martes, marzo 19, 2024
CulturaPor el mundo

A la Catalina no se le acabó el recreo La derecha uruguaya asumió en carnaval y llegó el virus

Fuiste el empuje que trajo equidad

Fuiste cuidados y fuiste inclusión

Fuiste el Hospital de ojos y el faso legal

Todo eso fuiste, pero perdiste.

No hay proyecto que soporte el peso de su edad,

si le habla solamente a sus fieles,

si no cambia conciencia nada va a cambiar,

sin camino no se puede caminar.

Cuplé “Fuiste”, Fabricio Speranza. Murga Un Título Viejo.

Por Carlos A. Villalba*/El Furgón

El dios griego de la broma se convierte en dueño de los tiempos, las expectativas, las risas y la ironía durante un mes de febrero que, en Uruguay, se estira desde fines de enero hasta principios de marzo. Este año Momo se rindió ante esa máquina de murga que es Agarrate Catalina, un grupo que juega a otra cosa y en otra división, por ahora habitada en soledad y por encima, incluso, de votaciones que, como el año pasado, le esquivaron el reconocimiento y la dejaron hocicando detrás de La Trasnochada.

Los virus todavía no habían bajado de los aviones, cruzado el riomar, ni perforado las fronteras; sin embargo es seguro que ya se emboscaban detrás de los letristas para convertirse en fija segura en las carnestolendas del año próximo.

Este 2020 estuvo habitado por las tristezas de “lo que se viene” y la melancolía por lo que “ya no será”; es que cuando faltaban cinco jornadas para que terminase la Liguilla final del “Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas” asumió el representante de la coalición derechista que se impuso en las elecciones del domingo 24 de noviembre de 2019, Luis Lacalle Pou, y se produjo la “retirada” del centroizquierdista Frente Amplio, después de 15 años de administración nacional.

Hasta ese 1° de marzo en que la coalición de los partidos Nacional y Colorado, junto al ultraderechista “Cabildo Abierto” promilitar y a dos grupos minoritarios, se instaló en el gobierno, daba lástima escuchar penar a una y otra murga por un tiempo que aún no había comenzado y que tendrá un recorrido de, por lo menos, cinco años. En más de un caso el cronista se encontró escuchando versos semejantes a aquel estribillo “Perdimos, perdimos, perdimos otra vez”, con el que Les Luthiers coronaban su obra “El Sol asomaba en el Poniente”.

Con epicentro en el Teatro de Verano Ramón Collazo, el ágora carnavalera reúne multitudes a lo largo y a lo ancho de una Montevideo salpicada de “tablados” a los que llegan el barrio, las familias, las pibas y los pibes que juegan alrededor del escenario, en la pista de bicicletas, los grupos de jóvenes cargados de mate y termo, sándwiches y empanadas, las y los turistas “avisados”, muchos desde la Argentina (en ese momento aún no bloqueada por la cuarentena) y asisten a la mejor de las cátedras desde las que se analiza la realidad, se ridiculiza los pifies de la política, el espectáculo o los deportes, se critica sin piedad las decisiones de “los que mandan”… o se llora la injusticia.

Uno y otro año se recrea aquel fenómeno que bajó de los barcos hace más de un siglo, probablemente de la mano de “La Gaditana”, llegada desde Cádiz y convertida en embrión de este fenómeno cultural, social, barrial y político sin parangón al punto de superar en venta de entradas, amores u odios al fútbol, en un país en el que la redonda es parte de la vida, génesis de felicidades que emborrachan o de tristezas sin fin.

Amor y Odio

orgullo sus líderes, los hermanos Tabaré y Yamandú Cardozo. Freddy “el Zurdo” Bessio, el del agudo que parece llegado de los cielos, uno de los integrantes más reconocidos del grupo, también considera que “una cooperativa no es solo repartir la plata en partes iguales, implica mucha cosa a nivel de trabajo, de compañeros, de meter todos para el mismo lado, y la murga logró eso”.

Agarrate Catalina

La ganadora de este año salió segunda en 2019 con su espectáculo “Defensores de causas perdidas”, tras volver a “la tabla” de febrero después de 7 años de ausencia y giras y, de la mano de Tabaré -cantante solista, poeta, músico, además de letrista, director musical y escénico del grupo-, impactó con un cuplé dedicado a “las clases sociales”, entonado sobre los arreglos musicales del bolero ranchero “La media vuelta“, del mexicano José Alfredo Jiménez. En aquellas noches la letra remarcaba “Ya no quiero ser soldado de una idea / ni rebaño de la izquierda o la derecha / Me resisto a etiquetar a las personas / ¡y me cago en la locura de esta brecha!”. La criticaron por “tibia”, poco menos que traidora al Frente Amplio y, sobre todo, al Pepe Mujica, ídolo de ellos y admirados por él.

Doce meses después no dejó dudas sobre su opción frenteamplista, pegó con dureza al nuevo gobierno aunque, como siempre, sin esquivar la autocrítica, murguera y política. En marzo del año pasado el ex comandante en jefe del Ejército uruguayo, Guido Manini Ríos, trasformado en candidato presidencial tras ser destituido por no presentar ante la justicia la confesión de torturas y asesinato de un detenido por parte de otro uniformado, pronunció la frase que sería la consigna favorita del carnaval 2020: “se terminó el recreo para los malandras”. En ese momento no sabía que, seis meses después, su partido derechista, promilitar y homofóbico, sumaría sus votos a la alianza que destronaría al espacio creado en 1971 por Liber Seregni, un general ubicado en las antípodas de su pensamiento.

No hubo murga que no apelase al “se terminó el recreo”, trasladado desde la baldosa de la “seguridad” a la totalidad de la experiencia de quince años que estaban acabando. A los versos críticos y antifascistas, la campeona les agregó la figura de un gigantón de rostro muy logrado moviéndose al compás de “marcha camión” detrás de la línea de voces.

Si un año atrás se vistió de “librepensadora”, en esta edición la murga de los Cardozo decidió afeitarse la lengua y escupir sin filtro. Su irónica autocrítica dedicada a quienes los “odian” y sueñan que llueva cuando les toca actuar, no deja de ser una metáfora de la situación social y política que llevó al país de la redistribución (suave), la conquista de derechos y el latinomericanismo a la senda del neoliberalismo que, semanas antes, acababa de abandonar su vecino argentino. Una de las estrofas de ese momento apuntaba que “Probablemente estás viviendo a contrapelo / tratando de romper lo que otros construyeron”, y reconocía que, tal vez, “yo no pude ver el daño que te hacía / perdón por pretender ser yo y vivir mi vida”.

Rompecabezas armado

El espectador que disfruta del tablado, si no se enloquece con la murga de sus amores ni rechaza al  rival de una noche, puede armar, a la carta, un recorrido exacto por la realidad uruguaya y regional, a puro canto, con mucha ironía, bastante humor y puestas en escena dignas del mejor espectáculo en cualquier plaza internacional.

Un título viejo

Detrás de “la Cata” estacionó “Un Título Viejo”, murga nueva de integrantes experimentados que, de arranque no más, se probó traje de candidata y en la Liguilla final hasta superó a la campeona por tres puntos. Dura con Manini Ríos y el nuevo gobierno, fue implacable con el Frente Amplio, a quien le dedicó la música del “Fuiste” de Gilda, cuya letra sirve de epígrafe a esta nota y desde la que se preguntó “¿Cómo es que la gente dijo basta para mí y ahora está desenamorada de ti?”, hasta hacer estallar a todos sus públicos con la retirada dedicada a la militancia.

La Trasnochada completó el podio, si es que la cima solo es para tres. Salió a defender la copa 2019 con su “Puerto de la Memoria”, hizo temblar a sus rivales y sumó 15 minutos finales de espectáculo que quedan grabados en la memoria. Con el agregado de arreglos sobre música de “El SabaleroJosé Carbajal, para versear el “No me dejes alegría / no te vayas vida mía /  que esta puta vieja y fría nos tumba sin avisar”.

En lo que sí vuelve a ser campeona es en esa hinchada que sorprende a los propios uruguayos, al ver el despliegue “futbolero” de su gente, que se mete entre los plateístas, agita remeras y contagia.

La trasnochada

Y llega el cuarto puesto, logrado por “Metele que son Pasteles”, una murga con ese sello de hacer lo suyo… le guste a quien le guste, que adoptó el argentinismo para nombrarse a partir de que sus integrantes escuchaban el programa radial “La Venganza Será Terrible“, en la que su conductor, Alejandro Dolina, repetía la frase como forma de acelerar el ritmo con ese equivalente al “apurate”.

Detrás de este cronista, en la grada del Club Malvín, uno de los tablados con más sabor “a barrio” que quedan en la capital uruguaya, una joven que aplaudía a rabiar sintetizó la opinión de muchos: “Son los mejores, no va a ganar, pero esta murga es la mejor”. Seguramente la convencía la dureza del discurso y todavía estaba impactada por el cuplé que precede a su retirada, apoyada en la percusión seca de todos los integrantes aporreando latas y ollas al ritmo puertorriqueño de “Calma”, a cuya letra le cambiaron el pegadizo “Vamos pa’ la playa / Pa’ curarte el alma” por el menos caribeño “Iremos a la plaza / Para dar batalla / Si la cosa estalla / Estaremos a la talla…”.

Metele que son pasteles

La postura explícita de la murga dio tanto que hablar que algunos periodistas los acusaron de “incitar a la violencia”. Sin reparar en la crítica, los Pasteles tuvieron el mejor carnaval de su historia reciente y dejaron en lo más alto del concurso la sentencia “no hay que dejar que sea un país solo pa’ ricos”, una respuesta y una propuesta al intento de terminar con el “recreo” de la justicia social, pegada a la provocación del “vendrán tiempos de mierda, habrá que juntar a toda la izquierda”.

Casi empatadas en los puntos oficiales terminaron Doña Bastarda, Queso Magro y… Nos Obligan a Salir, una agrupación fundada en 1940, vuelta al ruedo después de 14 años y con un plantel parecido a un seleccionado nacional, con dos estelares campeones en 2018 con los Saltimbanquis, Diego Bello y Ricardo “Canario” Villalba, y una figura que ya trascendió el “paisito”, como Emiliano Muñoz.

Curtidores de hongos

Curtidores de Hongos y Cayó la Cabra completaron la decena a gusto del jurado. A pesar de la numerología, los Curtidores se hicieron notar. Plantaron una montaña rusa de antología, tanto por el formato escénico como por el contenido de su letra, que lleva al público a un paseo con las subidas, bajadas, curvas y contracurvas de una Latinoamérica que va pasa por un escenario “nacional y popular” hasta llegar a la cima  “viendo todo desde arriba porque se fue todo a la mierda”; choca contra el toque de queda en Chile, donde se ”reprime y tortura por la paz” algo que “se reproduce en Bolivia” donde “protestan en la ciudad, los indígenas verán la mano de un Estado represor que no se verá en el televisor” y, por fin, llegar al Uruguay propio donde, “después de tantas vueltas“, “marearon a la democracia” y “ahora es necesario frenar la montaña rusa”.

Subjetiva, como cualquier ponderación carnavalera, injusta, como toda opción entre espectáculos de muy buen nivel, como el que ofreció el Reinado 2020 de Momo -sin virus pero con giro a la derecha- esta selección decide incluir en su propia “retirada” una mención a La Mojigata, que no llegó a la Liguilla final. Sin embargo, se la animó a la “Batalla Cultural” y a la búsqueda de razones a los comportamientos sociales que, a veces y más allá de los gobiernos “propios”, deciden darle la espalda a sus mejores opciones y eligen a quienes, de manera inevitable, a los pocos años los conducirán a situaciones mucho peores que las que se pretendieron mejorar “cambiando” la mano. La ilación con la batalla futbolística, el partido evangelista y la mirada del montevideano hacia el Interior, transforma a su espectáculo en una propuesta que hace reflexionar y hasta podría ser usado hasta en las academias. Tal vez, ese sea su déficit a la hora del tablado.

Canción final

Momo se fue, le dio la corona a la mejor Catalina pero bailó y la pasó bien con todas, porque este año hubo calidad y, lo dicho, cada agrupación plantó puntos muy altos en distintos pasajes de sus espectáculos. Nadie puede acabarle el recreo al carnaval, tampoco el coronavirus, sobre el que ya empiezan a ironizar los carnavaleros uruguayos:

Como esta columna dice cada año, para quienes quisieron ser murguistas y no fueron a ensayar y para los que jamás disfrutaron del carnaval de Montevideo, acá les quedan los enlaces a las 10 primeras murgas de la Liguilla Final y una más, por el capricho de quien edita la crónica.

En tiempos de cuarentena y pelea al contagio (viral o ideológico), algo más para el repertorio de opciones para pasarla bien en casa:

AGARRATE CATALINA. Liguilla 202O, actuación completa: https://www.youtube.com/watch?v=-6Jj7NfBeRQ&t=137s

UN TÍTULO VIEJO. Liguilla 202O, actuación completa: https://www.youtube.com/watch?v=mwBc2JYecjU&t=1031s

LA TRASNOCHADA. Liguilla 2020, actuación completa: https://www.youtube.com/watch?v=pBFlcPJfwx8&t=14s

LA GRAN MUÑECA. Liguilla 202O, actuación completa: https://www.youtube.com/watch?v=GQmSRplDdNY&feature=youtu.be&t=33

METELE QUE SON PASTELES. Liguilla 202O, actuación completa: https://www.youtube.com/watch?v=quVxPyrm214&t=14s

*Periodista argentino. Investigador asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico. Miembro de La Usina del Pensamiento Nacional y Popular.

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