de los custodios. Y cuando salen de los countries nunca saben qué 4×4 los va a interceptar y quiénes montan las 4×4. Así que mejor viajar en ómnibus”.
Castelli
“Le cuento como nació La revolución es un seño eterno… De Castelli, los argentinos sabemos lo que dicen los manuales de historia: vocal de la Primera Junta, enviado en el ejército que marchó al Alto Perú, punto. De Rosas, se sabe mucho más porque sigue siendo un personaje central de la política argentina. El impulso interior para escribir La revolución… surgió cuando supe que el hombre a quien se llamó ‘el orador de la Revolución de Mayo’ murió de un cáncer en la lengua. Me pareció una paradoja atroz, y allí nació la novela. Revisé 22 libros de historia, no me aportaron absolutamente nada. De modo que todo lo que aparece allí, salvo alguna proclama que después mezclé y cambié, es pura ficción. ¿Qué puedo decir de Rosas? No siento por él ninguna simpatía (como la tenía por Castelli) ni política, ni ideológica, ni humana. Pero tengo algunos puntos de contacto con Rosas. Cuando me lancé a escribir El farmer yo ya era un viejo, como Rosas”.
Rosas
“Rosas vivía en el exilio, yo también, en este país. Rosas estaba solo, y yo también. Entonces lo hice hablar, y lo hice hablar en primera persona, siguiendo una recomendación de Cesare Pavese. Nadie podía pensar que Rosas se iba a golpear el pecho hablando en primera persona, ni que yo iba a escribir un panfleto antirosista con Rosas hablando en primera persona. ¿Por qué Rosas? Porque me volví católico. Si Castelli era la representación católica del Bien, Rosas -del otro lado de la mesa- era la representación del Mal. Poniendo en juego la salvaguardia de que Rosas habla de sí mismo y se justifica y afirma: ‘Quien gobierne podrá contar, siempre, con la cobardía incondicional de los argentinos’. Creo que con esa frase tenía el libro escrito antes de escribirlo”.
El Manco Paz
“Paz perteneció a lo que se llamó el Ejército Libertador. Paz fue un republicano, cuando la mayoría de sus contemporáneos eran partidarios de la monarquía. Su familia fue republicana: su madre, Tiburcia Haedo; y su padre, José Paz, cordobeses ellos, no es poca cosa. Quiero enfatizar esto: Paz fue un republicano conservador, como fue conservador Sarmiento. Paz quiso para este país una granja norteamericana, ese era su modelo de país. Un mundo ordenado, trabajador, en progreso constante, bajo el imperio de la ley. Este país fue un país de grandes estancieros, lo sigue siendo; un país de caudillos montoneros, y esa palabra tiene resonancias que llegan hasta el día de hoy; paisanos que obedecían las órdenes del capataz de turno, carentes de cualquier tipo de conciencia, sólo la de la sumisión a las órdenes de ese capataz. Así nos ha ido. Así nos va”.
Argentina
“Por ahí estuve leyendo la queja de alguien que decía que de la mañana a la noche por la televisión repiten una misma escena de un asalto y de un tipo normalmente joven con la cabeza tapada por una campera y que lo meten en el auto. Bueno, asalto frustrado, gran satisfacción de los eventuales fascistas: ‘Por fin agarraron a uno’. Crónica TV tiene tres imágenes: hechos policiales, carreras de caballos y lotería. Eso es Argentina”.