Todos con Mabel Levandosky
Por Luis Brunetto/El Furgón
Mabel Levandosky es Maestra Jardinera desde hace 20 años. Tiene 48 de edad y trabaja en los Jardines 940 y 946. Padece fibrosis pulmonar idiopática, una enfermedad degenerativa irreversible. Hace cuatro años comenzó con síntomas asmáticos hasta que, hace un año, se le detectó la fibrosis. La enfermedad produce bronquitis y pulmonías frecuentes. La última, obligó a una internación de varios días.
La pirfenidona es la droga con la que debe tratarse el caso. Aunque el deterioro del pulmón es irreversible, la acción de la droga retrasa en un 50 % el ritmo del proceso. IOMA aceptó suministrar gratuitamente el medicamento, pero ofreció una marca, Fibridoner, distinta a la pedida por la médica que trata a Mabel, Misofagan.
A pesar de tratarse de medicamentos que comparten la misma droga genérica, existen diferencias en la carga molecular, así como diferencias en los excipientes, que hacen que, en el caso del Misofagan, la pirfenidona sea absorbida con mayor facilidad y eficacia. Por ese motivo, la familia de Mabel realizó un reclamo ante IOMA central y se abrió un expediente que debía ser respondido a las 72 hs. Cuando Javier Avila, esposo de Mabel, se presentó en la Delegación Lomas de Zamora de IOMA, se encontró con que el expediente no existía…
La falta de respuesta de la Obra Social, motivó que la Fundación Respirar, donde se atiende Mabel, presentara un recurso de amparo que, sin embargo, no torció la decisión. En una instancia de conciliación que se realizó en los Tribunales de Lomas de Zamora, los abogados de IOMA insistieron en ofrecer el genérico, y sostuvieron que los argumentos en que se apoya el reclamo de la familia de Mabel y de la Fundación Respirar, no tienen sustento científico…
Mientras tanto, la salud de Mabel se sigue deteriorando. “Mabel camina dos pasos y se asfixia, le agarran ataques de tos que la dejan al borde del desmayo, ni siquiera puede preparar su propio nebulizador. Menos aún puede ir sola al médico”, dice Javier. A pesar de este tremendo cuadro, la DGCYE todavía no ha encuadrado la Licencia de Mabel como licencia por enfermedad crónica. De este modo, consume los días que corresponden a la licencia ordinaria por enfermedad. Javier, por su parte, ha agotado los días de su licencia por familiar enfermo, y ha sufrido ya descuentos por varios miles de pesos. A pesar de los reclamos al respecto, respaldados por el gremio, la patronal se niega a responder favorablemente un pedido tan elementalmente humano.
“Debemos poner toda la energía en facilitarle la vida a la gente. Vamos a agilizar los procesos, aportar la tecnología y brindar el respaldo necesario para que todo funcione eficazmente. Es nuestra responsabilidad devolverle a los bonaerenses una gestión eficiente de sus recursos para que se sientan orgullosos de su obra social”. Con estas palabras maravillosas inauguraba su gestión Pablo di Liscia, el actual titular de IOMA, a finales de diciembre del año pasado. Menos de dos meses después fallecía de cáncer de médula ósea Graciela Ciuffarella, luego de que IOMA le negara el tratamiento requerido por su médico. “Tenemos miedo que lo de Mabel tenga un desenlace similar”, dice Javier.
En esas condiciones,las palabras de di Liscia resuenan con el eco absoluto de la hipocresía.