jueves, marzo 28, 2024
Cultura

Semana Bocha Sokol: “Para mí hay una especie de chatura”

Ignacio Portela/El Furgón.- Para una edición de Revista Sudestada del años 2006, lo fuimos a buscar. Lejos de lo que puede imaginarse gran parte del público de cómo vivía una estrella de rock, en una casa de la localidad bonaerense Malvinas Argentinas vivía Alejandro Sokol, todavía cantante de Las pelotas. Con un Renault 4 que lo trasportaba a sus incursiones porteñas, “El Bocha”, como lo llamaban sus seguidores, vivía al día, pero no se lo notaba preocupado. Hasta allí fuimos para escuchar su posición sobre la tragedia de Cromañón, su rol como cantante y el conflictivo momento que atravesaba el rock nacional.

-¿Por qué siguen tocando después de lo que pasó en Cromañón?

-¿Por qué no vamos a seguir tocando? Sí, fue una tragedia, se sabe. Pero a nosotros dentro de todo no nos afectó tanto, las cosas se han frenado, pero seguimos laburando. A los que más les jodió fue a las bandas más chicas, que no encuentran lugares dónde tocar. Creo que lo que pasó en Cromañón debería ser mucho más investigado y mejor analizado para que puedan volver a tocar. Me parece que hay cosas que faltan esclarecer como para que los Callejeros salgan a tocar de nuevo. Es una mierda que haya pasado, pero los muertos pesan. Se murió mucha gente. Alguna vez vino el baterista de ellos a hablar a la sala, pero nosotros nunca pensamos hacer un show para las víctimas con ellos, no queríamos. Como no sabíamos bien que había pasado no nos quisimos poner de un lado o de otro.

-¿Cambió en algo la relación con el público, hubo algún replanteo?

-Replanteo no hubo. Lo único que se aclaró es que no se permitirá usar pirotecnia en los shows, por el simple hecho de que se pueda quemar una persona, además de un boliche. Igualmente en los shows sigo sintiendo lo mismo, una franqueza y una honestidad de querer pasarla bien, de divertirse. Un acuerdo mutuo entre nosotros y el público que no es violento. En ese sentido no cambiamos y no creo que tenga que cambiar, esa relación que tenemos con la gente. Siento que nuestro público quiere divertirse, pasarla bien y escuchar música. Hasta ahora no tuvimos inconvenientes grandes con el público. Algunas veces se nos fue de las manos en el interior, en lugares que no era nuestro público fiel. Por ejemplo, una vez en Tucumán hubo algunos desmanes, una diversión un poco densa. Aunque creo que es respetable también, cada uno se manifiesta como puede y mejor le sale. Puede ser que ahora haya más violencia, más desmanes, pero creo que es por las cantidades que te van a ver, por el número, porque ahora hay mucha más difusión del rock.

-¿Creés que algo similarle pasó a Los Redondos con el crecimiento de público?

-También me parece que tiene que ver con lo que vos generás desde el escenario, porque se puede movilizar mucho. No quisiera que nos pase nunca. Hay que manifestarse en contra de los desmanes que puedan suceder dentro de un recital. Si vos ves que hay gente pegándose tenés que parar la música, no importa que sean muchos. Si vos lo percibís eso no te puede gustar. Tenemos que estar de acuerdo que venimos a escuchar música. Pelearse, escupir o robar son cosas que no hay que permitir que sucedan en un recital de rock.

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-¿Notás cambios en el público actual en relación a los seguidores de antes?

-Hay una diferencia, porque mucha gente ha dejado de venir a los shows y yo me doy cuenta de eso. No creo que sea por la violencia. Eso nos pasa a todos, es algo natural. Yo antes iba a ver mucho a una banda con amigos, pero después me cansaba, pasa por una decisión personal. Entonces pienso que con Las pelotas pasa lo mismo, después de 15 años hay gente que ya no la veo tanto. Lo que sí hay un crecimiento de nuestro público, pero noto que hay buena onda por sobre todas las cosas. Que entienden lo que vamos a hacer, que queremos hacer un show y pasarla bien. El comportamiento de la gente es acorde a eso.

-¿Creés que les podía haber pasado algo como a Callejeros?

-Yo tendría que estar en el hecho, en el show, y en ese momento, Pero igual, sin estarlo, te das cuenta que fue una cosa terrible, fue una torpeza por parte de varios, desde la banda hasta la organización. Y eso se tiene que ver, que analizar, se tiene que saldar de alguna manera. No sé cómo se puede hacer, pero más de 190 personas muertas, pendejos, chiquitos, no sé. Yo no podría volver a tocar, a mí no me daría la jeta. Pero cada uno hace lo que le parece. Yo entiendo que se juzgue a Chabán desde el lado de los padres de los chicos que murieron. Igualmente dicen que Chabán avisó que podía pasar y no le dieron bola, no sé. Se habla de que cambiaron la seguridad para dejar entrar más bengalas, pero no me gusta hablar de eso, aunque creo que faltan cosas por pelar, que tendrían que saberse.

-¿Por qué seguís tocando? ¿Qué aspiraciones tiene un cantante masivo?

-Porque es lo único que sé hacer. Lo hago hace mucho tiempo y me divierte hacerlo. No hay otra razón ¿Qué haríamos si no? Seríamos unos empleados mediocres, haciendo cagadas, y nos echarían a cada rato de las fábricas, seguro. No sé que aspiraciones debo tener, porque antes que nada no pienso en la plata. Por suerte, eso me libera de depender de los números, y me permite hacer solamente música y no otra cosa. Sé que está mal en parte lo que hago, pero por otro lado me hace sentir bien, más cómodo. Si viene la plata mejor, pero si no, ya estoy acostumbrado, no me molesta tanto. No pienso en Las pelotas como nexo de un futuro soñado, simplemente toco. Sé que hay plata, y la va a haber si seguimos tocando. Y ahí voy, sobre la marcha, sin cosas planeadas.

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-¿Tenés algo de Luca como referente de vida?

-Yo no tengo referentes de vida de cómo debe ser un artista de rock, ni me preocupa en lo más mínimo. No me interesa. No quiero ser una artista de rock fuera del escenario. Me interesa mucho más estar tranquilo, y para eso debés ser consciente que sos del común y que es algo que sucede, que la gente te quiere, nada más. Uno tiene que bajarse sólo de ese lugar, porque sino te vas al carajo, te hace mal. No es bueno pensar en las pavadas de la fama, de ser “artista de rock”. Uno lo es, pero no hay que depender de eso. Ojo que a cualquiera se le pueden subir los pajaritos a la cabeza, porque somos de carne, somos débiles. Pero el franeleo y la fama te hacen mal, y peor si le das bola. Yo trato de estar aparte de eso.

-¿Qué escuchás de rock nacional? ¿Qué te parece lo que se está difundiendo?

-Nunca fui de escuchar rock nacional, salvo en la época que iba a ver bandas como Serú Girán. Ahí escuchaba un poco más, pero nunca me interesó demasiado. Ni siquiera soy de escuchar mucha música en general. Si escucho algo me engancho más con lo de afuera, con gente como Bowie. Aunque algunas cosas nuevas como Coldplay me parecen buenas, me gustan. Para mí acá hay una especie de chatura. Debe haber cosas interesantes, pero no me las crucé ni me he detenido a escuchar como para dar esa opinión. La chatura la veo principalmente en lo que escucho que se difunde en general, no escuchás cosas buenas. No sé por qué. Tenemos buena relación con la gente de Catupecu, con La renga, con los pibes de Los piojos, pero no nos ponemos a intercambiar conceptos. Cuando nos juntamos comemos algo pero no nos ponemos a elaborar conceptos o hablar profundamente de las cosas.

Fotos de Julieta Gómez Bidondo